Por Julián Infante.
Minuto final: Cierro los ojos y pienso en el violento accidente de un vehículo tripulado por sus pasajeros. Imagen fuerte, ¿verdad? Así es esta obra: fuerte.
¿Cuánto tardamos en “amasar” nuestros asuntos pendientes en charlas internas y a puertas cerradas con uno mismo? ¿Hasta dónde nos pueden seguir los fantasmas de nuestros recuerdos sedientos de venganza? ¿Qué tan fuerte hay que gritar para tapar las voces en nuestras cabezas? Revivir un suceso una y otra vez no puede nunca cambiar el mismo, ni modifica su final. Solo nos envuelve en un manto de locura, del cual ya no se puede escapar.
En este unipersonal, y mediante la brillante y conmovedora actuación de Valeria Giorcelli, “Mis cosas preferidas” nos cuenta la historia de una chica que se “reencuentra” en el living comedor de su propia sala de estar mental, con los recuerdos de cuatro amigas de la adolescencia. En una tardecita de té y conversaciones personales, afloran a borbotones los tremendos recuerdos de una situación absolutamente traumática. Se mezclan con el té y las trufas, el recuerdo de una infidelidad, un embarazo, la acongoja, la mirada con un preludio de llanto constante, los celos, la envidia, los pases de factura y justificaciones a lo que ya pasó. Aquí la culpa y los recuerdos son verdugos y sepultureros de una mente rota, salpicada con hemoglobina.
Pegados a la silla, la obra nos mantiene presos de atención total. Atrapante hasta el último sonar del piano.
Esta obra está entre “Mis obras preferidas”.
Funciones: sábados 21 h en “El Camarín de las musas”