Su primer nacimiento fue su recuerdo, el segundo su soledad. Siempre se supo falso y vivió en esa falsedad. Siempre se quiso santo, pero le brotaba la “maldad”. Destruir era su encanto, así creía tener identidad. Repudiaba lo que le tocó en pena vivir, pero esa no era su realidad. Realidad era el desprecio que … Sigue leyendo