
Así como hay múltiples formas de memoria, o de la memoria, también las hay para el olvido ¿Para olvidar qué?
Este unipersonal, magistralmente interpretado por Germán Rodríguez, se desarrolla en un escenario más que austero: un sillón gamer, una mesita alta, un espejo, una botella de whisky y un perchero con algunos trajes. El resto, es la iluminación, la actuación y la dirección de la obra.
El parlamento de Rodrigo Torres, el personaje, no es un monólogo simple, está compuesto por varios que se yuxtaponen, dando un movimiento diferente: el primer aniversario de la muerte del padre, un viejo abogado que marcaba un cierto deber moral y que Rodrigo se siente contradictoriamente compelido a seguir, una hija que se resiste a cualquier forma de obediencia, el presidente, couchers, influencers, asesores de imagen y de redes, marcan la línea de esta historia en la que, valga la redundancia, la historia no es el acontecimiento sino qué le va pasando a nuestro personaje.
Rodriguez habla por teléfono, canturrea, baila, gesticula, cambia su voz, sin dejar de ser él, porque no hace de otro: es él bajo presiones, recuerdos, deseos, imposiciones y una pregunta:
¿Para qué sirve la memoria en la era del olvido?

Como sociedad, ¿estamos, acaso, anestesiados?
Vivimos en un país en el que la construcción de la memoria ha ido de la mano de la necesidad de olvidar, porque se olvida para no recordar, porque es traumático y doloroso. Y, como dice el personaje, una macana se tapa con otra, de manera que la primera queda en el olvido.
Pero el olvido puede quedar bajo la banalización del registro de las redes sociales porque así, entonces, nos vamos adormeciendo.
¿Habrá que poner carteles con la designación de cada cosa, como en 100 años de soledad para que el olvido no se apropie de lo humano?
Este teatro, entonces, muestra ese otro nivel de registro.
¡Viva el Teatro!
Ficha técnica:
Actuación: Germán Rodriguez
Diseño espacial: Ariel Vaccaro-Francisco Estrada
Diseño iluminación: Paula Fraga
Set electric: Daniel Grilli
Colaboración artística: Mariana García Gerreiro
Prensa: Carol Alfonso
Diseño gráfico: Estefania Piccini
Dramaturgia y dirección: Francisco Estrada
El Camarín de las Musas
Mario Bravo 980, CABA
Funciones: sábados 21.00 horas.