
Fotografías: Griselda Carriso
Recomendamos leer el primer Al diván MAX MASRI con Dra. RAQUEL TESONE (2016) en este link:
Max Masri creador y líder de la orquesta de electrotango argentino Tanghetto de trayectoria internacional y gran prestigio en el mundo. Ganador del Premio Gardel de La Música en dos oportunidades y cuatro nominaciones al Grammy latino. Su música es una fusión de tango con un mix de electrónica, jazz, world music abrevando de la influencia de Astor Piazzolla. Desde el 2003, Tanghetto ha editado diez álbumes, ha hecho decenas de giras internacionales en más de veinte países de América del Sur, América del Norte, Europa y Asia. Ha recibido numerosas nominaciones y premios. Max Masri es uno de los creadores y pioneros del tango electrónico, y en cada uno de sus álbumes y espectáculos tenía el mismo objetivo artístico, deconstruir el tango y aportar algo nuevo y contemporáneo a este estilo de música tradicional.
Director de varios videoclips de la banda, incluyendo el revolucionario “Mente Frágil” que fue el primer video de tango con temática LGBTQ+.
Max Masri ha tocado en los más diversos escenarios del mundo, incluyendo el O2 Arena de Londres, El Lincoln Center de New York, La Ballena Azul del CCK, El Chicago Symphony Hall, y en festivales como el Womad de Peter Gabriel, El Mundial de Tango de Buenos Aires, El Festival de Tango de Medellín, Festival de Tarbes en Francia, entre muchos otros.

Bienvenido nuevamente al consultorio Max. ¿Qué deseas reconsultarme luego de los seis años que pasaron luego de tu primera consulta?
Tantos años ya pasaron de esa entrevista… Y nos pasaron tantas cosas por encima, hasta una pandemia je je… Hace unos meses tocamos en el Salón Canning, un lugar emblemático para el mundo milonguero, y teníamos toda esa incertidumbre de si íbamos a volver a tocar como antes, y después estuvimos de gira casi todo el año por Europa y América del Norte, estuvo increíble. Pudimos volver al Lincoln Center en NYC con Tanghetto como invitado de Dock Sud, estuvimos tocando en más de 35 ciudades del mundo … Volver a tocar era algo tan necesario para Tanghetto.
¡Venían con mucha actividad en el “parate pandémico”!
Si en 2021 tuvimos bastante actividad, los dos discos “Reinventango” y “Plays Piazzolla” y la nominación al Grammy Latino y también al Premio Gardel. El reconocimiento tan fuerte como ser nominados a la mejor Orquesta de Tango y al mejor álbum de Tango, para nuestro electrotango y para un grupo tan diferente como Tanghetto, es raro (risas).

Sin embargo, es un territorio ya conocido para Tanghetto.
Nosotros llegamos por cuarta vez a los Latin Grammy siendo independientes e inclusivos, algo muy lindo y no tan común. La deconstrucción dentro del tango que inició Tanghetto en sus comienzos, nos ayudó a deconstruirnos a nivel personal también. Proceso que lleva su tiempo y que no hay que dejar de incorporar en todos los aspectos.
Los premios en este caso son un incentivo porque vamos contra la corriente desde nuestro inicio, aunque algunos quizás lo ven como un alarde…
¿Por qué sería un alarde? ¿No sería acaso más bien un honor?
Sí, claro es un honor, pero sabemos cómo es eso en nuestro querido mundo del arte… Tanghetto fue el primer grupo de Electrotango en ser nominada a los Latin Grammy como mejor disco de Tango, y también fuimos los primeros de electrotango en ser nominados como Mejor Orquesta de Tango en los Gardel … eso después abre paso a otros artistas del género…El tango como es de un nicho pequeño, te hace tener vivencias de éxito dispares, como por ejemplo, tocar en las milongas un día, otro día en salas sinfónicas, otro día en teatros, en un centro cultural de barrio o por escenarios del mundo y otros antros. Y post pandemia me gustan todas las opciones (risas); me gustó tocar en La Viruta o en el Lincoln Center y obvio me gustó mucho el Festival de Electrotango que fue en Febrero pasado y se repite dentro de pocos días. Tocamos con otros grupos y se llenó, la gente baila todos los temas, y lo disfruta mucho. Un festival único, ideal para nuestra música.

¿Qué te inspiró el tema «El duelo»? Porque hablas de lo que elaboraste en pandemia y post pandemia, y eso conlleva un duelo.
Y sos escorpiana, sabía que ibas a ir por ahí (risas). Y si entonces, tenía un duelo reciente en lo personal, el duelo es parte de los cierres y parte de lo nuevo que va a venir, sea doloroso o no, ésta época fue de muchos duelos (silencio). Hoy tengo varios duelos en mi cabeza, pero como artista y ser humano, sé que sin un final no hay un inicio y viceversa. Y aprendo a aceptar eso. A veces hay duelos que acompañan por mucho tiempo.
¿Querés hablar de eso?
Eh…? Eh…?
Ese eh… lo voy a poner (risas) pero sino queres hablar de eso, sos libre de no hacerlo.
Es que al mismo tiempo, venía de vivenciar un momento muy feliz, en ese momento era el primer año de Tanghetto y era todo mágico. Cuando esperas toda tu vida vivir y que te reconozcan en el arte y que guste tu propuesta… y así cuando salió el primer disco Emigrante, fue muy instantáneo ese éxito mezcla de mainstream y under, ibas en el taxi y quizás sonaba Tanghetto, gente de todo tipo y de muchos lugares del mundo lo escuchaba y llegaban mails de todos lados, es muy loco eso. Antes de hacer giras, había gente de muchas partes del mundo que se comunicaba con nosotros, estamos hablando del 2004, antes de la explosión de las redes sociales. No era instantáneo como ahora, llegar a Europa, fue un boca a boca tremendo, rapidísimo, y tampoco había tantas orquestas de tango que pudieran hacer giras, y menos de tango electrónico.

Tanghetto fue pionero total. ¿Cómo empezó?
Todo empezó antes de ser “Tanghetto” como un proyecto de tango experimental que llamé “electrotango”… por eso nuestro primer disco se llama Emigrante (electrotango), que es de fines del 2003 … Tanghetto me parecía más interesante que el nombre electrotango, porque estaba inspirado en los tangos ghettos que se arman en todo el mundo de argentinos emigrados. Se lo comenté a mis compañeros del sello y dijeron “¡si!”.
En ese momento había salido Bajofondo, Gotan, Tanghetto y un par más de proyectos, y fue zarpado el éxito y demanda por lo nuevo. Hoy el electrotango se usa para definir al tango electrónico por varias personas.
¿Y cómo se sentía ese éxito?
Mirá (risas)…, me acuerdo que un vecino que ni sabía quién era, los sábados ponía Tanghetto fuertísimo y yo lo escuchaba desde la ventana de mi departamento, esas cosas te hacen sentir el éxito. El vecino tenía ese ritual de poner Charly, Fito, etcétera, y de repente, Tanghetto. ¡Eso es zarpado! Además, Tanghetto sonaba en los bares de Palermo o en San Telmo, y muchísimo en la calle Florida por los Musimundos y disquerías. Una vez, en un mismo día, escuché 3 veces a Tanghetto en distintos lugares de la ciudad sonando por la calle, y eso podía pasarle quizás a grosos como Charly o Gustavo Ceratti…, era dulcemente surrealista.

¿Y cómo se compara esa sensación dulcemente surrealista con el presente? El nuevo disco de Tanghetto.
Ahora nuestro último álbum Reinventango es un disco que surgió en la pandemia, y fue un estado de consciencia y de intuición que todas nuestras vidas habían cambiado radicalmente casi de un día a otro, un reseteo. El disco se concretó entre abril y mayo de 2020 y unos días antes había empezado la restricción por la pandemia. Y nos desapareció una gira importante para la banda, y usamos esa energía para el disco. Así que ese disco marcó como aquel primer Emigrante un principio y un final.
Entonces, Tanghetto se tuvo que reinventar…
Si, ese álbum tiene que ver mucho con reinventarnos… Ese disco no iba a existir, iba a haber otres disques (risas), y salió este disco inesperado, que amo. Al final llevó más tiempo, y quedó muy bien, uno de mis favoritos.
¿Se sentía ese “parate” de no tocar ?
Igual yo sentí ese “parate”, pero es verdad no paré, me sentí parado, que es muy distinto. Cuando vi lo que hice en 2019 no podía creer tanto movimiento. Todo 2020-21 fue con mecanismos lentos, distorsionados por las limitaciones. Había ese feeling de no futuro como en la crisis del 2001. Emigrante y Reinventango son hijos del No futuro, y son hermosos porque tienen esa carga de vivir el ahora sin medir consecuencias. Reinventarse en el hoy, retocando el ayer…

Lo que uno quiere hacer en la vida, retocar lo ya hecho… mejorarlo. Lo que se hace en un psicoanálisis.
(Risas) Este es un disco para mí inspirado en la reinvención y lo transgénero. El pensamiento no binario me parece un paso mas de la humanidad hacia un libre albedrío real. A mí me inspiró mucho un documental de Marsha Johnson, y cómo nace la primera marcha del orgullo LGBTQ+, fue a partir de lo que ella hizo, su primera piedra…, y me dio un entendimiento de cómo uno puede transformar con determinadas acciones tanto a sí mismo como al resto de la humanidad, en un instante. Y ese proceso de Reinventango lo viví como una transformación. Trate de expandirlo, inclusive con otros compañeros muy poco deconstruidos.
¿Sos un transtango?
Totalmente…. Me considero artista y de pensamiento no binario. Sabes que lo dije y que a mucha gente le gustó pero a otros no tanto. Hay ciertos activistas muy radicales, lo hablé con ellos y entendieron, por qué no hacer algo parecido a lo que Lou Reed hizo con Transformer hace 50 años pero desde acá y desde el tango de Tanghetto.
¿Y eso se podría interpretar como una trans-agresión?
(Risas) Trans-gresión me gusta más… Es que el universo del tango es machista y yo lo digo, tanto el hombre y la mujer del tango aceptaron ese código y lo enarbolaron y ahora tienen que deconstruirse porque esas limitaciones ahora son tan absurdas que parecen muy fachoides más que arcaicas. La machirulez nos ha cagado la vida a todos, inclusive a esos boludos que se creen que los beneficia. Ese código que todos tuvimos que adoptar por “supervivencia” es algo que tenemos que desterrar definitivamente. Podemos filosofar que esto o aquello, si es culpa del padre o de la madre o de todos, pero si o si, nos terminó limitando y afectando, y es algo que ya no da.

Ya no da. Sin embargo, el origen prostibulario del tango sigue vigente y el lugar del posicionamiento femenino, el lugar de ser la “elegida” de un hombre, (quien te saque a bailar), es aceptado pasivamente por las mujeres. Se otorga ese poder de elegir al hombre, renunciando ellas a elegir con quien bailar.
Tradición y machismo no deberían ir de la mano ya, ya pasó bastante tiempo, se puede modificar eso ¿no?
Para mí el tango está ligado a nuestra consciencia colectiva argentina y justo lo hablé con una activista LGTBQ+ muy importante en Estados Unidos. Transformar nuestro tango es de alguna forma meterse con nuestro Inconsciente colectivo argento. Me tiene cansado un poco ese facho que se disfraza de progre porque está de moda pero le tiene miedo a todo lo que no es predecible para su psiquis de programa binario, y esa gente que era y es facha , no le queda otra que aceptar que está mal visto ser tan pelotudos y cambia su maquillaje nomás, y seguir rígidamente lleno de prejuicios entorpeciendo o quitando espacios a los trans-gresores. Los argentinos tenemos muchas formas fachas incorporadas y de auto reflejo, que tenemos que seguir modificando o intentando eliminar.
Es así, hay quienes hablan sólo desde el relato discursivo de la inclusión pero, en verdad, es sólo un “como si”.
Exactamente, y te das cuenta que no es así, a veces se ve la hilacha repetidamente. El video que hicimos del himno nacional, es un ejemplo: Juanpy representa la patria, y como es patria no es ni hombre ni mujer, es no binaria. Es todo, es hombre y es mujer, y es hetero, y es trans y es gay, etcétera Y me pusieron en un posteo: “el video es muy lindo pero no, la patria es mujer”. Aceptar que la patria es trans y no tenerle miedo, hay personas que se sienten mujeres y no se sienten trans, y yo lo puedo entender, pero trans es aceptar que tenemos un poco de todo. Ese acto de valentía tiene que ver con lo que inspiró a Reinventango porque si hablamos de deconstrucción y transformación en el tango, hubo gente que lo hizo a nivel artístico como Astor hace mucho, y le decían que no era tango. Reinventango sería un Marsha Johnson meets Piazzolla …
Recuerdo una nota de Lohana Berkins en Canal Encuentro que me partió el bocho. Ella es más representativa de la patria que un soldadito marchando con su rifle (risas).
La cultura machirulezca y envidiosa hizo que muchas veces se frene la transformación, y se diga en forma acusadora: “eso no es tango”, “eso no es el himno”, “eso no es la patria”. Mirá: es tango, es patria, es himno… te guste o no, tanguero “progre” fachistoide con olor a represión (risas).

¿Y el himno más emblemático de lo argentino, no puede ser justamente un tango?
Para mi, en parte sí, o debería serlo también…¿quien dice esto si o esto no?
¿Qué pasa si vos discriminas a ese que te discriminaba? Inclusión también es incluir a ese que es diferente a vos… Nada fácil señor ¿no?
Y bueh, seguimos en lo mismo. Y entonces, es de locos. Porque para mí cuando empezamos a hablar de hacer esta consulta, cuando lanzamos el himno, me sentía un poco frustrado porque es una representación que yo quería que conectara con la gente. Pienso obviamente que merece una oportunidad de qué mucha gente sepa que existe esta versión del himno y su video. Veremos que tan 1984 es 2023…
Veremos… Sin embargo, tuvo mucha repercusión la versión de tu himno en las redes.
Las redes te permiten muchas cosas. Y nunca recibí tantos comentarios y mensajes en toda mi vida artística como con nuestra versión del himno y los seguimos recibiendo desde distintos lugares del mundo pero siento que llegó a un techo raro, que no llegó a dónde debería haber llegado. Por ejemplo, a la TV y otros lugares. Se asustaron y quizás por eso lo “cancelaron”.

Acá está El Inconsciente para tomar consciencia de lo cancelado y reprimido. Y Tanghetto no sólo hace más consciente a nuestra cultura argentina y tanguera, además, siempre está en expansión y tiene la particularidad de fusionar en todos sus aspectos, no solo el tango con el mix electrónica sino también la solidaridad de compartir escenario con artistas invitados.
Me gusta colaborar con muchos artistas, invitamos a tocar a nuestros shows a artistas diversos, algunos legendarios como Peteco Carabajal o Pedro Aznar. Y la verdad, ha sido excelente la experiencia.
Produje discos de Tabaré Leyton, un excelente cantante uruguayo que compone sus propios temas pero también canta tradicional. Es más, su último disco es súper tradicional. Me gusta el tango tradicional como parte del arcoíris de las estéticas del tango, pero si fuese lo único, no me gustaría. A veces me cuestan esas letras muy machistas, aunque entiendo el contexto de la época. También colaboré con Pampa Trash e Hybrid Tango.
Te cuestan esas letras quizás porque apuntas a una transformación del tango. Me preguntó, retomando nuestra primera consulta, si Tanghetto para este tipo de revolución de la música y del pensamiento, debería permanecer en un borde para instituir algo nuevo, y entonces, aceptar esta elección de estar muy poco dentro y un tanto fuera del sistema.
Me siento fuera. Tanghetto tenía desde el comienzo una intención de llegar a un público diferente, como vos cuando haces una obra de teatro sabes a quién querés llegar, y hubo mucha libertad en el primer y segundo disco de Tanghetto.
A veces me frustra de Argentina la gente que tiene ese discurso y me dice: “qué vivo que estuviste tocando en tango queer cuando nadie lo hacía”. ¡Yo no lo hice de vivo! ¡Lo hice porque eso es Tanghetto! Hemos tocado tanto en milongas alternativas como en tradicionales. Y yo no veía venir nada, es que ésta es mi forma de ser y cómo pienso el tango es desde la libertad. Creo fue en la nota de Página 12, me preguntaban sobre mí inspiración de Reinventango en lo trans y el periodista me decía que voy a tener más tangueros tradicionales en contra que antes. La forma que ahora tiene algunos tangueros de agredirte, en la época de Piazzola directamente lo insultaban, ahora lo que hacen es ignorar o cancelarte. Como ahora está mal decir ciertas cosas, lo que hacen es cerrar o ayudar a que te cierren para no entrar en un determinado lugar. Igual en Tanghetto entramos a muchos lugares (risas)
Es muy interesante tu análisis y tu motivo de consulta lo resumiría en una sola cuestión: encontrar la forma de cagarse en quienes te ignoran.
Artísticamente me cago en todos esos y más, creo…. ¡Pero debería más aún! (risas)
Absolutamente de acuerdo. Sigamos por ahí porque siendo como sos y haciendo lo que te gusta, siempre fuiste por tu camino y tu evolución es descomunal. Entonces, ¿por qué te afecta que te ignoren?
Es verdad, esto me afecta a mí, y no a Tanghetto, y me pasa por ejemplo con colegas que veo y que no te pone en redes el famoso “me gusta”, ni nada de eso y después te ven y te dicen; “qué bueno lo que haces” y te das cuenta que saben todo de vos, pero se hicieron los sotas.
En el mundo artístico y sobre todo en el mundo del Tango, todavía está lo del “poronga”, quién la tiene más grande, la competencia y no pueden entender que vos no estás en lo mismo. Tu vida no es solo desparramar una semilla.
Para mi la música trasciende a estos porongas que hicieron del tango algo para pocos, algo que podría haber sido para muchos.
Pero bueno nosotros estamos muy orgullosos de llevar nuestra música por el mundo, en muchos ámbitos diversos.

Me da mucho orgullo que lleves nuestra música por el mundo y me parece mucho más representativo de la Argentina, el himno de Tanghetto, en cambio, el original me da vergüenza ajena. Tanto que fue motivo de análisis que en mi escuela primaria, siendo muy chica y tímida, terminaban echándome de los actos patrios debido a mis “ataques” de risa, y es que no podía cantar esa letra.
¿Quién tendrá que morir por la patria? Por qué matar, salvo que lo quieras hacer en el fondo, como diría Freud, si no hay otras opciones para cambiar el mundo.
Lo mejor sería “o juremos con gloria vivir…” y que “Libertad, Libertad, Libertad” sea lo fundamental del mensaje.
Lo que están haciendo en esta cultura hoy por hoy, dista mucho de la libertad, es la cultura de la cancelación, es buscar en el archivo una frase suelta, y hacerlo meme, viralizarse por cualquier lado y dejarte bien anulado.
Hay alguna gente que aprovecha un error para sentenciarme, pero en realidad tienen la intención de guerra encubierta desde hace tiempo.
En la dictadura, existía la censura, está modalidad que bien describís ¿no es acaso una forma encubierta de censura? ¿No es otra manera de anular la libertad de pensamiento?
Es una época donde la libertad se manipula para que no sea completa o sea limitada. Antes en la época de la dictadura había un censor, ahora te autocensuras, mejor no decir esto porque quizás ofende o se puede entender de tal o cuál manera. Ojo, no estoy de acuerdo en que haya gente que ofenda o segregue indiscriminadamente como ciertos machirulos o racistas, pero a veces se va de mambo la buena intención de limitar a esos seres fachoides que inclusive, en ocasiones, toman una identidad progre para esconder su exagerada machirulez y siguen vigentes. Alguna vez creía que para defenderme de los machirulos tenía que ser como ellos o más que ellos. Y gracias a algunas personas, pude ver lo pelotudo que puede ser imitar semejante huevada.
La cancelación es una forma de agresión pasiva porque actualmente la agresión directa ya casi no existe en su forma burda de antaño. En esta cultura del “like” salvador, decir algo que desentona con el resto, hace que quizás no pongan más “likes” y pasas al anonimato cibernético que sería como que la tribu te abandone en la selva más o menos (risas).
La crisis del 2001 por ejemplo, pareciera estar cancelada. Como algo muy malo que no se quiere recordar y quizás, recordar las crisis, nos servirían para no repetirlas…Y toda esa época fue cuando nació Tanghetto en 2003, en medio de una sensación de no futuro. En ese momento, eso era muy fuerte, mucha frustración y dolor y de esas cenizas de sueños, nació este proyecto musical …

Eso habla de lo novedoso y del sustento ideológico de Tanghetto, contrario a la pura fachada discursiva. Michel Foucault decía que cuando un hecho social impacta y rompe un paradigma instituido para instalar algo nuevo, genera una resistencia desde los discursos de poder y tiene que pasar tiempo para que sea legitimado socialmente.
Es así. Cuando hicimos el videoclip de Mente frágil que tenía una historia de amor entre dos mujeres en 2006, en el canal de Tango que había en ese entonces, no lo quisieron pasar. Y lo pasaron a full en MTV, a pleno, y fue el primer video de tango con una historia LGTBQ+. Ahora me hicieron varias notas por Transtango y por Reinventango, en medios de movimiento inclusivo y se sorprendían de todo el activismo artístico inclusivo de Tanghetto en todos estos años antes de la ley de matrimonio igualitario. Pero antes hubo muchas reflexiones que dije en algunas notas que no aparecieron en esas épocas. Eso es la cancelación. Y me preguntaban: “qué piensa el tanguero tradicional de lo que ustedes hacen”, limitando el mensaje a la payasada obvia de un encasillamiento burdo.
¡Cómo si te importara y como si eso fuera lo más importante! (risas).
Sabes lo que sí me importa, es que cuando llevamos nuestra música por el mundo, llevamos una parte de nuestro país, pero en el presente, Argentina hoy. Cuando salimos no llevamos la nostalgia de un cliché decadente en un club de solas y solos que emanan naftalina para poder sentirse especiales o un show exótico para extranjeros aburridos. Llevamos el tango nuestro en el hoy desde que empezamos y desde nuestra vivencia: el nacimiento de una crisis, la inclusión, el electrotango, el tango queer, expandimos a otros géneros fuera del tango, lo metimos en versiones de música de Depeche Mode o Radiohead, lo metimos por donde quisimos, lo expandimos desde el tango, hicimos desde “El Huracán” hasta “Seven Nation Army”. Tocamos en Festivales de World Music o Jazz, y los mejores Festivales de Tango del mundo, lugares de música electrónica, todas las milongas que imagines. Y cuando empezamos quizás en La Viruta o Salón Canning, también tocábamos en La Marshall o en el festi de Tangoqueer.
Pero también llevamos ese electrotango a salas sinfónicas como La Ballena Azul o La Sala sinfónica de la Usina del Arte, el Mozarteum, El Chicago Symphony Hall, el Lincoln Center, el O2 Arena de Londres… Quizás sin saberlo con esa deconstrucción artística desde el inicio, expandiendo Libertad, Libertad, Libertad…, como nuestra versión del Himno.

Y lo lograste porque Tanghetto está desde sus comienzos reconocido en el mundo del tango y por fuera de él, por un público internacional y por muchos de los bailarines y amantes del tango locales, ese es tu mérito. Queda superar que, tal como Piazzola, no seas profeta en tu Tierra.
Mira hay un poco de eso, no puedo decir que sea tan así, porque por ahí sufrimos de cierta “cancelación” que probablemente está también ligada al tango en general. Pero una persona me lo hizo ver hace unos años, que en nuestro país Tanghetto tiene bastante reconocimiento, hemos tocado en muchas ciudades de nuestra patria y estamos muy agradecidos por haber podido hacerlo. Quizás parte del reconocimiento de nuestra música en nuestro país se da por ejemplo en Los Premios Gardel y todas las nominaciones que hemos tenido en estos años , esos votos de compatriotas que valoran nuestra apuesta artística independiente e inclusiva. Es muy lindo tocar en una Ballena Azul del CCK repleta con tus ídolos de invitados y una audiencia feliz. Y eso por ejemplo, para mi es un gran reconocimiento.
Gracias por la confianza depositada en mí y en tu re-conocimiento de tu re-consulta para y con El Inconsciente.
DEL OTRO LADO DEL DIVÁN:
En esta reconsulta, he seguido el recorrido de la evolución de Tanghetto y de una profunda elaboración psíquica, tanto a nivel personal como profesional en su líder: Max Masri. Esa identidad hace seis años atrás, se estaba construyendo, y poco a poco devino en una reinvención que hace del No futuro un presente vivo.
Abrevando de las fuentes de una gran energía propia transformadora, ha logrado hacer de las crisis (Argentina crisis económica y social 2001 / Argentina 2020 pandemia), un camino para expandirse en libertad.
Hay una serie de reflexiones que nos interpela como sociedad, y eso se traslada a su música que es revolucionaria tanto como su pensamiento respecto a la ruptura de lo convencional.
Esa no alianza con parte de la sociedad argentina que sigue lo tradicional hasta anular o no integrar los nuevos paradigmas, nos reenvía a pensar a Max junto algunos filósofos como Foucault sobre el lugar de los discursos de poder, con Nietzsche con su búsqueda del Superhombre, con Spinoza quien se auto excomulgó de la comunidad judía para hacer su filosofía y me reenvía a Freud cuando señala: “siempre es posible ligar en el amor a una multitud mayor de seres humanos, con tal que otros queden fuera para manifestarles la agresión”. De allí mi intervención: “trans-agresión” en tanto, cuando quienes transgreden las convenciones son excluidos o como bien remarca Max, lo que es más a la moda, es ignorarlos.
En efecto, Max “no se hace el vivo”, él es vivo, y lo hace vivo en Tanghetto. Su arte no es un “como si” fuese inclusivo, Max es inclusivo, no es “como si” está deconstruido del machismo y del pensamiento binario, Max se piensa en una dialéctica que hace síntesis de los antagonismos. Abrevar de otras culturas y alcanzar, como el equipo de los campeones mundiales de fútbol, hacer goles a lo Messi, brillando con su banda al tiempo que ilumina a todo el universo del electrotango que difunde en su país y en el mundo, es su gran singularidad. Esto es el transtango, poder no sólo pensar lo trans, sino actuar en coherencia con lo transubjetivo, con lo que constituye al sujeto inserto en el conjunto social e intentar hacer lazo social. De allí, su música y Tanghetto.
En esta cultura de la cancelación, él se siente afectado frente a su deseo de llegar con su música a una gran masa del público argentino, y como su nombre lo indica, tan-ghetto, está signado por la identidad que lo nomina como emigrante. Con lo cual, es muy franco Max al admitir que la cancelación le afecta a Max y no a su “hijo simbólico”: Tanghetto. Ese hijo sigue produciendo (aún en pandemia) y Max lo mira con admiración y aunque él «no se la cree» , él sí cree en su producto como una máquina deseante, que funciona no a pesar de, sino ‘por’ la peculiaridad de motorizar ese puro movimiento contracultural.
La posibilidad de poner en palabras (sabiendo que EL INCONSCIENTE no sólo no cancela, sino que busca hacer consciente lo censurado), el poder denunciar la cultura del ghosting, del mezquineo del like pero te espío, el caretaje de hacerse el progre, porque no está de moda ir de frente, hace de la personalidad de Max, un ícono del tango contemporáneo y un representante emblemático de lo más innovador de la argentinidad. Max nos abre a esa dimensión de la argentinidad cultivada en su país y atravesada por otras culturas que nutren su arte y el trabajo de pensamiento en el que se fundamenta.
En sus asociaciones libres, se analiza solo, y sólo tiene que escucharse y aceptar que su creación contiene la impronta tanto de la libertad de hacer ruptura con lo “viejo” como la cuota de soledad que implica no responder al goce “bobo” (al decir del concepto de Lacan, y actualmente al «qué mirá bobo» de Messi). Y justamente, el no ceder a ese goce de la demanda generada por el formateo de la mirada cybernetica y masificada del Amo de turno, hace que su deseo se pueda seguir reinventando o más precisamente…: reinventango.