
Asintomáticos es la nueva propuesta de Agustín Kazah, uno de los directores de la película documental “La lección de Anatomía” (filmada junto a otro talentoso cineasta como Pablo Arévalo), que rinde homenaje a la obra de teatro y a la vida Carlos Mathus y Antonio Leiva.
Es una serie web de 4 capítulos: ¿Qué pasó con Ramiro Alegría? y son para no morir de un virus sino de risa. Nada más acertado que el título Asintomáticos que habla de la ausencia de síntomas, aunque implique la posibilidad de portar la enfermedad, y esta pandemia, esté o no el virus ingresando en nuestro nuestro cuerpo, y aunque no conlleve síntomas, nos enfermó a todos de una u otra manera. Nuestra mente se contagia de los miedos y la incertidumbre exacerbaba por la politización de esta emergencia sanitaria y la consecuente desinformación mediática. El miedo, la angustia y la perplejidad son las emociones que protagonizan estas historias encarnadas por actores que no parecen estar siguiendo un guión sino más bien, se asemejan a cualquiera de nosotros tomados por una cámara de improviso en nuestra cotidianeidad.
Haciendo catarsis, nos invitan a hacer la nuestra y nos muestran que no estamos tan solos, todos estamos en el mismo barco frente a esta “enfermedad” ahogándonos en un mar de angustias y sin que se expresen los síntomas, nos sentimos enfermos. Y tal como está escrito lo primero que aparece al ingresar al video es: NADIE ENTIENDE UN CARAJO. Estamos obligados a estar en nuestras casas por un virus y hasta la certeza de que la causa sea por una pandemia, está puesta en cuestionamiento. Esta es la enfermedad que ataca sin síntomas a los Asintomáticos y que está muy bien reflejada en esta serie.

En plena cuarentena, Agustín Kazah logra producir episodios muy bien filmados donde nos sumerge en nuestra realidad pandémica con personajes sacados de esa misma realidad que vivimos. Poder reírnos de nosotros mismos y de no entender absolutamente nada, tiene en sí mismo, un efecto terapéutico. Recrear algunos acontecimientos típicos de las reuniones que solemos experimentar en las videollamadas, ya sea por trabajo, para tomar clases o como medio para conectarnos con nuestra familia en la cuarentena, desde las interferencias, no escuchar bien, o que se nos corte el wifi, etc. (y la desesperación en la que caemos frente a la impotencia de saber que es nuestro único medio de comunicación en la actualidad), revaloriza el deseo de concretar un encuentro. Re-conocer que nuestros vínculos afectivos son importantes en nuestras vidas, en una época donde los encuentros se vienen devaluando, donde el Tinder y otras redes sociales, mediatizan las “relaciones” (si lo podemos llamar así ), y donde el mercado del consumo erótico termina matando el deseo, es una resultante de esta serie. Y no es poco que nos procure estas reflexiones (en un período donde el miedo a la muerte nos bombardea por todos lados y los temores a la muerte propia y de nuestros seres queridos nos azota en permanencia). Y como valor agregado, hacerlo con una gran dosis de comicidad y un toque de humor negro, al mejor estilo Alex de la Iglesia, es toda una apuesta muy bien lograda.

Primera vez que veo una serie en pandemia que hable de la pandemia sin que me provoque angustia, y que además, consiga hacerme estallar a carcajadas al tiempo que me lleve a reflexionar. Los artistas suelen contar que hay una gran dificultad para producir en medio de una pandemia y Kazah vuelve a demostrar no sólo que pudo atravesar este tremendo obstáculo ya que es un eximio cineasta sino también que pudo inventar algo nuevo tomando los elementos de esta dura realidad. Poder transformar la realidad en arte y hacer que nos podamos reír de las situaciones que, vistas desde afuera pueden parecer ridículas, habla del trabajo de las formaciones de lo Inconsciente, y el chiste es una de ellas: el mejor remedio para seguir asintomáticos y protegernos de no caer enfermos. Martín Piñol se destaca tanto en la serie (interpreta al cumpleañero) como en los episodios de esta saga que son muy divertidos, donde lo vemos encarnando a un profesor de gym, a un dandy sesgado de espiritualidad burguesa que invita a sus ex a reunirse por zoom, etc. y cada uno de los actores se lucen por su total versatilidad en sus diferentes personajes (ver episodios además de la serie).

Los 4 capitulos de Asíntomáticos, ¿Qué pasó con Ramiro Alegría? y los episodios breves también, son guionados por Paula Magnani con un alto grado de realismo y una profunda observación de las situaciones a las que hemos tenido que adaptarnos en pandemia. Por ejemplo, festejar un cumpleaños en familia y cantarle al cumpleañero cada uno desde su hogar frente al celular o a la computadora, sintiéndonos cercano al ridículo pero al mismo tiempo, cercanos al próximo. Esta suerte de «Dios prótesis» al decir de Freud en El malestar en la cultura, habla de la paradoja de estos dispositivos tecnológicos que al tiempo de hacer presente a quien está ausente, nos confronta con su falta, engendrando tanto el sentimiento de felicidad por poder estar con quienes deseamos como la angustia de enfrentarnos a la dependencia de aparato para presentificar su ausencia.
Esta serie y los episodios están disponibles para verlos en forma libre y gratuita, lo que habla de una gran generosidad para quienes no tienen los medios para abonar lo que vale el trabajo del equipo de artistas. Para quienes cuentan con la posibilidad de colaborar monetariamente, abajo hay un link para poder hacerlo: quienes podemos hacerlo, les aseguro que es una inversión en salud, es como pagar un espacio de análisis y salir satisfecho y más liviano de una sesión.

Apoyemos a nuestros artistas. Colaboremos. Gracias a ellos todavía seguimos vivos, asintomáticos y sin enfermar de un ataque psicológico de pandemia.
Asíntomáticos: ¿Qué pasó con Ramiro Alegría? por Youtube en este link :
https://www.youtube.com/watch?v=4UfvimkWJTo&t=50s

Equipo Creativo: Caro Solari, Martin Piñol, Agustin Kazah, Paula Magnani, Santi Vicchi
Idea Original: Caro Solari, Santi Vicchi, Martin Piñol
Dirección: Agustin Kazah
Guión: Paula Magnani
Colaboración Guión: Ignacio Lampo Producción
General: Rueguet Films & 11Once Producciones
Postproducción: Agustin Kazah
Diseño Gráfico: Galantine Audiovisual