
Año 1976, 4 de julio, a tan solo 3 meses de la más sangrienta dictadura cívico militar que asoló a nuestro país. En la Iglesia de San Patricio, la de los curas palotinos, en pleno corazón de Belgrano R, barrio acomodado, los Padres Pedro Duffau, Alfredo Leaden, Alfredo Lelly, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Neira, son asesinados; sí, en la iglesia misma, en donde se supone el mandamiento “no matarás”.
Este episodio es recordado, casi en carne viva, por la madre de uno de los seminaristas, quien rememora el compromiso social de su hijo y por un ex monaguillo a quien uno de los curas le había enseñado música.
Esta pieza, magistralmente actuada, narra con emoción y llamado a la necesidad de memoria, de no sólo lo que sucedió en esta iglesia con los párrocos, sino de lo que implicó para una comunidad ser escuchada por curas comprometidos con la opción por los pobres.

En la congregación se alojaba amorosamente, se era hospitalario y solidario, valores que se inculcaban; se daba apoyo escolar, se enseñaba a leer y escribir, se daba alimentación, se cuestionaba la idea de la “caridad benevolente” de los más acomodados de la sociedad. Obviamente, ciertos sectores del empresariado y autoridades eclesiásticas, se sentían profundamente ofendidos y molestos con estas misas, en las que donar había dejado de ser “dar lo que sobra” sino un profundo acto de generosidad, de ser y estar para el otro, en comunión con Dios y con el pueblo.
La directora, que también hizo la dramaturgia de la obra, trae al escenario las complejidades de un tiempo político corroído por el terrorismo de estado, en el que pensar y promover el bien común era pagado con la desaparición, la tortura y la muerte.
¿Teatro testimonial? Si, metaforizado, conmovedor, austero, valiente.

Hoy, más que nunca, seguiremos apelando a la necesidad de memoria, verdad y justicia que esta obra propone, nunca como venganza, sino como invitación a una reflexión profunda acerca del amor y el deseo de un país más justo, con lugar para todos, sin miseria ni pobreza.
La memoria aquí planteada no considera una construcción lineal, se arma desde una perspectiva que merece ser escuchada y vista en distintos espacios, incluyendo las escuelas secundarias y los centros comunitarios.
¡Viva el teatro!
FICHA TÉCNICA
Intérpretes: Guillermo Flores, Melody Llarens, Dolores Cano, Julian Pardo
Músico: Mariano Schneier
Escenografía, Vestuario y Diseño de Luces: Pablo Graziano
Fotografía: Gianni Mestichelli
Diseño de flyer: Carla Almirón
Producción Ejecutiva: Carla Fontao
Prensa: Natalia Bocca
Asistente de Dirección: German Viero
Dramaturgia y Dirección: Elba Degrossi
Tadrón Teatro
Niceto Vega 4802, Caba
Funciones: Sábados 21.00 horas