« Los Testigos de Lendsford » – Dirección: Amichai Greenberg
Texto y fotografía: Catherine Baccelliere Harrysson
Género: Drama
Estrenada en París el 13 de marzo 2019
« Los Testigos de Lendsford » es el primer largometraje realizado por Amichi Greenberg. Para el logro de esta ópera prima, el proceso de escritura de la película duró 12 años aproximadamente.
La película está inspirada en la masacre de Rechnitz, en Austria, donde la búsqueda de la fosa común comenzó justo después de la guerra.
Poco a poco el drama se convierte en un thriller policial, con la presión de ir contra el reloj.
El film trata sobre un historiador judío ortodoxo, llamador Yoel -interpretado con maestría por el actor Ori Pfeffer- quien investiga sobre una masacre que tuvo lugar en un pueblo de Austria a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Yoel es un austero judío ortodoxo encargado de descubrir el lugar exacto donde está la fosa común con 200 cuerpos, en medio de un inmenso terreno, en la ciudad de Lendsdorf, en Austria.
Un trabajo meticuloso y complicado que lleva años de realización, sólo que la búsqueda debe acelerarse después de un ultimátum: a falta de pruebas el lugar será pavimentado y el expediente cerrado.
La película ganadora del Festival de Cine Israelí y otros importantes festivales, es una disertación filosófica en torno a la identidad judía y la verdad.
Trata un tema espinoso y de lo más delicados: el Holocausto, temática que sigue siendo un desafío al que el cine Israelí se enfrenta en raras ocasiones.
Si este traumatismo, base federadora de la sociedad sionista, es naturalmente omnipresente, evocar frontalmente la Shoah sigue siendo tema tabú.
La manera de tratar el tema de Amichai Greenberd es ingeniosa, puesto que lo presenta en el marco de una investigación totalmente racional.
Nuestro personaje principal, Yoel, representa tres elementos centrales en el judaísmo: el trabajo, la familia y la religión.
« Lo propio del hombre, es el olvido », dice Yoel.
La identidad israelita y del pueblo judío en su conjunto, reposa en esta mirada de su pasado doloroso.
Es por esto que el reconocimiento de esta fosa y la creación de un Memorial son la representación misma de la identidad judía. En todo caso, así lo defiende nuestro protagonista.
Se trata de uno de los valores más sensibles de la colectividad: el de nunca olvidar ni menospreciar su pasado.
El combate se convierte, para Yoel, en una interrogación sobre su propia identidad a medida que avanza en su búsqueda y tiene acceso a archivos secretos ultraconfidenciales. Es allí donde descubre elementos sobre la identidad de su propia madre, quien fue sobreviviente del Holocausto como así también la familia de su madre. Y ahí surge la pregunta sobre quién es Yoel, cuál es su verdad o si fundó su identidad sobre bases falsas. Por supuesto, que esto invita a pensar otra pregunta clave: ¿qué es ser judío?
Un Tsunami emocional tendrá lugar en la vida de Yoel llena de certezas y verdades absolutas, y usted, espectador, lo acompañará bajo el agua. Deconstrucción y reconstrucción…
Hay momentos de verdadera emoción, raros, sin golpes bajos.
La relación de Yoel con su hijo de 12 años que prepara su Bar Mitzva y el tema de la dificultad en la transmisión de la cultura e ideales del judaísmo hacia las nuevas generaciones, es otro regalo que nos hace esta película, con absoluta sobriedad.
La estética del film es muy moderno, su fotografía también, y se estrenó hace pocos días en París arrasando con las mejores críticas.
Una obra maestra, austera, realizada por intelectuales despiertos. Y verla en París que es el cuarto país con mayor cantidad de judíos en el mundo, luego de estar en primer lugar Estados Unidos, segundo Israel y tercero Argentina, es un lujo.
¿Vamos al cine?