
Entrar a la Casa Rusa es adentrarse en un mundo diferente. Unas mamushkas te dan la bienvenida, y una escalera soñada te traslada a la sala donde ocurrió el evento.
Este año se celebran los 165 años del nacimiento del cuentista, dramaturgo y médico ruso Antón Chéjov, nacido el 29 de enero de 1860.
La actividad que nos convoca es la puesta en escena del monólogo del autor Sobre el daño que hace el tabaco. Esta pieza en un acto breve es una sátira a las conferencias que Chéjov, en su carácter de médico, estaba acostumbrado a escuchar, muchas veces con desgano. Se trata de conferencias que abordaban temas socialmente importantes de forma grandilocuente y vacía, más centradas en el lucimiento ególatra del conferencista que en un aporte real.

Chéjov decía: “La medicina es mi esposa legal y la escritura es mi amante”. En sus piezas volcaba la crítica social que absorbía de su labor médica. Su método de actuación proponía construir los personajes desde lo externo: a partir de los detalles, el vestuario, los objetos, la escenografía. Eso es lo que vemos en esta puesta de la Casa Rusa.
La música invade la sala con Ochi chornye (Ojos negros), la célebre melodía rusa del género de la romanza, y, de pronto, aparece bajando la escalera el protagonista del monólogo, Iván Ivanovich, interpretado magistralmente por el actor Walter Fauve, a quien ya habíamos destacado en Los secretos del clan y en la versión argentina de Machinal. Fiel al espíritu chejoviano, Fauve irrumpe en escena cargado de un bagaje de elementos que iremos descubriendo a lo largo de la representación y que delinean el carácter del personaje.
Iván Ivanovich comienza su conferencia sobre el tabaco, pero, poco a poco, va desnudando su mísera existencia. Conforme surgió también en la charla posterior a la función, se vislumbra una crítica velada al poder femenino en la sociedad rusa. Por sus palabras desfilan su esposa, sus siete hijas, la tía de su esposa, las alumnas de la academia y del internado de señoritas… las mujeres de su vida, de su desgraciada vida.
Fauve imprime al personaje una máscara clownesca que lo vuelve más patético; su español con acento ruso potencia la expresión emocional. El manejo de la utilería y lo mínimo de la escenografía (recordemos que se trata de una conferencia) dejan al descubierto la fragilidad del pobre Iván. Es aquí donde Walter Fauve acierta con una gama de emociones que nos conmueven profundamente: ¡su trabajo actoral es perfecto!

Cabe destacar su excelente manejo del medio tono teatral, especialmente porque este texto se presta fácilmente a excesos interpretativos. Fauve interactúa con el público de forma sutil y nos deja una reflexión punzante en la frase final, cuando, con ingenio, asimila los perjuicios del tabaco a los de su relación con su esposa.
La dirección de Gustavo Torres es sublime e impecable capta con precisión la esencia del autor, dotando a la puesta de un tono de tragicomedia. Cuida los movimientos, los tonos vocales y las emociones con gran delicadeza. Acompaña al actor de principio a fin, apoyándolo con una música incidental muy acertada y una iluminación plena que acentúa el patetismo del mensaje.
Al finalizar la función, se generó un intercambio muy interesante con el público, en el que se resaltó el aporte de Antón Chéjov y se evocó a otro gran referente del teatro ruso: Konstantín Stanislavski, maestro de actores y creador del método de las acciones físicas.
Con las cálidas palabras de la Asesora Cultural de la Casa Rusa, Valeria Ptrtsyna, concluyó una jornada en la que el público expresó su entusiasmo por seguir descubriendo más teatro ruso y por conocer más sobre su cultura. La asesora, en su rol de anfitriona, nos recibió con amabilidad y prometió futuras actividades en esta misma línea.
Un párrafo aparte merece la ambientación que acompañó la representación: una exposición fotográfica conmovedora, que retrata a esposas, novias y parejas de soldados rusos en el frente de guerra. Las imágenes estaban acompañadas de cartas escritas en ruso y en español dirigidas a sus seres queridos. Una intervención visual que, sin dudas, potenció la carga emocional de la noche.
Ficha técnica
“SOBRE EL DAÑO QUE HACE EL TABACO” De Antón Chejo
Casa Rusa en Rivadavia 4266, CABA
DIRECCIÓN: GUSTAVO TORRES
ACTÚA: WALTER FAUVE