ARTE/INICIO/TEATRO

EL ÚLTIMO – Autoría y Dirección:  Marcelo Allasino – Por Lea March

El pasado viernes tuve el placer enorme de presenciar este suceso artístico cristalizado en una obra de teatro que nos presenta una historia llena de todo lo que hay en la vida cotidiana pero de lo cual no se habla. Homosexualidad, prostitución, frivolidad, obsesión, posesividad, acoso, desesperación. Los dos personajes que la representan en escena son maravillosamente encarnados por Agustin Keller (quien también se ocupa de la música de la obra) y Marcelo Gieco.


En un escenario ambientado con maestría (la iluminación también es obra de su director) que nos sumerge en la realidad de los protagonistas, se desarrolla esta historia de tabúes, que alcanzan y atraviesan límites. Los personajes habitan el mismo y distintos espacios logrando que el escenario cobre dimensiones más allá de lo que se puede percibir. La poesía del texto es hermosa y simple, cautivadora y agresiva. Una obra minada de hitos poéticos con descansos de coloquialidad por momentos hasta cómica. La rítmica de las acciones está muy bien cuidada y los enunciados mantienen al público constantemente atento durante toda la obra. La persistente presencia de la sensualidad y el in crescendo psicoemocional del tema tratado, transforman la atmósfera de toda la sala más de una vez, sumado al apoyo de proyecciones muy bien filmadas y muy atinadamente coordinadas con la acción escénica.


Basada en un caso real de un joven correntino llamado Enzo, quien resolviera sus problemas económicos ofreciendo servicios sexuales y apareciera muerto en un hotel de retiro. Dos hombres fueron condenados por este hecho bajo la carátula: “Crimen de odio de género”. Esto conmovió al autor y director  Marcelo Allasino, inspirándolo para crear a Martín, un joven hegemónicamente hermoso de cuna humilde, obsesionado con su cuerpo, con su moto y con su guitarra que nos cuenta su historia con orgullo y su carrera en la prostitución, mostrando sus tatuajes y narrando por qué se los hizo, así como también nos cuenta qué lo excita y qué no, y otros detalles de su vida y su camino. Y hay otro personaje, sin nombre, un cliente de Martín obsesionado con el joven, aparentemente de muy buen pasar económico que le promete todo para que se quede sólo con él, le manda audios en principio amables y afectivos y poco a poco, va ganando espacio en el campo de la desesperación en la medida que no obtiene respuesta. 

Escenas cómicas, escenas emocionales y las impactantes escenas del crimen nos llevan a vivenciar los límites que puede atravesar el ser humano en la sociedad en que vivimos desplegadas en el espacio en perfecta armonía de los recursos técnicos literarios y actorales.


Todo amante del teatro merece presenciar al menos una vez una obra como ésta, de compromiso en el contenido y de compromiso con el arte escénico. El viernes 10 y el sábado 11 de Marzo hay una cita en el teatro Anfitrión para quienes quieran vivir esta experiencia de la mano de Marcelo Allasino y su maravilloso equipo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.