Por Maxi Ciruzzi
Como en esta revista hablamos de artistas emergentes, les presento a Marcos Rauch. Actor y director, un joven talento de 25 años triunfando en la cartelera off de Buenos Aires. Es hermano del talentoso Gerónimo Rauch, ex Mambrú y una personalidad destacada de Cultura del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, donde triunfa en las obras más taquilleras de Broadway, entre una de ellas “El fantasma de la ópera” y “Los miserables”. Superando todos los obstáculos, Marcos pudo hacerse un lugar en el espectáculo, nada más y nada menos que ganándose el respeto de sus colegas y principalmente de su famoso hermano, con sus dos obras en cartel: Rufianes y Simondieu. Hoy en día, los argentinos estamos pasando por una situación donde el trabajo se mide por los éxitos y no por el esfuerzo que uno realiza. En este caso, Marcos Rauch, con su experiencia de vida nos muestra que hay otras maneras de reinventarse y triunfar en lo personal. Es realmente esperanzador que tengamos talentos emergentes de esta envergadura, si lo comparamos con el fútbol, podríamos decir que hay un Messi artístico en la cantera que está pidiendo pista en primera. Ya lo hizo desde muy chico en cine, tv y teatro. Hoy dirige dos obras con un éxito fenomenal, que se lo ganó con mucho esfuerzo y no hay nada mejor que se lo demuestre su público, que al ver sus obras salen volando a postear en las redes sociales lo bien que la pasaron.
El sábado 2 de julio estrenó la 5ta. temporada de Simondieu, su obra de cabecera de improvisación que contiene un alto rendimiento actoral y donde pudo darle una interesante vuelta de tuerca a la hora de hacer un espectáculo de improvisación. Simondieu es una obra donde él interactúa dirigiendo en escena a los actores. La escenografía, el vestuario, la música en vivo y sobre toda las cosas, la tecnología, la pantalla, los videos, las luces, el público, forma parte de una vorágine visual y auditiva que hace que te vayas de la obra con la energía muy pero muy arriba.
Esta obra súper recomendada, si algún día estas deprimido o queres levantarle el ánimo a un amigo o familiar, esta es tu opción.
Ahora, vayamos al principio, al momento en que entro al bar del teatro y lo veo a Marcos Rauch con una mochila en su espalda hablando con su productor. Espero que termine su charla y lo encaro. Nos saludamos efusivamente ya que no nos veíamos hacía varios años. Con una energía especial, esas que pocos tienen, me dice que lo acompañe y nos fuimos al mejor lugar para hacer una entrevista en un teatro. Fuimos al depósito donde se guarda el arte de todas las obras que están en cartel, el olor es inconfundible, estábamos respirando arte. Ahí nos instalamos en dos butacas medias rotas y la entrevista comenzó…
¿Simon Die es tu segunda obra en cartel?
Exactamente, este año tengo dos. Rufianes que está los lunes a las 21 hs en el Galpón de Guevara, es un musical de época que transcurre en Rosario en 1930. La segunda es Simondieu que estrenamos hoy sábado 2 de Julio la quinta temporada en el teatro el método Kairos. Es la quinta temporada y cada año nos renovamos un poco más. Este año renovamos la escenografía y es una escenografía desmontable donde los actores puedan crear más mundos. Estamos estrenando 3 bloques nuevos, de los 8 por función que hay. Esto nos da una renovación total y poder seguir explorando la improvisación.
Vos venís de una familia de artistas. ¿Cómo comenzó tu carrera?
La música y el arte lo mamamos de mi papá que es médico, cosa rarísima, pero el fue el que más nos incentivo, principalmente a mis hermanos que son muchos más grandes que yo. Nos estímulo para estudiar comedia musical, teatro y demás. Y así empezamos a formarnos. En paralelo, mi madre fue la productora artística de Telefe durante 25 años y ella estaba muy metida en el medio. En las cenas compartidas en familia no se hablaba de otra cosa que de arte, tele y teatro. Mi hermana Victoria es actriz, mi otra hermana Carolina es productora, hoy produce mi obra Rufianes, Jerónimo es cantante y actor de comedia musical en 2 obras de Broadway. Yo mamé todo eso y acá estoy haciendo camino al andar. Disfrutando.
¿Cómo pudiste llevar el éxito de tus hermanos y convertirte en actor y director?
Bueno, no fue fácil… El hecho de tener una familia que se dedica a esto hace que obviamente las expectativas sean muy altas, pero la verdad que hubo muy pocas presiones de ellos hacia mí. Me acompañaron en mis decisiones y fue super positivo. A la vez, hubo muchas presiones internas mías porque la vara estaba muy alta para mi internamente, entonces tenía esa sensación ambigua.
Soy muy auto exigente con mi trabajo. Tuve que afrontar muchas barreras psicológicas respecto al canto, principalmente por escuchar a mi hermano, y también actoralmente porque mi madre es muy sincera y super crítica. Yo hacía castings en la época que ella estaba en TELEFE y no quedaba en ninguno. Tuve devoluciones muy respetuosas, pero reboté en todas. Todo eso duele al ego, pero lo veo 100% positivo. Me forjó como persona y me dí cuenta que hay que esforzarse y laburar.
¿Vos te das cuenta de todo lo que hiciste en tu corta carrera? ¿Tenés un hijo? ¿Cuántos años tenés?
(Risas) Tengo 25 recién cumplidos y sí tengo un hijo que se llama Camilo. Yo estoy feliz, más que nada por disfrutar con mis compañeros. Nada de esto se puede hacer solo. Si hay algo que aprendí en mi corta experiencia, es que nada se hace solo. Todo se hace en equipo, en el caso de SimonDieu, se incorporó al equipo Juan Bautista Sasiain que es el productor, él potenció el proyecto con sus conocimientos de producción y de marketing. Sin él, Simondieu, no estaría acá. Lo mismo que Camilo Cuello Vitale, Angelo Fornabaio, Loreta Lorenzon y Paolo Sambrini, Santiago Questa que son los actores, y Juan Ignacio López que es el músico de la obra. Todos improvisando arriba del escenario, esto es de ellos también, somos un equipo. Al igual que Rufianes. Ese es mi aprendizaje y la mayor satisfacción.
¿Cuál es el aporte que le brindas a tus proyectos?
Yo puse en primer instancia el empuje, la motivación para todos, el convencimiento a que se sumen al equipo y fui yo quien armé el equipo. Por supuesto que estoy orgulloso de la gente que trabaja conmigo. Haber elegido la gente correcta es lo que hace que estos proyectos tengan gente talentosa y buena gente, esto es fundamental. También las identidades de las obras, desde lo macro, y después toda esta gente talentosa, hace que cada producto sea bueno.
¿De dónde surgen las ideas y lo macro en tu mundo?
¡Qué buena pregunta! Yo creo que viene desde chico todo esto. Yo dibujaba mucho, me imaginaba planetas, eso me motivaba a crear, crear y crear. Ahora de grande me doy mucho con la música, capaz que escucho una canción y me imagino una escena o algún personaje que me gustaría ver o ya sea para actuar o para dirigir o una estética. Yendo a lo macro, es la necesidad de hacer. Cuando arranqué con Simondieu tenía 19 años. En ese momento estaba laburando como actor había terminado de actuar en una película, pero había en mi interior una necesidad de hacer y no depender del “llamado”.
¿Cuál es el secreto de tu liderazgo?
Saber cuando ceder y saber pedir perdón. Entender que la única forma para cualquier objetivo es la buena onda. Sobre todo hay que ser respetuoso, para mí no existe la posición de “director y soy el que tengo la última palabra”. Somos todos compañeros de trabajo y todos en sus puestos aportan sus visiones. Seguramente a mí me toca la decisión final, pero la realidad es que lo hacemos entre todos. La clave como cabeza de equipo es generar esa buena onda, que todos se sientan cómodos y tengan confianza en ellos mismos.
¿Qué es SimonDieu?
Simondieu es una obra de improvisación, que fue creciendo paulatinamente. Los primeros 2 años fue un quiebre muy grande para nosotros porque no sabíamos para donde íbamos básicamente, estábamos investigando que era, si era un espectáculo de humor solamente o qué. Teníamos las consignas del público y yo dirigía a los actores a partir de eso. La modalidad no nos convencía, y era muy parecido a todo lo que se venía viendo en improvisación. Tampoco el teatro que elegimos, por esos años estábamos en el Paseo la Plaza. Fueron malas elecciones mías, quería crecer y pensé que estar en el Paseo la Plaza era el medio, pero no fue así. En ese entonces, se sumó Juan Sasiain, hoy el productor estrella de la obra, y nos fuimos a hacer la 3 temporada al espacio del teatro El Método Kairós. Desde ahí pudimos tener una investigación más profunda de nuestra obra y pudimos construir una escenografía funcional a las improvisaciones, donde se sumó una visión de espectáculo con un régimen de invitados famosos al elenco, entre otras cosas. Gracias a la sumatoria de Juan, nos dio un aire fresco y de investigación constante. También el equipo mutó, en ese entonces cambió la mitad del equipo, eso aportó un cambio radical sin destruir la esencia. Hoy por hoy, el espectáculo se rige por consignas del público, pero las consignas van mezcladas por bloques con desafíos donde ponen al elenco en una situación de “crear” fuera del estado de comodidad. Yo, como director participo muchísimo más de las escenas y eso, nos dio aire y crecimiento. La gente se lo pasa de puta madre.
¿Cómo logran que el público la pase tan bien?
Vi que las mejores funciones vienen de salir de la comodidad de pensar. Trato de pedir y pedir y sacarlos de ese estado de conciencia. Eso nos trajo resultados muy ricos. Escucho al público y trabajo sobre eso, para poder enriquecer a los actores.
¿Considerás que el Inconsciente aporta a tu obra algo?
Definitivamente, hacen mucha catarsis humorística y generan un humor negro divertido. Incluso en las charlas que tenemos de equipo me aportan que quieren consignas que los saquen del lugar de confort. Me lo piden ellos, quieren cosas nuevas y por eso todas las funciones ellos no saben que bloques se viene y eso hace que sean un éxito en lo actoral. Por ejemplo, el año pasado que fue un año electoral, un día salió hacer un debate. Y desde un lugar de respeto los chistes fueron de un bando a otro y estuvo genial, el público lo pasó realmente muy bien.
Por otro lado, lo que me pasa con el Inconsciente, es que a veces en el público hay alguien que conozco o bien los actores que por ahí sabemos que le suceden cosas en la vida real… En otras ocasiones, hay temas que me ponen un poco nervioso y empiezo a transpirar porque pienso que alguien se puede poner mal o enojar, pero todo lo contrario, a esa gente la vi matándose de risa. Creo que hay algo que hace que se descomprima el drama y esté todo bien. El tema es que los actores están jugando y yo que soy más consciente, lo sufro muchísimo.
¿Haces terapia?
Hice mucho tiempo, ahora no por tiempo y por plata (risas). Pero voy a volver porque esta buenísimo y es necesario. Ahora lo suplanté con la meditación.
¿No crees que la terapia te puede llevar a otro nivel la creatividad en la dirección de los actores?
Si, más que nada porque te hace ponerte más receptivo que ordenar por algo… libera mucho más el estímulo, el impulso y la imaginación. Me pone en una constante búsqueda y es una buena herramienta que tengo que retomar.
Siendo el más chico de la famila ¿Cómo llevas la competencia entre tus hermanos?
Competencia con mis hermanos nunca hubo porque soy el más chico y siempre los vi como referentes, es más, a Jero, lo siento más cercano a un padre en lo artístico que como competencia. Pero sí quiero ser distinto y trato de destacarme en algunos aspectos; claramente cantamos muy distintos, la voz de él es privilegiada, pero nuestro color de voz, es parecida. Por momentos cuando era mucho más chico me escuchaba como una mala versión de él. Fueron barreras psicológicas que tuve que superar, nunca lo viví como competencia, pero repercutió internamente donde psicológicamente y lo tuve que trabajar. Gracias a Simondieu pude combatir estas cuestiones internas.
¿Y ser papá muy joven te ayudó a combatir estas cuestiones internas que sufrías?
Si, me ayudó a combatir muchas presiones psicológicas y me ayudó con mi creatividad. Es lo más importante ocupar mi rol como padre y eso me permitió ocupar ser la cabeza de un equipo como el que tengo ahora. Es una experiencia de vida muy linda que me aportó mucho como artista también. Digo un artista también se mueve por lo que le pasa en la vida y en ese sentido me vino muy bien también (se sonríe).
¿Los objetivos para este segundo semestre del 2016?
Como actor y director no quiero a esta altura estar en otro lugar en el que estoy. Si, me encantaría que venga muchísima más gente de la que viene. Pero la realidad es que llenamos todos los días y eso es un privilegio que me enorgullece. Seguir creciendo y generando proyectos que me atraigan. Por otro lado, creer en la parte actoral, hace poco estuve en Pijama Party en Disney Channel, y prácticamente deseo seguir por este camino.
Vos sabes que la explosión mediática puede venir de un día para el otro, es más, ya estás teniendo el reconocimiento de la prensa ¿Qué te produce?
Años atrás lo pensaba, pero me pasó que hubo muchos proyectos que estaban por explotar y nunca explotaron mediáticamente, y no me reconocía ni mi vieja (risas) Entonces, la expectativa me ponía triste. Ahora llegó la instancia ser reconocido en la calle por Simondieu y no por la tele. Nada te garantiza nada y ese estigma me lo saqué de encima. Que llegue cuando llegue, ya no pienso en eso.
Para terminar ¿Cómo te ves en 5 años? ¿Cine, Tv o teatro?
Que difícil… Creo que me veo actuando un poco más, y hoy por hoy, estoy eligiendo más la dirección. También me veo produciendo y dirigiendo más obras y espero que me relacionen más por la identidad propia que tengo al hacer mis producciones. Y elijo el Teatro, sin duda alguna.
Gracias Marcos por tu tiempo.
Gracias Maxi. La mejor entrevista que me hicieron en estos años.
Simondieu: Funciones todos los sábados a las 23:30 en el teatro El método Kairós.