La paciencia pone sobre la mesa las miserias humanas: vidas pendientes de un hilo, consumidas entre una cama y una cortina que separa a quienes tienen el poder de decisión sobre la vida… ¿Es eso vida? Vidas sostenidas por el cuidado de tres enfermeras, que, con sus luchas, sus conflictos y sus esfuerzos, hacen lo que pueden con lo que tienen. Los médicos casi nunca aparecen; basta una llamada para que las enfermeras transmitan lo que ocurre con esos seres humanos agonizantes, que quizás, si en el pasado hubieran expresado su voluntad, no estarían confinados a esta existencia sin sentido. Un sistema de salud quebrado, familias ausentes, vidas condenadas a la muerte en manos de desconocidos que pasan a ser «su nueva familia».
La dramaturgia de Macarena García Lenzi, con su humor negro y su ironía mordaz, se manifiesta a través del nombre del «Centro de Cuidados Intensivos HLV – Honrar la Vida». Este nombre resuena con fuerza, cuestionando el mantra constante sobre valorar y apreciar nuestra vida y la de los demás, donde «Honrar la Vida» queda reducido a una frase trillada, desprovista de su verdadero significado en un entorno que refleja la desesperación y el abandono de quienes deberían ser honrados y cuidados con dignidad.
Enfermeras que limpian tu cuerpo, enfermeras que, con una mirada, comprenden lo imperceptible para el resto, enfermeras que te otorgan un viaje de consuelo para trascender ese aquí y ahora marcado por la desolación y el sufrimiento. Estas enfermeras encarnadas por Karina Elsztein, Valeria Giorcelli, y Noelia Prieto desarrollan, en sus interpretaciones, profundidad y autenticidad del complejo mundo de la enfermería y la fragilidad humana. Su trabajo revela no sólo la dureza y la esperanza del cuidado en condiciones extremas, sino también la humanidad y el sacrificio que acompañan a cada gesto y decisión.
La dramaturga, con su visión incisiva y su capacidad para tocar temas sensibles con un toque de ironía, nos invita a reflexionar sobre la dignidad y el valor de cada vida, incluso en sus momentos más oscuros y olvidados. Su obra es un llamado a la empatía y a la humanización de un sistema que, en su decadencia, olvida lo esencial: el cuidado y el respeto por el ser humano.
Esta obra nos invita a reflexionar sobre el valor y la dignidad de aquellos que cuidan de nosotros en nuestros momentos más frágiles, La responsabilidad en la labor de los enfermeros y el reconocimiento de su trabajo son pilares esenciales para un sistema de salud justo y eficiente. En un momento de la obra, la delegada de las enfermeras expresa su desesperación y dolor diciendo: «Deberíamos quemar este lugar con nosotras tres adentro.» Esta impactante declaración refleja la profundidad de la frustración y el sentimiento de abandono que sienten estos profesionales
La vida es cíclica y está en constante cambio. En cualquier momento, cualquiera de nosotros podría encontrarse en una cama de hospital, en una clínica o en alguna otra institución de cuidados. Es en estos momentos de vulnerabilidad cuando la importancia de los profesionales de la salud, como la de los enfermeros, se vuelve evidente y crucial. La exclusión de los enfermeros del escalafón profesional según la Ley 6035 en CABA desde 2018 no solo es una injusticia, sino también una falta de reconocimiento a su vital labor.
Un abrazo, agradecimiento y todo mi respeto para aquellos que desde el compromiso, las ganas y el amor, acompañan a estos pacientes en tan delicadas situaciones. A ellos un gracias desde lo más profundo de mi ser.
Karina Elsztein, Valeria Giorcelli, Noelia Prieto
Martín Gorricho, Lautaro Parada
Macarena García Lenzi, Laura Visconti
Revista El Inconsciente 