Por Dra. Raquel Tesone y Mariano Barrientos
Fotos: Marius Sandu – http://www.mariussandu23.com
«Moi seule ne peux pas changer le monde, mais je peux jeter une pierre dans l’eau pour créer de nombreuses vagues.» Mère Teresa
“Yo sola no puedo cambiar el mundo, pero puedo tirar una piedra en el agua para crear numerosas nuevas olas” Madre Teresa
Y esa piedra es producto de lo Inconsciente de cada sujeto, y reservorio de los instintos de vida y de muerte que operan en nuestro psiquismo. Este efecto que llamaremos “ricochet” genera numerosas ondas en el río del Universo. Ondas fractales que puede unir a todo un grupo humano en torno a sublimar las pulsiones (como el equipo francophone de nuestra Revista), como así también, esas ondas pueden refractar la pulsión de muerte y provocar atentados como el ocurrido el 13 de noviembre en la bella, y hoy triste París.
Difícil tarea para EL INCONSCIENTE la de intentar procesar lo siniestro y el horror del terrorismo. Pero es un trabajo psíquico necesario para EL INCONSCIENTE, primeramente, por tratarse de una Revista francophone y además, por la marca que conlleva el nombre de nuestra Revista que abarca todos los efectos de lo Inconsciente (aún los indeseados).
Es un compromiso indispensable para nosotros (y para el ser parlante) hacernos conscientes e intentar, al menos, la puesta en palabras de este horror sin nombre, ya que lo traumático estalla dentro del orden de lo indecible, de lo innombrable. Y estamos bajo el efecto del trauma, y en ese estado, escribir sobre lo sucedido, tiene carácter de urgencia.
Para Freud, la pulsión de muerte es primaria, ya que el odio es primario al amor en el cachorro humano. Melanie Klein teorizó sobre lo “malo” proyectado en el otro (y en el mundo externo) desde el momento que el bebé se prende al pecho materno (o biberón), lanza la pulsión de muerte fuera de sí, lo que se constituye en sadismo. Más allá del principio del placer, está la compulsión a la repetición, modo en que la pulsión de muerte hace su aparición y exhorta al psiquismo a regresar a un estado inanimado. Muerte del deseo. Deseo de no deseo. En esta instancia se inscribe el terrorismo, ya que atenta no sólo contra la vida de otros, sino de las mismas personas que realizan el ataque.
Lo que un sujeto no metaboliza, lo repite sin cesar en busca de su elaboración. Lo mismo vale para una cultura.
Hubiésemos deseado que esta 2da. Nota Editorial estuviese centrada en la repercusión jubilosa de nuestros lectores cyberinconscientes respecto a las expresiones de lo Inconsciente a la que se consagra nuestra revista: literatura, psicoanálisis, danza, teatro, filosofía, etc. etc. etc. Sin embargo, nos impulsa un compromiso mayor con los damnificados en Francia por los actos terroristas, y también para con el resto de la humanidad. Nos empuja nuestro deseo de estar cerca desde la toma de consciencia, ya que lo reprimido, retornará y se repetirá sin cesar sino iluminamos la oscuridad que caracteriza al ser humano. Tal como advierte Jung: hasta que lo Inconsciente no se haga consciente, lo Inconsciente seguirá dirigiendo nuestras vidas, y lo llamaremos destino.
Desde nuestra aquí, desde EL INCONSCIENTE, nos hacemos solidarios para con nuestra parte del equipo de Francia y para con todos las víctimas.