Por Julián Infante
Espectacular pieza teatral que nos lleva a conocer lo que fue, pasó de moda y, ya no es, ni será.
Esta obra, inspirada en el libro de Federico García Lorca “La casa de Bernarda Alba”, nos muestra la vida de las “mujeres de antes”. La disciplina (hoy ilógica) a la que fueron sometidas, la repercusión del “¿¡qué dirán!?” y el hostigamiento en el que se sumía a la mujer que se rebelase a estas “retorcidísimas correctas reglas” de buen comportamiento femenino.
El deseo sexual, el erotismo y la libertad reprimida son explosiones humanas imposibles de contener, pero cuando la obstinación intenta ser más fuerte que la incontinencia emocional que las origina, la supremacía humana vuelve a posicionarse por encima de todo y termina con la humanidad misma que tanto desea.
Las personas perseguimos la libertad hasta alcanzarla. Nada puede detenernos. Nada. Ni la vida misma. Y esa libertad, es una búsqueda constante en esta obra. Cuerpos que hablan y se despliegan en el espacio escénico con total ductilidad. Es una obra donde la teatralidad transita por los cuerpos de los actores, cuerpos que hacen una relectura de esta obra de Lorca con absoluta originalidad.
Una obra creativa y muy recomendable.