El sábado 20 de agosto a las 15 h se presentaron en la emblemática Milonga porteña El beso, Tango Camargo, dos personajes de la obra Escenas de tango de la Compañía HyC tango dirección HyC tango, maestros que están hace 2 meses de gira por Europa. Catalina y Dartagnan están encarnados por nuestra directora Dra Raquel Tesone/ Rachel Revart y Ariel Sojnoczki. Fragmento de una obra que lleva más de 40 funciones todos los miércoles 21 h en milonga icono de la bohemia tanguera La Catedral Club, que al igual que El beso, fue declarada sitio de interés cultural de la ciudad de Buenos Aires. Una invitada de lujo coronó con su presencia está performance tanguera y nos regala está nota en exclusiva para El Inconsciente. Con ustedes: Mónica Peri, creadora junto a Rodolfo Dinzel del Psicotango, quien ha publicado numerosos artículos, libros y da conferencias y seminarios difundiendo el tango por el mundo.

ALGO DISTINTO! Escuché decir a los espectadores durante esta performance tanguera que disfrutamos en la milonga El beso. Milonga que se caracteriza por ser formal, y que, a partir de la mano del organizador Quique Camargo se fue transformando con una impronta distinta y renovada que da lugar a otras expresiones artisticas del tango.

Solo Rachel Revart podía haber roto con el stablishment de lo políticamente correcto en el mundo tanguero, creando una perfomance donde se desplegó el tango atrevido y libertario.

Siempre dije: los pájaros con los pájaros, era lógico entonces que un joven Dartagnan pudiera enfrentarse con semejante aventura y así lograr a capa y espada salvar a la Doncella de cualquier circunstancia . No hubo pista resbalosa, caídas o volcadas que borraran sus sonrisas, sus profundas miradas de aceptación en todo momento. Diferente a las caras serias, circunspectas, tensionadas que ví la noche anterior en un Show grandilocuente en una Milonga palermitana. Ninguna sonrisa, todo debía ser perfecto.

Ya no me gustan los muñequitos de torta, inexpresivos, duritos, igualitos.

Nosotros vimos a los locos de la Balada, los aplaudimos porque nos hicieron sentir, nos dieron permiso para atrevernos. Les juro que cambió el clima de la milonga, después se escuchaban risas y los abrazos eran ciertos.