PH: FLORENCIA ALBERTO

Fedra Cora Inés Dasso es una directora de teatro, actriz, bailarina, cantante, dramaturga, performer, de identidad trans, fue parte de algunas obras, en la actualidad 2025 VEDETTCHONGAS dirección de Annanda SAMARINE, El burdel de las poéticas, Non Cabaret y Dos casas con historia, desempeñó también el papel de asistente de dirección para el gobierno de la ciudad en este último espectáculo mencionado. Estudió actuación y comedia musical en centros culturales como el Tato Bores y llegó al tercer año de la UNA antes de dejar las artes por un periodo de 6 años donde vivió en Brasil. A su retorno está actualmente dirigiendo La casa de las muñecas furiosas que estrenó en el Centro Cultural Sábato y reestrenar+a funciones este año. En esta temporada está en un espectáculo de Roberto Kirchof como vedette en Mar del Plata en la obra A Mí Manera el hotel de las lady’s.
La obra de teatro «La casa de las muñecas furiosas» con dramaturgia, dirección y actuación de Fedra Dasso se estrenó en Espacio Cultural Sabato y se reestrenará en el Día Internacional de Lucha contra la discriminación por Orientación sexual e Identidad de Género el 17 de mayo a las 20.30 h en E.C. Carlos Gardel (Olleros 3640, Chacarita) Circuito de Espacios Culturales (con entrada al sombrero responsable). Al terminar el evento, se realizará una Charla – Debate alusivo al día. Reservas de entradas: furiosasprod@gmail.com todo bajo la producción especial de Daniela Ruiz.

Hola Rachel, vamos a comenzar así con lo que me surja. Terapia hago desde mis 28 años pero llegué a hacerlo de la manera más drástica: internada en una Institución mental y encima ni estaba en mi propio país.
Esto habrá marcado un hito en tu vida.
Y si. Era algo que estaba esperando en mi vida para mejorar, una mente que le sobraban… lo iba a decir en inglés…, pero era una mente que le sobraban jugadores.
Decilo en el idioma que lo pensaste.
Lo iba a decir en inglés: players. Jugadores o voces que una se va inventando que no tienen que ver con la realidad que sabía desde que era chica. sino como algo mural.. digo, moral.
Mural… como un muro que se te antepone…
(Risas) Exacto.Y vengo de cierto tipo de familia donde hay un gran rechazo a la psicología, a la psiquiatría, porque cierta clase de alcurnia, no puede tener problemas de salud mental o permitirse tener que analizarse. Las cosas son como es el “deber”.
La moralina de una clase social que proviene de …
Proviene de dos familias italianas, la familia de mi mamá son los Basso asentada en Italia durante generaciones, ella es hija de un ex-jugador de fútbol y fue el fundador de futbolistas agremiados, motivo por el cual, los jugadores de fútbol ganan millones de millones de dólares gracias a que ese hombre los agremió en 1944. Él fue Capitán de San Lorenzo, llegó a jugar en Botafogo, una historia de tradición, toda la familia tenía que ser de San Lorenzo. La parte graciosa es que esta criatura, mi abuelo, vivió 27 años con Alzheimer, mi hermano mayor que me lleva 5 años, él llegó a conocerlo con la parte lúcida. Cuando yo nazco tenía 10 años de esta enfermedad y cuando yo empecé a tener consciencia, mi abuelo era una planta que estaba postrado. Entonces lo conocí a través de la versión de sus hijos que lo adoraban y hablaban de él como un prócer, y al mismo tiempo, mi abuela que lo detestaba, a él y a los hijos, gracias a Dios (risas) porque ella fue la que me protegió, la que me cuidó. Pero llegué a la psicología porque podía lidiar con eso por el orgullo que tenía. Y si bien tenía amistades que querían que llegara a la psicología porque sabían que yo era alguien que tenía que escucharse a sí misma, y saber que le dijeron de chica, que tipo de madre tuvo, cómo veía a su madre que la veía distorsionada, todos los hijos con su madre, o sea mi abuela, le hacían caso hasta cierto nivel, pero nunca estuvo a favor de mi abuelo, y sufrió haberse metido en esa. Ella estaba orgullosa de ser una gran concertista de piano y todas sus notas eran 10, y su gran desliz fue casarse con un hombre que era multimillonario y encima jugador de fútbol y que con todo ese poder que tenía, la iba a dominar. Abnegarse por ejemplo a tener 4 hijos cuando ella era hija única y ella me confesó todo lo que le pasó, ella quería tener una hija, siempre me contó porque los nietos nunca estaban y mi mamá iba a visitar a ese padre, por quien estaba perdida porque era el único hombre que la cuidaba a ella. Y lo único que le quedó a mi madre, fueron hermanas que la creían una tonta, la madre también la creía una tonta. Con mi padre vive una historia muy trágica. Mi padre era un hombre de clase media alta, pero no de alcurnia como mi madre. Se casaron todos en el Hotel Plaza, a todas las casaron ahí, divinas, regias, espléndidas en las fotos de casamiento (risas). Pero era una familia que se estaba cayendo por decisiones financieras de mi abuelo, entonces necesitaban que las niñas, principalmente mi madre, que era consideraba que su dote era su belleza, y encima soy igual a ella, necesitaban que se case con alguien que salvara a la familia.
Ahí puede venir que a quien le faltaba un jugador era a tu mamá o a tu abuelo que le sobraban jugadores, y no a vos.
(Risas) Encima, vengo de una familia muy tradicionalista, me criaron muy tradicional y siempre siendo muy meticulosa en las tradiciones y en cómo se debía seguir la tradición, qué tradiciones se deben seguir, cómo se deben seguir y de ahí las guerras que sucedieron justamente ante los cambios de tradiciones. Mi madre se vuelve evangélica. Ahí vamos a la parte de mi padre, los Dasso. Eran gente que empieza a tener propiedades, un hombre italiano que se hizo 100% de abajo, pero que consiguió varias casas, tenía una quinta, tenía un campo también. Tenía todo lo que la otra familia de alcurnia de mi madre estaba perdiendo, o sea, no eran de alcurnia como la otra familia, pero estaban ganando posesiones, como un viejo matrimonio burgués la niña que tiene el apellido.con el que está ganando dinero: el nuevo rico con el viejo rico.

¿Y la salvó a tu madre de la decadencia de clase?
Era lo que se suponía, es lo que le vendieron a la nena que encima era la princesa mimada pero resulta que se casó con un hombre que justamente no la quería.
Hoy, yo lo amo a mi padre, porque tenemos otro tipo de relación, pero soy muy sincera al respecto, él no tenía empatía emocional, no la tiene hasta el día de hoy, le cuesta un montón, es una persona fría, muy fría, lógica, calculadora y que viene de un ambiente italiano muy violento. Fue víctima de violencia, entonces tiene ataques de ira, fue muy víctima y es una persona que puede tener ataques de ira al nivel de no recordar nada de lo que hizo o dijo el día anterior. Es muy fuerte todo eso para una niña que tenía una madre que quizás no era violenta con ella, ni físicamente porque fueron poquísimas veces que me pegó mi mamá y mi papá nunca de hecho. Yo era una niña bien, el problema era más mi hermano. Yo era la buena hija, la que sacaba buenas notas, mi hermano, no, el desastre, el que no estudiaba nada. Entonces en ese sentido, la dificultad era que, por religión, yo para mi madre era Satán. Literal: me decía que era una demonia, porque ella era católica acérrima del más Opus que el Opus, por así decirlo. Y ella conmigo se fue a fondo. De chiquita, fue de decirme esas cosas que eso de hecho, yo tenía reprimido. Después recordé, porque mis compañeros cuando yo encontraba a los de la escuela primaria, me decían:vos decías que eras una demonia y que tenías un diablo embotellado y yo no recordaba eso porque mi infancia en la primaria fue muy tortuosa.
Después me puse a pensar hoy ya grande, que papá por otro lado me decía: sos una nena, qué bien, explícame que ser una nena y decime cómo es ser una nena. Y eso lo decía cuando tenía dos años, un año, desde que mi papá intentó investigar cómo ayudarme a ser la mujer que soy.

Y en contrapartida, tu madre lo interpretaba como que tenías una demonia dentro.
Ella tenía cosas muy particulares, venía de familia donde parte de la familia del padre es descendiente de una santa, una familia que cree que está místicamente protegida por Dios. Mi mamá realmente reza cuatro, cinco o seis hasta siete veces por día.
La religión al servicio de reprimir los impulsos hostiles y quizá por eso, tu mamá necesitaba proyectar en vos su propia hostilidad y la depositó en tu persona.
Fue muy cruel su historia. Todo esto me llevó a la internación psiquiátrica con depresión suicida. Desde chica tuve varios intentos de suicidio, vivía en una casa muy infernal para mí o sea, veía una madre en la cual me quería proyectar pero que me negaba toda femenidad. Fui a un jardín muy inclusivo, realmente muy inclusivo donde yo era una nena más, jugaba con las otras nenas. Y se me traslada al San Francisco, un colegio en Caballito donde mi hermano ya había ido, exclusivamente de gente de masculinidades y solamente católicos. En cambio, el jardín no era católico, era laico e inclusivo.

Eras una demonia por culpa de ir a ese jardín…
Y que se me estaba permitiendo cosas que no debía. Y ahí en la escuela primaria, se me intentó corregir literalmente. Me rodeaban entre todo el curso y el cura, yo estaba diciendo lo que sea, y llorando por lo que decían de mí, y me encerraban en los baños. Yo era siempre mentirosa. La llamaban a mi mamá de la directoría, y decían que yo estaba mintiendo, los profesores nunca vieron nada, no pasaba nada y obviamente, esto era lo más divino: yo como nena decía, no, no. bueno, mamá está intentando a su manera ayudarme. Loca ella, abnegada por la madre. Mi mamá pedía que hagan más esfuerzos, que redoblen los esfuerzos y si, no estaban pudiendo los católicos, intentó también por ese camino de hacerse evangelista. Pero yo si bien soy una de las piedras fundamentales de sus dolores, y no lo dudo, su mayor dolor, es su exmarido. Y el dolor era que no había rezo que hiciera que mi papá la quisiera realmente porque esto es lo verdaderamente cruel, mi mamá se casa enamorada y en ocho meses se casan. Ella sí cree que estaba enamorada porque en ocho meses generan un noviazgo y un matrimonio. Mi papá que es como digo frío, gélido… y yo tengo la bendición y la maldición de haber sido la confesora de mi abuela, de mi padre y de todas las figuras que una no debería escuchar sus cosas, como mi nona, pero fui escuchando verdades y mi papá me confesó a los 13 años, cuando se divorcian que, por eso también yo le pido que se divorcien o sea, yo soy la que abre la llave, sí soy una maldita (risas)... Yo fui la que la separó de él, más allá de que hablamos de un hombre que la destruía, la fajaba, la tiraba contra paredes…
Entonces, la salvaste.
Pero para ella yo la separé de quien tenía que morir según la Biblia. Si, morir y qué importa, si es mi marido, por mi marido lo que sea, así lo dice la Biblia. No me importa si mi marido hace que mi hijo no pueda hacer nada. Mi mamá trata a mi hermano mayor como alguien no puede hacer nada de su vida.

¿Y tenés más hermanos?
Tengo una hermana menor de consideración que vive en Brasil pero es de consideración, o sea, no compartimos sangre, la conocí en la secundaria y es mi hermana, la elegí. Hermano biológico solamente Nicolás que es mayor. Y justamente, hay una relación muy dispar entre cómo mi mamá trata a Nico y a mí, lo mismo pasó con mi papá. Mi papá a Nicolás lo ha tratado siempre como inferior, siendo un hombre heterocis, o sea, disminuido, todos los tipos de insultos para que la inteligencia de un niño sea como que no la tenés, y a su hermana menor, a la cual le dijeron desde que nació que era quien lo iba a destronar. Esto se le decía de chico a mi hermano, de hecho, mi papá se lo dijo hasta que más o menos yo cumplí 10 años. Asi le decía, que yo lo iba a destronar como si hubiese un reinado y yo fuese la princesa.
Este relato del rey que lo saca del tronó al príncipe y se lo da a la princesa… tal vez te dio mucha culpa.
Exacto porque yo lo amaba, lo amo a mi hermano, lo adoraba pero para él yo era la enemiga pública número uno desde chiquita y toda la vida. Ahora pudimos corregirlo pero a fuerza de mucha conversación. Gracias a estar en psicoterapia y analizarme a mí misma, poner límites y decirle: mira no vamos a llegar a estos niveles y si llegamos a estos niveles frenemos, entendamos el porqué. Yo también me di cuenta que tanto él como mi padre, tiene ataques de ira, a veces mi hermano los tiene, tiene el mismo mecanismo y se olvidan de lo que dicen. Pero eso yo con mi padre no lo viví porque mi papá tenía ataques de ira con mi hermano y con mi mamá yo era su princesa, era la inteligente, la sabia, la que tenía arte, la que era sensible, la que entendía del mundo y lo entendía a él, que entendía de lógica y la que entendía todo.

Una disociación en las miradas de tus padres que recayó sobre vos. Para tu madre eras el depósito de todo lo que ella creía sus miserias y de lo reprimido…
y de la abominación y para papá estaba arriba en el pedestal. Mi madre no podía aceptar todos sus dolores. Yo hablaba mucho con mi padre porque yo era su confesora, y yo no tenía problema en relacionarme con ese hombre, porque como nunca fue violento conmigo, y él me consideraba de una gran inteligencia para hablar a su nivel de los temas que él quería realmente hablar. Por ejemplo hablamos del universo, qué tan conectado está el ser humano conectado al universo y qué tan pequeño es frente a la realidad de la energía que nos circunda. Yo tocaba esos temas sensibles, y en una de esas charlas, yo le dije: sabes que cuando vos venís mi mamá y mi hermano se sienten mal, entiendo, me dice y le pregunto: para qué venís. Y ahí me empieza a confesar que él ya estaba con otras minas. Okey le digo,¿y para qué venís acá? Y me contesta porque yo creo que a alguien le importa. Y le digo: no, a nadie le importa. Nadie te quiere acá, mi mamá cree que te quiere acá, pero cada vez que venís, ella está llorando todo el tiempo que estás.
Mi papá tiene un campo en Santiago del Estero desde que soy chica y siempre él pasaba todo el tiempo más en el campo que con nosotros, porque mamá nunca fue de su inteligencia ni de su agrado. Me dice en esa charla: yo cuando me casé, lo hice por obligación, yo los amo a ustedes como obligación porque yo tenía que tener dos hijos, mi mamá me decía que yo tenía que tener dos hijos como mínimo, entonces yo le pedí que me entreguen a la mina más linda que pudiesen para tener esos hijos y me dieron a tu mamá, me parecía muy linda. Y fue literalmente esta fue la frase: fue la mejor concha que me pudieron ofrecer. Entonces yo dije que sí y así me casé, la tuve que conquistar un poco, fue más más o menos fácil… Y todo esto se lo estaba diciendo a su hija, que nos amaba como se tiene que amar a una obligación, y que era mandato cumplido a la madre. Y aparte era la favorita de mi nona (risas) . ¡Eso le salió bien!
¡Le dio una ofrenda a su madre!
Le salió una nieta divertida. (Risas).

Aprendiste a ser divertida porque el humor te salvó de esta trágica historia.
Si, un montón.
Por eso lo podés contar así con esa soltura y porque hay mucha elaboración y transformación en tu obra “La casa de la muñecas furiosas”, ser la muñequita de papá… Tampoco aceptaste ese lugar de princesa como mandato de feminidad.
Noooo, yo era la guerrillera Esta anécdota me pareció fenomenal que me la hayan contado desde chica porque es como que esto no me lo debían haber contado, pero, gracias (risas). Un día cuando mi padre entra y empuja mi mamá contra la bacha, la tira, la hace golpearse y mi hermano estaba en el pasillo, también lo tira contra la pared, y yo con dos años, abro la pieza, lo miro a los ojos y le digo: te odio. A mi padre se le empiezan a caer las lágrimas. Se da vuelta, se va por la puerta y no vuelve hasta la noche tranquilo. Mi padre me veía como un par y así me sigue viendo hasta el día de la fecha. Eso es algo que agradezco, no sé qué hice… Algo le hizo pensar que en su hija pudiera ver a un par mental, por lo menos, alguien que le acompañaba el ritmo de la cabeza y una persona que le interesaba escucharlo. A diferencia, lamentablemente de su hijo porque creo que mi hermano es brillante, solamente no le permitieron ejercer la comunicación de la misma forma y con la misma libertad, lo castigaron mucho por ser el primero… demasiado… (silencio)
Hay más dolor cuando hablás de tu hermano que de tu madre.
A mi mamá hoy ya le perdí el mismo amor, pero a mi hermano sí, lo adoro. Me parece un príncipe, es adorable y dulce, pero es muy tímido, y le crearon una gran timidez. Pero es muy genuino en sus emociones, se lo reprimía en todo. Tiene una voz preciosa, pero no la usa, es bellísimo, como pocos hombres he conocido, pero es un hombre que todas sus artes las tiene agarradas porque están. Podría ser un gran cantante, pianista también, como mi abuela. A mí me entrenaba la voz mi abuela porque tocaba cualquier nota y se la reproducía, esa mujer si vos llegabas a abrir la boca, y no sacabas un Fa sostenido a la perfección, mejor que no abras la boca (risas). Soy cantante lírica.

¿Por qué no cantas en tu obra y solo canta Cris Juno?
Me parece que no siempre se tiene que mostrar todo en todo momento, más en mi rol de directora, quería que esté muy equilibrado y están muy equilibradas las escenas que aparece cada una, no generar monopolio y creo que como vos dijiste cuando viniste a ver la obra, cada una en la obra brilla con su talento aunque en realidad todas somos multitalentosas. Pero para crear un personaje, cada una muestra un don, su arte principal.
Y te hubiera gustado hacer lo mismo con tu hermano.
Me hubiese encantado aunque de alguna manera siempre fui su ayuda. Reconstruí un vínculo con él porque justamente yo soy la que más le dolía a Nicolás porque siempre fui la más tajante de lengua, eso no lo voy a negar. Los hice llorar a los tres, sí, a mi mamá, a mi hermano y a mi viejo. Soy tajante.
Y si a los dos años pudiste expresar tu odio a tu padre…
Si… estaba muy sacada la nena (risas) y por momentos, fui muy cruel, pero después también supe mostrar que por más cruel que sea, yo creo en vos, yo no creo que seas todo lo que te está diciendo tu padre y yo no creo que el camino sea la condescendencia que te está dando tu madre para que te quedes acá, vos tenés un destino hermano y lamentablemente no estás pudiendo. Mi hermano pasó una gran parte de su vida encerrado jugando videojuegos después de terminar la secundaria y no hizo nada por años y años, y tenía muchísima depresión.Y no va a terapia, nunca fue a terapia, no iría terapia, es una persona que mantuvo la tradición de alcurnia, ninguna parte de mi familia tiene esa visión porque piensan que los problemas los tiene otra gente, nosotros, imposible.
¿Y cómo salió esa situación de encierro?
Yo me voy a Brasil y pasa algo muy específico. Acá es donde todo se pone más oscuro todavía. A partir de los 17 años, empiezo a trabajar porque con mi madre teníamos una situación muy difícil después de que se divorciaron mis viejos. Tuvieron un divorcio que económicamente fue solamente viable para mi papá. Tenía 13 o 14 cuando se divorciaron, y mi hermano tenía más o menos 16 o 17, y estaba terminando la secundaria. Mi viejo, por heredero, tenía bastante propiedades y hace una división de propiedades donde él se quedaba con el mundo, y mi vieja con nada literalmente. Mi vieja intenta hacer una tasación reteniendo un dinero porque mi viejo le estaba apurando, y yo era imposible para mi papá, pero tenía un hijo que hasta el día de hoy lo admira, y que como no se pudo ganar su cariño, haría lo que sea por él. Y a él recurrió. Él siempre se dejó escuchar la voz de mí papá, de verdad para mi hermano el trato con mi mamá es con una mujer tonta, reproduce mucho los discursos de mi padre. Lamentablemente mi mamá no encontró en mi hermano el hijo varón adorado, pese a que es al que adora y por el que moriría, sin embargo, realmente no es el hijo que a ella la vea con buenos ojos. A los 17, mi padre empieza a manipular a mi hermano, y mi hermano confronta a mi mamá con un ataque de ira, como tenía el padre. Ante los ataques de ira de mi papá, yo era la única decía que lo veía, mi hermano fingía demencia y mi madre decía que mi padre iba a cambiar. Ese era su rezo, y se vuelve evangélica dos años antes del divorcio cuando se da cuenta que no había rezo que lo cambie, porque no había nada que lo cambie a mi papá. El odio que sentía por ella, la rabia, la ira, con tres días que estaban juntos, ya la destruía, la hacía pelota, no la podía tolerar ni diez minutos a esa mujer. Era impresionante el odio que le causaba. La veía tonta, no le parecía que tuviese una conversación interesante, no era una mujer que no pudiera vincular todo a Dios. Siempre se impresionaba por todo, todo era como, !ay, qué horror!
Yo no aprendí cómo defenderme de las masculinidades, eso lo aprendí de mi abuela, porque ella siempre fue una mujer coqueta y todo el mundo se le venía encima…Mi mamá era agasajada por el Planeta, y ella fingía demencia absoluta. Entonces eso a mi papá le molestaba un montón que no quisiera tener contenido porque lo tenía, pero no quería. Porque la religión quiere que yo sea solamente devota a vos y hablemos de Dios y estemos hablando de Dios todo el día. Pero tenía una piel magnética y lamentablemente tuve que escuchar el desaforo de una mujer que estaba apasionadisima por ese hombre y que no le importaba entregar ni a ella, ni al hijo, ni a quien sea porque estaba entregada por mi padre. Su segundo gran dolor fue perderlo y cuando se divorcian, mi hermano en ese ataque de ira golpea la pared y se rompe la mano, y empieza a sangrar frente a ella. Entonces, mi madre firma directamente el divorcio cuando ve a su hijo así porque el padre lo manipuló, y le decía que su madre era esto, esto y esto y le creía al padre. Ella no podía hacer que su hijo estuviera ni medio segundo de su lado. Y a la hija que le decía, no hagas eso, no importa Nicolás va a entender, no firmes ahora, ni me escuchaba. Y yo sabía que la estaba engañando y que iba a firmar una sentencia para la pobreza. Y fue así, mi mamá vivía con lo que ganaba de ese alquiler porque nunca supo trabajar, al menos no hasta ese momento.
Imagínate que le habían vendido que iba a ser una princesa, que le iban a dar una bandeja de oro y se casó con un ogro que la detestaba. Mi papá invertía todo en un campo en una provincia donde lamentablemente, no sacaba nada. Él hizo funcionar ese campo después de 20 años, hoy sí funciona, pero cuando ellos estaban casados era un gastadero de dinero y a ella le pasaba lo que quedaba, no pasaba para sus hijos. Mi mamá tenía que pagar de hecho la parte de la Obra Social de él, sufrió bastante… Hizo un divorcio de horror que lo ve un un abogado y dice, nena, ¡pero ni de joda se firma esto! Pero mi padre uso a suhijo para currarla. Son cosas de adultos. Era problema de ella que le permitió todo este tiempo llegar a esto. Y mi gran castigo en la familia era ser la que veía todo, la que escuchaba todo…
Y la que analizaba todo…
Exactamente, y era un dolor detrás de otro dolor enorme porque no podía dejar de entender todo… Ay, Dios mío, era mucho peso y nadie me escuchaba. Y ahí vino el segundo momento y el motivo por el cual mi hermano crece y empieza a progresar. A los 24 años ya cansada, porque yo vivía mi vida fuera de mi casa, yo estaba muy reprimida en mi casa, nunca pude hacer yo misma para mi madre de hecho. Hubo un gran lavado de cerebro para que yo me olvidara, de que yo dijera quién era. Viví una parte de mi identidad dentro de la adolescencia, donde expresé mi feminidad porque leí mucho de psicología. Y lei qué era la múltiple personalidad y qué hizo la nena: fingir que tenía múltiple personalidad y que la mayoría de las personalidades eran todas mujeres y son muy similares a quien realmente soy. Pasé por todas las versiones de la locura que me permitieran expresar quién para que recordaba que era. Pero que lo iba bloqueando porque mí madre me intentaba exorcizar, como iba a todos los lugares evangelistas y escuchaba el diablo, obviamente que era muy traumático… Era mejor un varón que estuviera torcido. Me saqué su voz de encima, la voz del suicidio que me estaba matando. Y que me estaba diciendo, no seas por favor, no seas.
Ella decía: no me salió nada bien, si vos encima haces este giro lo que me dice Dios… la última frase con la cual nos despedimos, la última vez que nos vimos fue: vos estás haciendo que yo y todos nos vayamos en el linaje al infierno. Eso fue a mis 31, tengo 33. Esa fue la última vez que nos vimos hace ya casi dos años. Y ella sigue viviendo en la casa de sus padres en el departamento antiguo, con la hermana que le dice tonta. Hermosísima vinculación familiar. Y ese último día, yo le pedí como gesto de amor que me acompañe al médico porque yo tenía un bloqueo mental, se me sale un diente y estaba con mucho dolor y pasada de dolor con analgésicos encima.
Ese ultimo dia que la vi, íbamos caminando y me dice, vamos a rezar. Bueno, está bien, vamos. Yo siempre intenté poner límites Rachel con mi mamá, no hablemos de esto, si acá vamos a entrar y vamos a pelear, no hablemos de esto también. Yo fui muy dura y muy tajante. Cuando empecé a explorar realmente mi sexualidad, ya íbamos a la guerra, y después de haber peleado porque aquello que me gusta y lo que me gustaba ser, ella me gritaba: ¿Qué te vas a hacer? Y le contestaba: ¡me voy a ir a que me cojan 10! Y todo lo que vos estás esperando que sea lo peor, te lo voy a redoblar y no te lo voy a ocultar.
Eras todo lo que ella no pudo ser.
A eso llegamos también, y eso fue una de las grandes.bendiciones. Es lo que sigue… Volviendo a ese día cuando estaba por rezar, es tradición del cristianismo y de cualquier religión, quién sabe de ritualización, sabe que para rezar para una persona tenés que decir su nombre completo en cualquier tradición, y ella no podía y no puede decir mi nombre completo. Según ella, Fedra está condenado. En la tragedia griega Fedra es el nombre de una madre que intenta tener relaciones con el hijo y por eso es condenada y termina suicidada, y ella cree que mi auto bautismo artístico, representa eso. Mi nombre el autopercibido, el que elegí es Fedra Cora Inés Dasso.
Y el nombre elegido por tus padres, ¿cuál era?
.Era el nombre de emperador: Federico Augusto, literalmente significa el emperador y el que impera para la paz.
En cambio Fedra significa iluminación, alegría, felicidad, goce, placer… Entonces ella dijo Fe, y yo le dije, no mamá, tenés que decir el nombre completo, y no lo hizo.
Y al estar asociado a algo incestuoso desde lo mitologico, nunca pudo aceptar a Fedra.
No, nunca, ni cuando llegué psiquiátrica de Brasil. Dos días antes de ésta última vez que la vi, tuvimos esta charla. Ella tenía una punzada que la analizaron a ver si tenía cáncer de mama, mi abuela murió de cáncer de mama. Hubo cáncer de mama dos veces, mi tía tuvo cáncer de mama, son una familia donde las mujeres tienen una locura por el cáncer de mama. Ella me dijo en ese momento que en realidad la punzada fue un mensaje de Dios y que si ella aceptaba mi nombre, nos íbamos todos al infierno porque justamente yo, estoy haciendo que el linaje se vaya al infierno. Ella me estaba acompañando a mí con analgésicos, hecha pelota y ahí empecé a llorar, y gritaba: ¡te vas, te vas, nunca más en la vida me vas a hablar! Intentó hablar la última vez el día de mi cumpleaños de este año, ese fue el último contacto real sin decirme nada ni pedirme disculpas. Y le dije: esto es una cosa real, si vos no me pedís disculpas y empezás desde mi nombre tal como es hoy, y tratándome como tu hija, la conversación no empieza querida, porque lo último que vos me dijiste otra vez, como cuando era chica, es que nos vamos al infierno por mi persona. Yo no soy ninguna demonia, entonces o te retractas y volvés a cero, o de acá no se parte, Y ella lo sabe porque yo pasé 10 años sin hablar a mi papá. Entonces tal como cumplí con uno querida, puedo cumplir con vos, no estoy para nada dificultada porque tanto como vos con lo que dijiste en esa frase. Pero, dos días antes de este momento, tenemos un hermoso momento, para mí principalmente. Yo voy muy expuesta y cenamos juntas. Ella me seguía lavando la ropa porque en ese momento en mi departamento no tenía cómo hacerlo, no tenían los insumos para ir a pagar una lavandería, en ese momento me ayudaba, qué bueno, gracias. Y ella lavando las ropas de este tipo de ser humanita (risas). Y ella intentando decir que la avergonzaba, que esto y que lo otro. Entonces yo, desquiciada, en un momento le pregunto por qué te da vergüenza algo que a vos te pasó. Mii mamá llegó a ser modelo, pero la intentaron violar, entonces no quiso continuar porque se sintió acosada. Desde chica le acosaban los amigos del padre que se la querían llevar a Italia porque muy chichona, todos italianos de alcurnia, siempre fue una mujer muy acosada, ella siempre actúo con la negación. No, esto no está pasando. Soy una princesa, mi papá me dijo que iba a venir el príncipe y vino el ogro. Todo lo que le dijeron que iba a pasar, se le cayó, nunca le pasó lo que le dijeron y siempre la trataron así. Sus hermanas son más chiquititas, ella era chichona, era voluptuosa, tetona, gigantesca. La madre era finita, diminuta, Elizabeth Taylor le decían a la madre por que era pequeña. En cambio, ella era Sofía Loren, se le caía todo por todos lados. Entonces, se la veía vulgar. Para el padre ella era la princesa, pero para la madre era la del cuerpo vulgar, la exuberante.
Se repite este modelo disociado en la mirada de un padre que la ve como princesa y la madre que trata de puta.
Si. si bien, ella era la que quería ser monja (risas)
Para “exorcizar” su sexualidad a través de la religión, aquello que le hicieron creer que era de una puta vulgar, y eso lo proyectó en vos, que representas lo que ella hubiera deseado ser pero no se lo permitió.
Y en ese momento me lo confesó Rachel. Me lo dijo. Yo estaba atacada como en un brote porque yo he llegado a tener brotes suicidas frente a mi familia, entonces saben que hay lugares donde la tecla ya me batió, y cuando vio que me estaba por auto lastimar porque le dije me estás agobiando, me dijo: vos estás haciendo el camino diferente a lo que yo elegí. Okay. Ahora entiendo. O sea, todo esto es porque yo estoy eligiendo ser la mujer exactamente opuesta a lo que vos te permitiste ser y viviendo todo aquello que vos te negaste porque vos cantabas y no te permitiste seguir cantado, porque modelabas y dijiste no. Todo lo que no vos te dijiste, no, y ome dije, sí. Ah (suspira) viene por acá. No es porque soy una mujer trans.
Es por ser todo lo que no fue aceptado por su familia ni el marido. Ella no pudo elegir.
La verdad es que todo lo que a ella le dijeron que no, a mí me decían que sí. Y para hacer todo lo que quería hacer, la Universidad y todo lo demás, me puse a trabajar desde muy chica, a los 17 empecé de a trabajar de telemarketer vendiendo autos, planes para autos y a la vez, en la Universidad empecé con Letras. No llegué a hacer el CBC completo y me paso a la UNA de arte dramática.
A mis 19 tenemos una charla con mi papá, donde él me dice: yo los echaría, porque el departamento donde vivíamos era de él, estaba prestado. Me confiesa si fuese que solo vivieran Nicolás y mi mamá, los echaría, yo no los echo porque esta vos que trabajás estudiás y haces lo que tienes que hacer, y justamente el “regalo» era porque yo le había salido bien. Eso también era mi responsabilidad. Yo era responsable porque ellos dos tuvieran un techo debajo de la cabeza, porque yo era que trabajaba y estudiaba entonces, papá permitía que pudiésemos seguir viviendo ahí, si no tendríamos que vivir no se sabe dónde. Y yo eso se lo confieso a mi mamá y mi mamá responde con la negación como siempre, como cuando ella decía que mi papá la amaba y él decía, me casé porque te ofrecieron. Son completamente dos realidades diferentes. Ella me responde, no, te está cargando, tu papá nunca va a hacer eso, no nos va a echar de la casa. A los 24 años me voy a vivir a Brasil y a los 25 los echó.
Y nuevamente quedaste en el lugar de la culpable por haberte ido.
Y mi mamá no quiso que me quedara en Brasil, por lo que se le estaba viniendo. Me dijo vos volvés. Es la única ayuda que te voy a dar y mi hermano, me ayudó para quedarme cuando tuve una crisis en Brasil. Mi hermano crece porque yo me voy.
Y porque dejaste de sostener lo insostenible.
Siiii. Ahí mi hermano se termina teniendo que mudar con mi papá que es un hombre que lo deja de tratar mal, pero que lo empieza a hacer moverse. Entonces él deja de ser un niño que puede quedar tan cómodo y empieza a ejecutar, a trabajar, a salir. Cambia de estar con una mujer que lo iba a engordar como si fuese un niño que le dan dulces, aquí está mi pobrecito, a alguien que le dice o haces algo, o sabes como soy. Eso lo activo y ver a la hermana en otro lugar, haciendo lo que se le cantaba… sola con la plata de ella construyéndose sola, trabajando sola, sin que nadie la ayudara, totalmente independiente.
¿Por qué Brasil?
Esta historia me encanta (risas) Estaba haciendo una obra de teatro ya en la UNA con un director de Brasil que estudiaba dirección y yo estudiaba actuación, pero en la UNA siempre te pedían que tengas alguna actriz que fuese pivot, sí o sí, de la institución. Y como en esa época yo era la vicepresidenta del Centro de Estudiantes, me conocían bastante chicos de dirección entonces me llama y en ese elenco, éramos tres yo y dos chicos que eran ex pareja aparte, y hubo una gran seducción.Él era de San Pablo, el otro era de Mar del Plata y yo soy una loca desquiciada (risas). Vamos a Brasil y la única que compró el pasaje fui yo, y los otros dos no. Me clavaron pero fui sola y salí victoriosa. Me quedo de vacaciones y me enamoro, y en esa época mi sexualidad estaba descontrolada y de pronto, me pongo de novia por primera vez. Y siento que tengo que ser fiel aunque lo conozca desde hace dos meses. Y de hecho, lo único que hice en ese viaje fue besar a quien después se volvió mi ex marido. Todo muy lindo. Hay una cosa hermosa en Brasil y es que a partir de la convivencia de un año ya te dicen marido, entonces, como él me dijo que era su esposa hasta lo último de nuestra relación, es mi ex marido. Y estuve tres años y medio, Alexandre, un nombre precioso.
Fue tu primer amor, hasta Alexandre entonces, no te habías enamorado.
Mi primera pareja no fue una pareja romántica, fue una pareja de lo que tenía que ser. Nacho me generó muchísima sexualidad, lo quise un montón, pero mi primer amor fue Alexander. Nacho fue el despertar de la pareja, ese vínculo donde esa persona te genera más deseo que nadie, porque sos vos, no sé, tu olor, una atracción sexual.
Y con Alexandre pudiste abrochar lo sexual al amor.
Exactamente. Y lo conozco en primer viaje de una forma muy romántica. Estábamos caminando en Lapa que es la calle de Río de Janeiro donde está todo el mundo en la calle. Y de repente, me dicen las chicas, mirá ese chico cómo te está mirando, dale, no vas a hacer nada nada. Me doy vuelta y yo que soy ciega (risas), vi dos ojos, pero dos ojazos, y lo que más me acuerdo es de esa mirada porque por favor, me doy vuelta y él se da vuelta, y nos juntamos en el medio de la calle, y ¡beso| ¡directo! Nos quedamos mirándonos, me dice, te venis gritándome, y yo le grito, no puedo, estoy yendo con las otras personas, pero cómo hago, no sé… Nos separamos. Nada. Pasa el tiempo y vuelvo a ir a Brasil por segunda vez con mi hermana Natalia y cuando vuelvo, siento el doble de esa misma energía que había sentido en esa ciudad. Es una cosa energética de otro planeta. Estamos con mi hermana y le dije: necesito quedarme en Río.
¿Cómo fue esa hermandad adoptiva con Natalia?
Éramos compañeras del colegio y nos volvemos hermanas, pasa las navidades conmigo, se incluye mi familia, mi madre ha tenido y construido una relación hermosa con ella, aunque como con todos sus hijos, aun con la putativa no va a dejar de tener conflicto porque es demasiada estructura para esa cabeza. Pero el amor es genuino de madre e hija. Me quedo con Natalia, mando mail al gobierno de la ciudad que en esa época trabajaba para ellos como asistente de dirección de dos obras, le escribo a mi directora de danza, les aviso que no voy a volver, lo siento.
Mi casa era ya un infierno para mí misma. Y llegó estar internada por no saber cómo lidiar con tanta energía, con tantos intentos de suicidio desde chica, querer mutilarme ciertas partes,no entender, sentir un gran rechazo principalmente por todo lo que fuese la masculinidad… Sentí una gran violencia desde chica, de ser acosada desde los 11, 12, 13 14, por cualquier hombre que me viese caminando porque yo siempre de mini short desde chiquita, con una madre que le pasaba lo mismo y me negaba la información de cómo lidiar con eso. Lo aprendí a los 7, 8 y sola y con la voz de mujeres de otra generación. Me sentía muy muy loca acá porque podía ser yo misma fuera de mi casa, pero en mi casa era detestada porque era quien tenía el cariño y quien decía las verdades más molestas. Pero a la vez si yo no estaba, quién los mantenía, era mucha presión. Y al final me quedé seis años en Brasil, hice una carrera. Empecé en el hostel donde era huésped y le dije al dueño. Mira, no quiero volver a Argentina, me quedan cuatro días, no sé una palabra de portugués pero aprendo rápido. Me quiero quedar. Contratame, por favor, tenés cuatro días para elegir. Si me decís al menos uno dos días antes te agradezco, eh? Chau (risas).
Siempre tus deseos guían tus decisiones.
Puede ser porque cuando pienso que algo tiene que ser, lo digo y no dudo. Lo propongo, llega el último día, me dice que me va a contratar y que me iba a quedar acá viviendo en el hostel para ser la bartender, y me enseñó cómo hacer el trago más famoso que era la caipirinha.Gané mucho dinero gracias a eso y me pude mantener los primeros meses. Cambio al puesto de la auditora nocturna, peor aún, me dejaron sola, de recepcionista a la noche: la desastrosa durante nueve meses. Era una fiesta. Después tuve un coqueteo con uno de los recepcionistas, que terminó siendo mi compañero de cuarto, Sebastián que era de Colombia. Sebastián me dice: yo tengo un cuarto y necesito alguien para compartirlo porque se fue mi compañera, fíjate, cómo haces con Bernardo, si te puede dar la plata para el cuarto. Hablé con Bernardo y le hice una contra propuesta, que me pague 500 reales para pagar el cuarto con Sebastian y el resto, lo hacía en propina. Me mira con cara de ver a una atrevida loca pero lo aceptó (risas). Y vivíamos con cinco personas más.
Te armaste una familia.
Era un cocoliche divino.. Aún no volví a ver a Alexandre, eso pasa mucho después que es acá cuando la historia se pone más divertida. En el hostel empiezo a tener una etapa muy tortuosa. El echa a Sebastián por diferentes situaciones, nos dan la carga de extranjeras ilegales sin acceso a casi nada. Llegué a trabajar 24 horas seguidas sin dormir, 32 horas dormida, sin dormir. Muy pasada. Renuncio. No pude más.
Entro en UNICEF, era la que te paraba a decirte, “no querés donar, ¿por 40 regalos sabes cuántas vidas salvar, mi amor?” (risas)
Eso te salva a vos.
Eso me salvó y ahí conocí a Alexandre y cuando se me va una de las personas más importantes de mi vida… En la primera Navidad que pasaba en Brasil me viene a visitar alguien que no está (silencio) Era mi amiga, para mucha gente sería amigo, pero lo voy a decir como yo lo siento, mi amiga Seba de Argentina, mi mejor amistad de esa época, si bien Natalia siempre fue mi hermana, Seba también era mi hermana indudablemente, una hermana del de la vida que se me fue muy rápido. Acá en Argentina se inventó un plan, incluyendo a mi madre de que yo tenía que volver, Seba era parte de la gente que quería que volviese por otro motivo. Era una bomba de tiempo, y una de sus musas, y una de sus perlas del alma estaba a 2.000 kilómetros… y cuando esa hermosa criatura necesitaba alguien que la cobijase o estuviese ahí, simplemente abrazando, que es algo que a mí me encanta hacer, porque yo soy la que sostiene…, me encanta sostener a quienes amo, adoro. Me siento cómoda en ese rol. Y me dice: tu primera Navidad conmigo. En esos días no me permite trabajar en UNICEF, así de egoísta, porque reina impoluta cuando yo salía con Seba, yo muy suelta de cuerpo y éramos tres con la Matí. Y me decía: no me importa si te viene Brad Pitt, si te vienen 40 hombres, no te quiero ahí revoleando, no. Hacía de guardaespaldas, esta es mía, era muy protectora… He conocido pocas personas tan protectoras como Seba, en muchos de los sentidos, y si alguien me iba a matar, era ella, y nadie más tenía derecho a verlo. Siendo esta personalidad como “nadie te saca de mi lado», estábamos recorriendo nuevamente la calle Lapa, él estaba con su mejor amigo Aldair, personaje con quien después vivimos, él en su cuarto y nosotros como pareja en otro, en una casa divina. Estábamos con Seba y esa noche estábamos ya bastante entonadas, y yo literalmente hago así, (gira su cabeza) y veo los mismos ojos Rachel (se para y monta la escena haciendo un biombo teatral). Él fue más rápido, mucho más rápido, y me pregunta: tenés encendedor lo primero que le apareció porque nunca fumó pero se le ocurrió y me dijo si tenía para encender un pucho. Y yo, tarada, le digo que no. Y después me dice: me das un beso. Y le digo: siiiiii. ¡Al chape directo! ¡Y eso que estaba con Seba, pero me chupó todo! Sebs y Aldair tienen el mismo tipo de amistad, los dos el mismo signo, capricornianas las dos, yo taurina y Alexandre sagitariano. Imaginate. Empezamos a besarnos y en esa misma noche, me dice si vamos a hacer algo ahora, y pensé que como estaba con Seba, cagué. Primera vez en la vida Rachel que Seba pregunta, a dónde vamos los cuatro. En ese momento casi me largo a llorar, fue desconocida su actitud. Por primera vez en la vida vio que algo estaba pasando.
¿Y ese fue el amor de tu vida?
Hoy estoy enamorada de mi pareja. Con Alexandre fue el amor más de princesa que tuve y vivimos un montón de cosas preciosas. Yo dejo UNICEF. Estoy pocos días sin trabajo y me llaman por búsqueda laboral de lo que se convierte en mi carrera: el Hotel Accor. Empiezo como recepcionista en Ibis, me contratan porque sabía hablar inglés portugués y español, le servía. A partir de ahí, hago una carrera donde en cinco años, pasó de recepcionista a supervisora de reservas de dos hoteles, y de eso pasó a gerenta comercial de toda un área de Río de Janeiro que era Barra de Tijuca. Alexandre acompañó todo eso. Cuando nos conocimos, yo estaba pensando en volver, pero conocí al amor de mi vida, y ahí me ayudó mi hermano, y yo genere una pequeña deuda, que ni bien gané mi primer sueldo, se la devuelvo a mi hermano.
Muy importante para tu hermano que te haya podido ayudar, por él, para dejar de sentir que él no puede, y creo que vos necesitaste darle ese lugar.
Es que yo estaba en la pobreza, no tenía literalmente nada, y acababa de renunciar a un trabajo que era mal pago, y Alexandre en una semana que nos conocimos, me llenó la heladera, y me decía te vas a quedar, no sé cómo voy a hacer, qué energía tengo que mover… Hasta que llego a la psiquiatría porque mi vida en Brasil cuando hay un cambio de paradigma presidencial, yo que empiezo a ser muy yo misma y que ya era muy yo misma en Brasil, empecé a ser 100% ésta que soy. Después de Alexandre, con mi siguiente pareja Fagner,con él, terminé de ser ésta. Y en Accor, si bien me tenía muy bien conceptuada, caigo bajo una mujer muy de derecha y me empezaron a discriminar. Empecé a ver como una empresa cuando está muy bien estructurada, si la persona sabe lo que quiere en la moral que construyó, va a buscar cómo encontrar los vacíos legales. Ella me la dijo clara: yo quiero que vos seas mi continuación, pero solo sí sos esta imagen.
Te enfrentaste a otra mamá.
Y lo intenté, pero por dentro, rebelde eterna. Y los intentos de suicidio vinieron por la acumulación de los tres factores, la sociedad con Bolsonaro me empieza a tratar de con una gran violencia, me empiezan a escupir en las calles, a tirar botellas de vidrio en la cabeza… Yo viví mis últimos dos años un cambio de paradigma, donde a mí nunca se me atacó, a pasar de repente a que me digan mínimo de siete a diez veces por día que me van a matar, aunque no lo hacían, pero me amenazaban. Querer impactarte al terror y ahí caí en un hospital en Brasil por violencia social y también violencia sexual. Empiezo a estar con una pareja Fagner, siempre fui muy monogámica cuando me ponía en pareja, soy así, no por anular sino porque realmente me envicio con agotar a esa persona, entonces me es natural la fidelidad.Cuando estoy sola disparando por todos lados es otra cosa, y cuando estás enamorada, es otra. Con Fagner experimenté una pareja violenta. Venía de un hombre que como Alexandre que me decían entre cuatro, vamos a llevar y decir, inténtenlo, dale llévesela, amor, mostrales, vieron ese traste. Mira, es mío. Sí, por favor, señores, inténtenlo. De este tipo de hombre a Fadner que me decía: ¿los estás provocando? Me conquistó queriendo a la mujerona y de repente, cuando ya me tenía, cuando nos mudamos juntos, ¿qué estás haciendo?
Un hombre que me estaba engañando, y yo empiezo a engañar por primera vez, salgo de esos patrones que eran naturales y empiezo a desnaturalizarme. Empieza a existir esa violencia, dentro de casa y violencia justamente por fuera. Yo empiezo a estar con hombres que me trataban como se debía, pero de repente empiezo a encontrarme con situaciones, que me pregunto qué pasó, eras el esposo de alguien que yo no sabía. Cuando la gente empieza a saber que yo era ciega, que no veía, había hombres que me querían tener, pero que a la vez tenían su vida y que me trataban de una manera diferente. Mucha violencia y muchos espacios, y por ser siempre una mujer que llamó la atención por su coquetería, muchos hombres que ya sabían de mi existencia, empezaron a aprovecharse de eso. No sabía nada de ellos y haber terminado en situaciones donde, sin querer, yo ayude a violentar a mujeres que eran compañeras, colegas.
Sin saber que eran esposas de… Y otra vez la culpable sos vos, como si los hombres que te eligen no tuvieran nada que ver: guerra entre mujeres.
Exactamente. Me pasó mucho en Brasil ver a las mujeres volverse locas, ¿qué estás haciendo? Tenés olor a mi marido, yo qué carajo hice, dónde me metí. Me empecé a enfrentar con mucha hipocresía. La relación con mi madre se volvió cada vez más tóxica, y a distancia, ella diciéndome cada vez cosas más terribles… Fadner también tenía una madre evangélica, y yo empecé a bajar guardias que yo no conocía y empecé a ser violentada físicamente. A mi que nunca me habían tocado un pelo…
Tenías que llegar a eso…
Si. era necesaria esa internación porque fue a partir de eso que empecé a analizarme, a vivir y a poder vivir, a poner límites de verdad. Antes me decían que ponga un límite y me reía literalmente. Hoy mi psicóloga es la psicóloga de mi internación, tengo sesiones hablando en portugués con ella a distancia.
Se nota que estás hace años y que es una muy buena psicóloga. Las felicito a ambas y pienso que ya no hay retorno de ese camino.
Tuve que llegar a lugares muy oscuros.
Y a llegar elegir que esté viva Fedra, más allá de quienes no la acepten. El intento de suicidio pudo representar matar a Federico, a tu mamá simbolicamente y a esas voces que te habitaban y te dictaminaban quien debías ser, porque de hecho, después de todo este proceso, pusiste límites y no la quisiste ver más a tu madre sino aceptaba a Fedra.
Y siempre digo: yo no voy a hacer nunca más una concesión con algo que es mío, no te puede doler algo que nunca te perteneció, y qué problema y qué gravedad que vos te hayas permitido que tu idea de quién sos, sea lo que te dijo alguien en vez de haberte investigado sola y ser cualquier cosa que hubieses querido ser. Y como dijimos, tuve la suerte de saber lo que quería. Y las sutilezas… por ejemplo, esto lo quiero decir porque me es importante también mencionar siempre,utilizar mujeres como Cris Miró para generame miedo por lo que le había pasado a ella. Como no podían hablar bien de la belleza de una mujer que fue casi la más bella de este país durante los años que se la conocía. Y decían, mirá cómo terminan porque todas tienen ese destino, no hay otra opción. No tenía muchas herramientas para enfrentar esto y gracias a Daniela Ruiz, que es mi mamá trans, y gracias a gente de mi propia comunidad, pude desmitificarme.
Y qué historias parecidas con las abuelas tienen con Daniela Ruiz.
Siiii, Salvadoras. Y con mi padre logré poner límites. Le dije: cuando era chica vos sabías cómo tratarme, yo entiendo que tuvimos un vínculo desvinculado, puedo me interesa estar calma frente a vos porque yo soy la hija que te abrazaba, la dulce, y los únicos momentos donde tenías a la hija que te sabe acompañar, es cuando te metías con gente que también yo quiero, y a mí eso también me produce algo lo que les hacías. Hoy el vínculo somos vos y yo, ya ahora es otra cosa.
Lograste diferenciarte y no sentirte culpable por ser querida por tu padre porque esa marca fue otro de los factores que te llevo a auto agredirte y a dejarte castigar.. Como que en algún lado te creías el diablo que le sacó el marido a esa mamá.
Totalmente.
Y ahora ya sabés que esto no fue así. Cerramos acá.
DEL OTRO LADO DEL DIVÁN:
Desde que abro la puerta, nuestro abrazo fue cálido y de una gran conexión emocional. Todo el set de fotos ya fue muy divertido, muy relajada y con una gran entrega a todas las propuestas. Fedra es muy alegre, destila ternura y tiene un sentido del humor inmenso, aún cuando habla de sus dolores, logra transmitir esperanza. Sus dotes actorales son de alto vuelo. Su relato contiene una dramaturgia intensa que atrapa como un buen libro, una película, o una obra de teatro, con escenas de su vida que, en la medida que las desarrolla, me lleva a imaginar a cada uno de sus protagonistas. En ese sentido, su teatralidad hace de Fedra puro despliegue de arte e iluminación, porque sabe mostrar la otra cara de la tragedia: la comedia.
Releo esta entrevista ahora, y me parece que le dije todo lo que fui pensando porque fluía naturalmente, ya que Fedra me permitía jugar el lugar de “analista», en tanto, ella está muy analizada.
Su historia es una tragedia edípica que habla de la singularidad de la construcción de la identidad sexual en el ser humano. Notamos una madre ausente libidinalmente por estar absorbida a su marido (fundamentalmente quien representaba su propio padre), Fedra fue chivo expiatorio en esa familia con una mirada de sus padres disociada y contradictoria. Su padre víctima de violencia y con un alto grado de frustración por cumplir mandatos, se refugia en construir en Fedra la mujer que él hubiera deseado tener en lugar de su esposa. Este padre desata la competencia de la madre que le proyecta todo aquello que tenía reprimido, y pasa a ser su rival y al igual que el hermano a quien le predicen que la princesa vino para destronarlo. La literalidad, es decir, la carencia de metáfora en ambos padres, y la lucidez con que de niña enfrentaba sus propias emociones, la salva de la destrucción junto a una abuela que se ofrece como objeto de identificación en tanto es una mujer a quien ella puede valorizar (no como la madre que no es el objeto de deseo del padre), y a la recíproca.
Fedra logra dejar de ser hablada por esos padres, por las voces que la signaban en lugares imposibles y finalmente, y gracias a sus años de análisis, elegir vivir la vida y reinventarse a partir de lo que soñó ser.
Esta entrevista es una enseñanza sobre la construcción de las sexualidades y la singularidad de cada historia personal atravesada por un contexto socio-cultural que nos determina si nos adaptamos con sumisión. Es un ejemplo de lucha y de resiliencia.


