
El salvaje petricor
de tu piel y mi sudor
me abraza en espirales
que me elevan y me llevan
Hacia la sagrada dimensión
de tus texturas, de tus sabores
un mundo sutil donde nuestras pasiones
son la música que danza en el aire
el ritmo de nuestras caricias
de nuestros movimientos
hipnotiza a Cronos
haciendo eterno cada momento
Y nadamos en el vuelo
y ardemos en el fuego
y nos abandonamos al deseo
Nos mezclamos
nos enredamos
nos saboreamos
nos miramos
nos exploramos
nos anudamos
nos agarramos
nos liberamos
nos inventamos
nos disolvemos
y finalmente
volvemos.