Ver esta obra es más que sentarse en la butaca de este pequeño teatro, bello y austero. Es ingresar a la Casa de Ana Frank y recorrerla, y mientras lo hacemos, preguntarnos por qué. A veces, lloramos. Siempre nos conmovemos. El jardín, el árbol, la exposición de fotos de lo que fue la Segunda Guerra … Sigue leyendo