Al menos la casa es digna – me digo. Miro a mi alrededor y los objetos silenciosos y quietos no responden. Nada responde. Mi soledad se ha vuelto muda. Cómplice de la nada. Esperé tanto vivir solo, y ahora… ¡estoy completamente solo! Y mi soledad está vacía de recuerdos, de metas, de rencores. ¿Hice bien … Sigue leyendo