Historia original: Felipe Pigna | Dramaturgia y dirección: Erika Halvorsen
Es reconfortante que sea un hombre –en este caso, Felipe Pigna– quien revalorice el lugar de la mujer en la historia argentina, desde los días de la conquista hasta 1930, con esta obra teatral que hace hablar a algunas de las mujeres que lucharon por la libertad y la igualdad.
Alicia Berdaxagar, Julia Calvo, Fabiana García Lago y Julieta Cayetina encarnan las voces de las mujeres que tuvieron un rol fundamental en nuestra historia y a las que no se les ha rendido el homenaje que merecen. Se destaca Julia Calvo por sus interpretaciones que transmiten la fuerza y el coraje de cada una de las mujeres a las que da vida, con sus cambios en la dinámica y el manejo del cuerpo, y con su canto que emociona al punto de erizarnos la piel.
Los relatos que Pigna pone en boca de estas mujeres nos golpean y provocan un gran impacto, ya que nos hacen tomar consciencia sobre las problemáticas que aún siguen formando parte de nuestra actualidad: la violencia doméstica, la trata de mujeres, la desigualdad política respecto a los hombres, entre tantas cuestiones pendientes que obstruyen la total dignificación de la Mujer en toda su dimensión social. La M mayúscula no es un error de tipeo: hasta cuando tratamos de forma filosófica temáticas referentes al ser humano, y no a los hombres, seguimos escribiendo Hombre con mayúsculas. El lenguaje nos determina y lo que dice es que todavía es necesario que muchas más mujeres no se sometan a lo establecido. Pero además, que muchos hombres, como Pigna, defiendan y honren al género femenino para que cuando se diga «¡mujeres tenían que ser!», no se vuelva a tomar en su sentido denigratorio, sino que transmita lo que verdaderamente singulariza a la Mujer.