
PH: Alien Garelli
Condolencias, texto escrito por la dramaturga Alicia Muñoz ganadora del concurso “Las mujeres y Malvinas”, certamen organizado de manera conjunta entre el Teatro Nacional Cervantes (TNC) y la Universidad de la Defensa Nacional, con la colaboración de Argentores y el Museo de Malvinas.
La dramaturgia de Muñoz, nos traslada a los 90, exactamente a 10 años luego de la finalización de la guerra en las Malvinas. En la obra somos testigos de la vivencia postguerra de una familia, del nido vacío consecuencia del horror acontecido.
Condolencias, aporta una nueva mirada al conflicto bélico, una mirada en donde lo femenino está muy presente: incorpora a la perspectiva de género, e introduce a modo de crónica, de manera atemporal, pequeños fragmentos del texto de Maria Saenz de Vernet, esposa del primer gobernador argentino en las islas, escrito en 1829.

Condolencias nos rememora ese momento marcado por la dictadura, por la guerra, sucesos que nos marcó y nos dejó demasiados interrogantes, demasiadas ausencias, demasiadas despedidas, demasiados abrazos sin poder dar, demasiadas gestalt sin completar. Los niños tuvieron que abandonar el nicho familiar para conocer la guerra y besar a la muerte.
En Condolencias somos espectadores de la historia de una madre y de un padre que esperan el regreso de su hijo. Ellos reciben una carta oficial en donde hay un error en el segundo nombre de su hijo, esto hará que la madre se aferre a la idea que está con vida y por ello creará un sin fin de hipótesis hasta encontrar una que pueda corroborar. Sus vidas quedan detenidas en el tiempo. Ellos intentan vislumbrar un halo de luz proyectándose hacia un futuro incierto.
Condolencias nos conecta con la injusticia, el vacío, el desconsuelo y paradójicamente podríamos encontrar la esperanza. Esperanza contenida en una madre, esperanza traducida en el anhelo por encontrar con vida a su hijo, esperanza alimentada luego de recibir esa carta oficial con error. ¿Esperanza o negación? No importa, puesto que ello será el motor para que esa madre bajo ninguna circunstancia renuncie a la búsqueda de su hijo.

Alejandra Darin en el rol de la madre, está magistral, sus silencios hablan, sus palabras emocionan, su cuerpo expresa con intensidad la tristeza y el amor que posee una madre. Roberto Vallejos con absoluta e impecable solidez escénica interpreta desde sus entrañas a ese padre. Tincho Lups (joven veterano), su personaje conmueve hasta las fibras más íntimas. Maria Zubiri (la novia de la adolescencia), su personaje querible, cálido es quien va tomar en la obra una decisión esencial. Mariano Bassi, un oficial del Ejército cuya presencia en ese escenario no pasa para nada desapercibida.
Todos y todas sencillamente superlativos.
La Dirección de Fedra García es minuciosa, impecable, cada escena es una foto que permanecerá en tus sentidos.
Hay que destacar a todo el equipo que monta Condolencias: Marco Pastorino (Diseño de luces), Micaela Sleigh (Diseño escenográfico), Guadalupe Borrajo (Asistente de escenografía), Rosario Diaz (Diseño de vestuario), Miguel Pesce (Música original), y a Diego Rosental (Asesoramiento coreográfico). Cada uno de ellos fue una pieza fundamental para completar el rompecabezas.

El texto, la dirección, las actuaciones, logran que el tiempo en sala Luisa Vehil, quede detenido y que el foco del espectador solo se centre en la obra.
Funciones de jueves a domingo a las 18 h. Hasta fines de Mayo.