
Entramos en la sala y nos sorprende la escenografía simbólica y funcional de José Escobar que nos transporta a una casa ordenada, prolija que contextualizará a la obra en un pequeño pueblo del interior.
Inteligente uso de la música como conectora de escenas. Con una rigurosa dirección de Agustín Meneses y de Sebastián Irigo, quienes supieron contarnos a la perfección esta historia permitiéndonos crear imágenes vivas del pueblo, de la casa y de todo el universo de la obra.
Las actuaciones nos cautivaron, nos sumergieron en performances genuinas de parte de todo el elenco conformado por Marita Ballesteros, Mayra Homar, la frescura e inocencia del personaje de Malena Resino y las acertadas interpretaciones de Benicio Chendo y Rubén de la Torre dan vida a la exquisita y atrapante dramaturgia de Agustín Meneses.
Un párrafo aparte para Marita Ballesteros quien, de manera sublime, se pone en la piel de una madre longeva que encuentra en su hija Viví, encarnada con una entrañable pasión y talento por Mayra Homar, una contrafigura potente que fortalece la historia.
Los personajes son super queribles; todos somos o conocemos a alguien así: como Viví que, aunque cansada y agobiada, gira cual satélite alrededor de su demandante madre; o como esa madre. Ambas se necesitan, ambas conviven en ese microcosmos único e irrepetible, difícil de penetrar y de modificar.
Todo comienza en la noche profunda, en ese lugar pequeño y absorbente; allí nos encontramos con Viví, pensativa y melancólica, mirando a través de la ventana al todo y a la nada. El pueblo está preparado para una celebración, su fiesta. Esto va a dar un giro a su mundo, al pasado siempre presente (vivo e intacto en sus pensamientos) reminiscencias lejanas que dejarán de serlo. Ella lo sabe, lo siente y, en silencio, está esperando el retorno del amor que vendrá en el cuerpo de Emilio, su único hombre.
Cuando escuchamos la llamada del amor, cuando nuestro sentir y pensar están alineados y coherentes con nuestro accionar, EMPEZAMOS A EXISTIR.
Viví, hasta ese momento aceptó, sólo, no estar mal; se resguardó en la cómoda incomodidad de ése, su mundo y decidió no arriesgar, hasta que el pasado la sacude y la despierta de ese letargo donde durmieron sus días.
El conflicto y la disociación están dentro y no fuera de ella. ¡No te pierdas este tierno y emotivo final!
Te están esperando todos los miércoles en el Teatro El extranjero.
Ficha Técnica
Dramaturgia: Agustin Meneses
Actúan: Marita Ballesteros, Mayra Homar, Malena Resino,Benicio Chendo y Rubén de la Torre
vestuario: José Escobar
Escenografía: José Escobar
Iluminacion : Sebastián Irigo.
Asistencia de dirección. Camila Oviedo.
Prensa: Duche&zarate.
producción ejecutiva: Torna Amore, Rubén de la Torre
Dirección Adjunta: Agustin Meneses.
Direccion General: Sebastian Irigo