
La novela romántica de Valeria Naya “Norte” fue la ganadora del Certamen Literario Lidia María Riba del sello Vera de VR Editoras. Naya ganó un premio de 3.000 dólares en efectivo, una lapicera de plata del orfebre Adrián Pallarols y la publicación de la novela en toda América Latina y España. Valeria accedió a contarnos sobre sus inicios, sus sentires y sus proyectos. Felicitaciones Valeria y muchas gracias por tu tiempo.
- ¿Cómo te iniciaste en la escritura? ¿Desde cuándo lo hacés?
Desde muy pequeña la literatura me atrajo, y formó parte de mi vida. Al principio era narradora oral, y armaba historias que les contaba a mis amigas (a veces eran relatos y poemas). En la adolescencia me animé a poner por escrito (en una máquina de escribir Olivetti que me habían regalado mis tíos) las primeras historias. Eran cuentos policiales. El gusto por el romance comenzó después, y una vez que entré en ese mundo ya no pude escapar de su seducción.
Al momento de decidir mi carrera, mi gusto por la literatura fue definitorio. Elegí la carrera de Profesorado en Letras, y me recibí en la UNLP.
- ¿Qué escritores han influido en tu escritura?
Mis escritores clásicos favoritos son: Agatha Christie, Jane Austen, Emily Brontë, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Leopoldo Lugones.
De las autoras contemporáneas: Florencia Bonelli, María Correa Luna, Mariela Giménez, Laura Miranda, Lola Nieva, Megan Maxwell.
Como verás, hay autores de diferentes géneros que son los que amo leer y a la vez entretejer en mis novelas: policial, fantástico, romance.
- ¿Qué fue lo primero que recordás haber escrito?
Lo primero que escribí eran las redacciones que las señoritas nos daban como tarea en la primaria. Para muchos de mis compañeros era un plomazo, pero yo amaba escribirlas.
Lo primero que escribí fuera de tareas escolares fue una serie de cuentos policiales donde una misma detective (la detective Brissart) debía resolver varios crímenes. Creo que llegué a escribir cinco o seis “casos”.
- Contanos el tema de Norte
Norte cuenta la historia de Emma, una mujer de 45 años, divorciada. Con hijos mayores, que decide migrar a España. Su hijo vive en esa ciudad desde hace más de un año. Ella siente que se ha perdido a sí misma en el camino que le ha tocado transitar. Decide empezar de cero, en un nuevo lugar.
Un caso policial, en el que ayudará como testigo accidental, la cruzará con David Soto. Un detective de la Guardia Civil que también está divorciado y que no busca enamorarse.
La brújula cruzará sus caminos, y un amor apasionado y maduro los obligará a abandonar sus antiguas creencias, y darle una segunda oportunidad al amor.
- ¿Escribiste Norte cuando te enteraste del certamen o ya tenías en mente escribirla?
No la escribí para el certamen. Empecé meses antes de que se supiera del certamen. De hecho, el Certamen VeRa de Novela Romántica Lidia María Riba fue promocionado a partir de fines de octubre, cuando la estaba terminando. El Certamen sí influyó en algo. Había un límite de extensión: entre 300.000 y 500.000 caracteres con espacios. La novela Norte original se excedía por más de 90.000 caracteres. Así que una vez que la terminé de escribir, tuve que ponerme a eliminar fragmentos, escenas y diálogos para que entrara en los parámetros indicados en las bases. En eso fue en lo que influyó.
- ¿Qué o quién te inspiró y en cuánto tiempo la escribiste?
Había terminado de escribir mi segunda novela (que aún no fue editada) y se me ocurrió una trama para mi tercera novela: una novela histórica. Estuve investigando algunos meses para comenzar la escritura; cuando lo hice, llegué a escribir 6 capítulos, y surgió de la nada otra idea, Emma y su viaje a una nueva vida.
Comencé a ver imágenes, como flashes, de su historia. Decidí ponerla por escrito, armar un punteo de escenas para no olvidar nada de lo que surgía en ese momento. Y al final me enganché tanto con esta historia que abandoné la histórica. En abril de 2021 me puse de lleno a trabajar en Norte y la terminé a fines de octubre de 2021.
La trama y las subtramas vinieron a mi mente y fluyeron de un modo que no me había ocurrido nunca. Mi primera novela me llevó 3 años de escritura y 1 año de correcciones. La segunda novela tardé 1 año y medio de escritura y 6 meses de correcciones. Norte me llevó 6 meses de escritura y 1 mes de correcciones.
- ¿Te imaginabas ser la ganadora del certamen? ¿Qué emociones sentiste cuando lo anunciaron?
Desde que se anunció el certamen y el premio puse todas mis energías en ganarlo. Sentía en mi corazón que era la ganadora, pero una siempre se tiene fe, así que no era raro sentirme esperanzada. Cuando escuché a Marcela Aguilar promocionar el certamen y explicar cuál era el perfil de historia que buscaban sentí que era una señal, mi novela coincidía casi punto por punto con lo que ellos buscaban. En diciembre de 2021 envié por correo los ejemplares impresos para el jurado, y por mail el archivo pdf. Y desde ese momento le repetí al universo que debía ganar, que Emma merecía hacer conocer su historia.
Cuando a fines de abril de 2022 dieron a conocer los 10 finalistas, y Norte estaba entre ellos, no lo podía creer. El universo me empezaba a dar lo que con tanta insistencia le pedí.
Dos días antes de la gala donde se iba a dar el resultado me hisopé porque me sentía mal, y di positivo para Covid. Me comuniqué con la gente de la editorial muy angustiada. Había estado esperando desde diciembre del año pasado la gala, y en ese momento se me vedaba la posibilidad de estar presente. La gente de la editorial me dijo que había dos finalistas de otros países que iban a participar a través de zoom, y que yo me iba a sumar a esa modalidad. De algún modo se me permitía estar, aunque no fuera personalmente.
La noche del 14 de mayo me vestí, me maquillé y me senté frente a la pc, para presenciar la gala. Pero el zoom andaba mal, y no teníamos sonido. Yo no las escuchaba y ellas no me escuchaban a mí, ni a la otra autora. Una de las chicas de la editorial nos escribía por el chat de zoom y nos iba diciendo lo que sucedía en la gala. Yo además la seguía por un vivo de Instagram desde el celular, para no perderme nada. Había un gran grupo de amigas ocupando gran parte de la sala Hernández que esperaban que mi novela fuera ganadora. Cuando dieron el título de la novela ganadora se produjo un retraso y un corte en el vivo, así que no escuché en el vivo quién había ganado, solo vi que mucha gente comenzaba a gritar y a aplaudir de pie. La chica de la editorial tardó unos segundos (que para mí fueron eternos) en escribir lo que sucedía:
“la novela ganadora es…” y no me ponía el título. Después de unos segundos escribió “Norte” y ahí reaccioné. Grité, me tomé la cabeza, no lo podía creer; empecé a llorar. Las que gritaban y aplaudían de pie era mis amigas, ahí lo entendí.
La alegría y la emoción aún me embargan. Estoy deseando que la historia de Emma llegue a las manos de las/os lectoras/es.
- ¿Tenés un momento y/o lugar “especial” “preferido” para escribir?
Normalmente escribo de mañana, es el momento del día que estoy más tranquila. Mi jornada laboral es por la tarde, así que las mañanas son mías. Mis hijos se van a sus centros de estudios, mi esposo a su trabajo y la casa está en silencio para mí. Pongo la playlist que armo para cada libro que escribo y abro el archivo. Ahí me dejo ir, mis dedos dibujan tramas, complicaciones y resoluciones.
- ¿Planificás las ideas antes de escribir o las ideas van apareciendo espontáneamente?
Hice varios talleres de escritura donde me aconsejaron armar una escaleta (un esqueleto de la novela, capítulo a capítulo). La realidad es que lo he intentado, pero lo que me sucede siempre es que comienzo la tarea siguiendo el esquema, y en algún punto los personajes toman el mando. Son ellos lo que me indican por dónde ir, a quién dejar entrar en escena o sacar de la misma.
Así que cuando surge la idea de una novela sé cómo va a empezar, y sé cómo va a terminar, pero el camino desde el punto de inicio hasta el final es un misterio que voy descubriendo capítulo a capítulo.
- ¿Cómo definirías a tu estilo de escritura?
Tengo un estilo de escritura muy personal. Mi idea, al describir escenas, es hacer que quien lee experimente las acciones que no sea una persona que espía por una ventana, sino que esté en medio de todo; que sienta los aromas, que deguste los sabores, que escuche las melodías, que sienta las caricias y vea hasta el más mínimo detalle. Así que mi escritura apunta a que las sensaciones de los personajes se repliquen en los lectores. No suelo usar estructuras sintácticas complejas, prefiero un escrito que fluya, que le permita al lector adentrarse en la historia, dejar de ver letras y que comience a ver imágenes. Una película en su cabeza, donde los personajes tienen los rostros que ellos deciden e incluso pueden ser ellos mismos.
- ¿Qué consejo le darías a una persona que tiene ganas escribir y actualmente lo hace de manera amateur?
Le diría que siga haciéndolo. Escribir suele ser una forma de sanar viejas heridas o enfrentar dragones que nos aterran. Escribir es sanador. Así que les diría que nunca dejen de escribir, que sigan haciéndolo. Pero es necesario prepararse para ello. Por eso también les aconsejaría que busquen algún taller de escritura, siempre hay varios presenciales y ahora de modo virtual también.
- ¿Cuál de tus libros es tu favorito? ¿De qué personaje te “enamoraste más “?
No podría elegir uno de mis libros como favorito. Cada uno toca temáticas que me parecen increíbles e importantes, y cada grupo de personajes son como “hijos” para mí.
Mi primera novela se divide en dos tomos: “Alma. Ciudad de tempestades” y “Paulo. Laberinto de pasiones”, y narran la historia de Alma y Paulo, que se conocen mientras intentan sobrevivir a la gran inundación que ocurrió en la ciudad de La Plata de 2013. Son dos personajes que amo, profundamente y que debieron sufrir demasiado para estar juntos.
La segunda novela que escribí, y que aún no se edita, también toca varios temas sensibles de nuestro país. Pero no puedo decir mucho todavía. Sus personajes, Santiago y Eugenia, también superan muchas situaciones.
“Norte” es mi creación más reciente, Emma y David me tienen aún enamorada. Ambos provienen de amores que fracasaron, ninguno busca un nuevo amor, sin embargo, se produce una conexión que no van a poder ignorar. Son tan divertidos, tan románticos y queribles que todavía no pude dejarlos ir para poder pensar en nuevos personajes.
- ¿Qué sentís al terminar uno?
Cuando termino una novela siento un vacío, un duelo. Debo dejar ir a los personajes, dejar de espiar sus vidas y dejarlos ser. Hasta que no logro separarme de ellos no puedo empezar a pensar una nueva historia. Cada pareja debe tener sus propias características y dinámica, así que necesito alejarme de los anteriores para crear los nuevos.
- ¿Si fueras la protagonista de un libro reconocido cual serías?
Siempre me sentí un personaje de novela, debo reconocerlo, por momentos de una comedia, y por otros de tragedia. En algunos de romance y en otros de fantástico.
Creo que el personaje que he sentido muy cercano a mí es el de Bella Swan, de Crepúsculo. Si bien es una novela para un público más adolescente, la creación de mundos con seres fantásticos me apasiona y el de los vampiros es uno de ellos. Pero lo que me acerca a Bella es que se la describe como una joven “absolutamente normal, que no resalta del grupo de adolescentes”, pero a la que le suceden cosas extraordinarias y logra un amor eterno fuera de lo común.
Así me he sentido toda la vida, una mujer más, entre todas; pero a la que le están empezando a pasar cosas increíbles, que nunca creyó lograr.
- ¿Si pudieses reescribir el final del libro de otro autor, lo harías? ¿De qué libro sería?
Nunca me atrevería a meterme en el trabajo de alguien más, pero si hay una historia que me entristeció muchísimo su final fue Romeo y Julieta. Recuerdo que de adolescente veía cada película que hicieron para ver si en alguna cambiaba el final. Shakespeare fue muy cruel con ellos.
Si pudiera cambiaría ese final, haría que Julieta hiciera algún movimiento que demostrara que sigue con vida antes de que Romeo tome el veneno, y así ambos podrían escapar juntos a vivir su amor… pero entiendo que esa historia no se hubiera hecho famosa con ese nuevo final.
- ¿Pensaste en tu próxima producción?
Estoy armando un punteo de nuevos personajes y de por dónde irá la trama principal, me faltan definir algunas secundarias. Pero en breve comienzo a escribirla.
- ¿Qué mensaje le quedes dejar al mundo?
Mi mensaje, en cada uno de mis escritos es que el amor es siempre el camino. Un amor sano. Que los rencores y las mentiras oscurecen nuestras vidas, el amor y el perdón (hacia una misma y hacia los demás) sanan y nos ayudan a tener vidas repletas de sueños cumplidos.
- ¿Algo que quieras contarnos y no te haya preguntado?
Que espero con ansias que esta historia llegue a todos los que quieran leerla, y que pueden buscarme en redes sociales para darme sus devoluciones. Esperaré ansiosa. Gracias por esta oportunidad para que más personas conozcan Norte.
“Escribir suele ser una forma de sanar viejas heridas o enfrentar dragones que nos aterran. Escribir es sanador”.
Valeria Naya