Por Alberto Díaz

NO dejes que te pellizquen, ni que te humillen, que te hagan creer que una palmadita en el trasero es signo de cariño. NO dejes que te hagan sentir bonita como si fueras una cosa. El amor no es cosificar.

NO dejes que te digan que la pornografía es cosa de hombres porque hay miles de mujeres siendo esclavas donde otros lucran. NO dejes que te usen para propagandas de jabones o hijos en edad de crecer. Ser mujer es algo que NO lo decide un hombre, mucho menos una publicidad. NO permitas que tu hija sienta que sentir es pecado, o que el cuerpo es privilegio o templo…, o mercado. NO permitas siquiera que con leves palabras se te endilguen improperios. Que te digan puta, sucia o barata, como si ellos no tuvieran madre, hijas, hermanas…

NO seas indiferente cuando alguien esta siendo golpeado, mancillado, humillado, segregado. Porque no hace ponerle la «a» para que una mujer sea persona. Ni un concilio para que se decrete que tiene alma. No te burles. No seas maleducado. Ni siquiera mires a las mujeres con condescendencia o respeto disfrazado. O te vas a creer que sos superior porque ahora llegaste a comprender que al final, creciste en una cultura donde la imbecilidad era lo normal.

Tratá a la gente como gente, al otro como otro. Al menos si no podes aceptarla, bancate la diferencia. Sobre todo, fíjate que hay quienes creen que los hijos son parte de la dote erótica con la que satisfacen sus ansias de poder.

NO te rasgues las vestiduras: seguro que mañana estas diciendo alguna boludez como ésta; porque lo que cuenta no son las palabras sino como las podrías lucír por vestimenta diaria. Sé cortés (no Hernán, sino aquel que no quita lo valiente), y NO me rompas mas las pelotas con que querés matarla porque te cago con otro. La concha es de ella. Y las formas de gozar también: ¡NO tuyas, zopenco! ¡Botarate de cuarta! Ah, ¿si? ¿Qué los amigos te cargan? Y bueno, no hay felicitaciones por hacer lo que tenés que hacer: vos sos vos. Y ella es ella. Y vos no sos más ni su marido, ni su amante, ni su nada. Si querés te recomiendo un psicoanalista. Y sino, anda a refugiarte a la … Bueno…, perdoname, podes venir a casa y nos tomamos juntos un vino, escuchando a Tita Merello y a Ramona Galarza.

FB: Alberto Díaz