Rudy es célebre sobre todo como humorista y es también reconocido como un gran escritor y comediante. Porteño y bien nuestro, culturalmente judío. Progre. Y como si esto fuera poco, es psicoanalista retirado y paciente en actividad. Edad 61 años, pero le dan menos. Separado. Un hijo. Además, tiene una trayectoria que no logra sintetizar El Inconsciente que considera todo su recorrido muy relevante y con una diversidad creativa que vale destacarla. El tríptico (no podía no ser así siendo psi) aquí se detalla:
Humorista gráfico: Desde 1987 es coautor del chiste de tapa del diario Página/12, junto a Daniel Paz. Desde 1987 a 2018 coordinó el suplemento semanal de humor Sátira/12 Desde 1987, escribe columnas humorísticas para Página/12 Desde 1992, columnista del quincenario Acción (Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos).
Escritor: Autor -en algunos casos en coautoría- de más de 50 libros publicados de humor: Últimos libros publicados: Divinidades (2018) Una producción de Buffet Freud, humor psi (Colihue). La pesada gerencia (resistiendo con humor), Colihue 2017. Sigmund Freud: Vida y Milagros (biografía humorística de Freud) Galerna, sept 2014. Buffet Freud responde (el libro de las preguntas). Galerna, 2013.Odiar es pertenecer (reedición), con Eliahu Toker, Ediciones B; 2013
Comediante: Desde 2003, coautor y participante en las conferencias “Tragedias abadías” (Edipo, Ulises, Orestes, la Guerra de Troya, Antígona) con José. E. Abadi y Titi Isoardi Desde abril de 2007 Coautoría y actuación en el espectáculo de Stand up comedy (monólogos de humor) ¡Oy oy! Luego. Luego autor e intérprete de los unipersonales: “Rudy for vice president” estrenado en octubre del 2008, representado hasta 2010 Arrabaleros, mesclum de humor, tango y parodias musicales” junto a Silvana Gregori, 2009-2010. Autor y protagonista del unipersonal “Rudy ´parcialmente descremado”, estrenado en diciembre de 2010, y representado en 2011. Autor y coprotagonista con Silvana Gregori del show Multisocket, casi multimedia”. estrenado en febrero de 2011 Autor y protagonista del show “Rudy a la carta”- interpretado desde 2012 a la actualidad. Autor y protagonista del show : “ todo sobre mi diván”, humor psi. Interpretado En Clasica y Moderna en 2013 y 2014 “Todo sobre mi diván 2015” nueva versión, Todo sobre mi diván recargado. Desde febrero de 2016 en el café MONtserrat. Diez años hablando solo ( desde 2017), La pesada Gerencia (humor político), y “Una nochecita en idish”, humor en castellano y canciones en idish, junto a Zulema Benveniste ( canto y acordeón) y Juan Grabina (Guitarra)
¡Y hay un “Además”!: En televisión colaboración en los guiones del programa de Tato Bores, desde 1990 hasta 1992, Libretista de Kanal K (el de los muñecos) en 1991 y 1992.colaboración en los guiones de peor es nada, 1993.Autor e intérprete de monólogos de humor (ocho), en el programa Mitomanías Argentinas, que se transmitió por el canal Encuentro, en julio y agosto 2014, y se puede ver por Internet. Autor e intérprete de monólogos de humor en Economía Política (2016 C5N)
Contame tu motivo de consulta.
Yo estoy analizándome y tengo un motivo por el que hace unos seis años yo consulté y es por lo mismo que te vengo a consultar, aunque ya venía con mucho análisis, y nunca tuve dos analistas juntos (risas).
Está entonces sería tu primera vez.
(Risas) ¡Sí, ya tengo uno y ahora te consulto a vos! Hace algunos consulté por un chiste donde un tipo que va en su auto en una autopista, escucha por los parlantes, cuidado que hay un auto contramano. El dice: “no, uno no, son diez mil” (risas). Yo me identifico con ese tipo, pero veía las señales y estaba bien como yo estaba yendo, y eran los diez mil que iban a contramano. Esto tiene que ver con ser humorista. Tengo una sensación de no encajar. Lo que veo a contramano es el mal llamado sentido común.
Es el menos común de los sentidos.
Es más común de lo que crees, pero para mí, todo sentido común está a contramano y no es otra cosa que un prejuicio. No existe ni tendría que existir.
En ese sentido te dije que es el menos común de los sentidos, ya que es una creencia muy común pensar que hay un sentido común cuando todos somos diferentes.
Dicho así es diferente, no es “ojalá hubiera un sentido común”. Es entendible que en una autopista por convención y para no chocar, vamos todos para acá o allá por este carril, pero lo que en la autopista tiene sentido, en la vida no tiene sentido. Quizás gracias a eso yo me sostengo y gracias a eso gano mis fideos, digamos, pero veo que hay como una especie de naturalización de un montón de cosas que si te detienes a pensarlas un poco, son absurdas.
De ahí salen muchos de tus chistes.
Exactamente. Para mí el humor o el psicoanálisis decía Freud que era como el trabajo del escultor, es más descubrir que inventar. Todo el tiempo las maneras sociales o personales que tenemos, porque me incluyo, son absurdas, nos pasamos sosteniendo cosas que uno se pregunta por qué y para qué, resultan absurdas.
Si es que te lo llegas a preguntar.
(Risas) Claro, está tan naturalizado que la mayoría no se lo pregunta. Me suele pasar que estoy en un lugar con un grupo de gente, y pienso que “a mí eso no me pasa”, como si voy a contramano. Ponele: se da como natural que en ciertos lugares generacionales que la persona esté en pareja o no, pero parece que lo mejor estar en pareja. Yo a veces estoy y a veces no, pero nunca pienso que lo mejor es estar en pareja.
Tampoco tiene que ser lo mejor estar solo, porque no hay un estado ideal.
¡Justamente! No es la contradicción “solo o en pareja”, no es la tesis y la antítesis. Hay gente que está sola en pareja y hay gente que está acompañado sin estar en pareja, no tiene nada que ver. Ayer charlaba con una persona por la cuestión de género, quien me decía que había muchas menos mujeres CEO que varones, y yo le contesté que debe ser que muchas mujeres descubrieron que es una cagada ser CEO.
(Risas) Y en eso las mujeres tenemos más libertad y menos peso social para no creernos lo que nos venden.
Sin embargo, lo que se dice es que si hay más varones CEO es porque es un lugar mejor. A mí francamente si vos me decís ¿qué preferís ser CEO o humorista?, yo te digo: ¡humorista toda la vida!
Y sí, sé que no es divertido, se vive un estrés importante.
Claro para vos y para mí no es divertido, y parece que para vos y para mí lo divertido es un valor importante o es un deseo en la vida. Si empiezo una novela, no tengo la menor idea de cuál es el camino por donde voy a llegar ahí, alguna asociación me hace llegar pero es algo inesperado. Por ejemplo, esta semana yo quise escribir algo del Mayo francés porque son 50 años, empecé a hablar de este gobierno y que van a perder las próximas elecciones, y al final de muchas preguntas alrededor de esto, termino la nota con que ya sé que estamos a 50 años del Mayo francés, pero se les fue la mano con “la imaginación al poder”. Esa es la única alusión que hay en la nota al tema de origen que iba a escribir. Esto me pasa a mí. Pero veo que gente analizada, siguiendo los mandatos, pero que nadie sabe quién los mandó, y parecieran tener un peso muy fuerte y que no hay mucho remedio.
El espacio del análisis es, a mi criterio, el lugar indicado para cuestionarse los mandatos sociales. De hecho, vos te estás preguntando justamente esto en esta entrevista.
Pero yo creo que los analistas tampoco están exentos, algunos sí y otros no, pero no vi en terapias, no en la mía porque en la mía, eso no va conmigo, ni mi analista ni yo dejaríamos que pase, pero veo que hay cierta transmisión de valores. No es que esté en contra de los valores en sí, pero el análisis es un lugar donde no tienen que estar. Como humorista, mis valores los puedo poner en juego o no, sin duda, un chiste lo haré desde mi punto de vista porque eso es inevitable. Tal vez es inevitable para un psicoanalista porque la ideología está presente siempre.
Nuestro trabajo como analista es trabajar sobre los valores y mandatos del otro, no poner en juego los nuestros, y nuestra ética es tenerlos bien analizados. Sino ¡estamos en el horno!
Exactamente. Por eso mi pregunta es ¿por qué están tan en juego los valores que parecen ser ir “mano” cuando para mí esto es ir a contramano? Conocerás psicólogos que sostienen esto de “este paciente logró tal cosa, o tal otra”.
Si. Los llamo los psi “resultadistas”. Buscan llegar a un resultado siendo que el análisis es todo lo contrario.
Eso, pero ese resultado, ese logro, ¿es estar mejor? No digo que no, pero no lo sé. Pero hay una sensación social de que cambia el concepto y qué cambia qué es estar mejor. En un momento es ser rico, en otro es ser solidario, en otro sea estar en pareja y en otro puede ser bancarse no estarlo, pero siempre como un valor. Y en realidad, no creo que para todo el mundo estar mejor sea lo mismo. En realidad ni yo voy por la mano, ni los otros van contramano. Te cuento, yo me quedo hasta tarde laburando y como vivo solo y mi hijo es grande, no me tengo que levantar temprano. Un lunes por la mañana no estaba de un buen humor, y atiendo el teléfono y era de una institución psicoanalítica bastante prestigiosa, pero no me acuerdo cuál era, me llaman para invitarme a participar en una mesa redonda sobre las nuevas sexualidades. Se ve que me había despertado con los tapones de punta, y yo les pregunté: “¿ustedes son psicoanalistas?” (Risas). Si, por supuesto, me dice, y yo respondo: “entonces, ¿de qué nuevas sexualidades están hablando? Me justificaban con que la gente consulta, sí, claro, la gente puede consultar porque le pica la uña, pero luego desde el psicoanálisis, si estamos hablando de lo Inconsciente, tanto no cambió el Inconsciente.
Y lo que descubrió Freud de la sexualidad infantil, tampoco.
Hablando de Freud, yo hice la biografía de Freud con humor, “Freud, vida y milagros” se llama, y me tomé cuatro años de laburo.
Es excelente.
Muchas gracias. Es que investigué y el humor no quiere decir “no serio”, sino ir contra lo solemne que es totalmente diferente. Mucho se decía que a Freud lo habían tratado mal porque el tipo descubre la sexualidad infantil. No es así. Lo que yo decía muy en chiste pero en serio, decía que a Freud no lo persiguieron porque descubrió la sexualidad infantil sino porque descubrió que los adultos tenemos sexualidad infantil. Si ahora puede haber más gente que se banque ese enunciado, ¡imagínate en 1914! También muchas de las cuestiones que se atribuyen al género, para mí son más de poder que de género. No estoy en contra de pensarlo así, pero si de verdad se quiere que algo cambie, no es pensar los varones por un lado y las mujeres por el otro. No me pasa por ahí la vida, porque yo vengo de una familia matriarcal, estudié en un colegio mixto, viví en términos de igualdad o a veces, la desigualdad pero para el otro lado. La conocí tanto y trabajé en instituciones donde hay igualdad. Por ejemplo, no hay muchas mujeres humoristas, ahora hay algunas más con los monólogos, humoristas gráficas hay muy pocas, por algún motivo que desconozco, pero entiendo que la sociedad es más permisiva para los varones que para las mujeres, pero en el fondo, no es más permisiva para nadie.
El hombre tiene otro tipo de peso cultural. ¡Hay que ser CEO y creerse que eso es tenerla grande! Logré ser CEO. No lo puedo pensar como un logro, y menos después de haber atendido a muchos CEOs que sufrían muchísimo por estrés. Y después de años de análisis, la mayoría decidió renunciar para consagrarse a su deseo.
¡Vos lo que descubriste es que el CEO es lo contrario del deSEO!
(Risas) ¡Qué lacaniano!
(Risas) No soy lacaniano, es que si tomás cien CEOs que no se analicen, ellos creen que lo lograron, porque hay mucha gente que los debe envidiar pensando que son felices. Y los otros se deben imaginar que ese tipo no tiene falta.
Y sin embargo, vienen con una angustia de castración muy terrible, pero tienen que romper con mandatos sociales y familiares, para poder liberar ese deseo. Volviendo a tu motivo de consulta sería: ¿cómo hago para bancarme mi deseo, no ser CEO ,(risas) frente a los otros que van para el otro lado de su deseo?
Me lo banco, pero a veces, te deja en un lugar que no encajas. Sos el humorista. Hay gente que no es tan distinta. Me imagino en un Congreso de CEOS y se deben sentir muy raros, y yo me divierto.
Uno de mis analizados descubrió así que era un artista, se aburría tanto que empezaba a dibujar en sus largas reuniones, y le pedí que me traiga lo que dibujaba, y lo que hacía era maravilloso. Así que largó todo y se dedicó a la pintura.
Entiendo que el arte a veces no sirve para ir a la panadería, pero lo mejor es no reprimir su costado artístico, hay que darle un espacio… En mi caso, mi motivo de consulta es sentir que si sos humorista, no sos serio. Hace treinta años me decían: “sos humorista, claro, ¿y de qué vivís?” Yo les respondía que vivía del humor, es un sueldo comunista, es un buen sueldo. El otro no entendía nada.
No te preocupes, mis padres me dijeron que como psicóloga no iba a poder jamás mantenerme y que sería mejor ser contadora. Fui a contramano y me guié por mi deseo, y siempre me mantuve con mi profesión. Aunque al principio comía arroz y fideos, al poco tiempo me fue muy bien, y puedo seguir haciendo lo que me gusta.
¡Y a mi los mandatos familiares me han dado muchísimo libreto! Suelo decir que soy hijo único de madre numerosa: idishe mame.
(Risas) ¿Y cómo fue que pasaste de ser psicoanalista a humorista? ¿Qué pasó con tu deseo?
El deseo era siempre el mismo, lo que cambió fue el camino para encontrarlo. Sin duda, no tenía deseo de ser médico a los 17 años, pero terminé el colegio y en mi familia tenía que hacer cualquier carrera universitaria, en la década del ’70. Nunca pensé ser médico clínico, sino una especie de investigador, la endocrinología me resultaba interesante pero ya en cuarto año de la carrera, me di cuenta que médico no iba a ser nunca; pero el título de médico me habilitaba para el psicoanálisis. En ese año empecé mi primer análisis a los 21 años, ahí fui a una psicóloga mujer y fue un trabajo más terapéutico que psicoanalítico.
Después hice mi análisis con hombres porque yo vengo de una familia matriarcal y pude hacer otro tipo de transferencia con un psicoanalista varón. Nunca los puse en un lugar paterno, más bien hermano mayor porque yo soy hijo único. Aparte mi padre falleció bastante joven, yo tenía 25 años y mi padre tenía la edad que yo tengo ahora, 61. Papá era lo que se llamaría hoy bipolar, pero en una familia matriarcal aunque no hubiera sido bipolar igual tampoco tenía un lugar ¡guau! (risas). Igual él no lo hubiera sostenido, pero si hubiese querido sostenerlo, no había espacio. Estaba mi mamá, mi tía, mi abuela…, los otros varones de la familia tampoco tenían un lugar. Es más yo siempre digo que descubrir ese lugar masculino, no fue en esa familia, fue saliendo de ahí. Creo que esta psicóloga me ayudó a salir de ahí, siendo ella mujer, con un lugar femenino, y después con mi segundo analista, que es el actual, aunque hubo otro en el medio, fue con quien terminé de salir. Además siempre parecía mucho más chico, y era coherente con eso, a los veinte años parecía catorce. Ese componente infantil, nunca lo perdí.
¡Por suerte! Esa mirada de niño es la que te hace ser tan buen humorista.
Para ser humorista es casi necesario, pero esa mirada de niño que para ser humorista es maravillosa, para la mayoría de las otras profesiones de la vida es complicada. La mirada de niño no te ayuda para ser un comerciante. Eso tiene que ver con encajar y no encajar. A mí me gustó desde siempre, las películas humor, la tele, las series de humor, de chico Pepe Biondi, Tato Bores que de chiquito no lo entendía me gustaba y 30 años después escribí algunos guiones para él, estuve en pocos programas pero es un gran orgullo para mí. Después estuve en Canal K, un poco con Guinsburg, desde el 87 que trabajo en Página12, también en Mitomanías Argentinas, con micrófono en mano.
¿Te gusta hablar a cámara?
Me encanta hablar al público, no que la cámara esté atrás, lo hago, pero prefiero hablar al público, me gusta la radio, el monólogo. Yo decía que me pasaban cosas raras, pero un amigo me dijo que el monologuista que se para a hablar, es porque le pasan cosas raras (risas). Ninguno de los que está acá se pone a hacer esto sino es raro, pero en realidad es la manera de percibir las situaciones, lo raro es la manera de interpretarlas, es más eso.
Y si, pero en definitiva todos interpretamos de manera diferente lo percibido y todos somos diferentes.
Sí, pero hay que bancársela esa diferencia, y de verdad, yo creo que me la banco bastante bien. Cuando viene una parte de la sociedad a mostrarte que vos sos diferente y el resto no, vos podés mostrarles que los demás son diferentes entre sí, pero a veces es costoso.
¿Hablas de quienes te quieren encasillar de un lado o de otro?
Claro. ¿Por qué uno tiene que estar necesariamente de un lado? Mis posturas claras son más que de donde estoy, es de donde no estoy. A Macri y su gobierno lo detesto. Ojalá nunca hubieran ganado. Mi lema de mi campaña en su contra era: “Sí, pero Macri es peor”. Decime lo que quiera de los que estaban pero estos son los peores. Ahora si me preguntas, cuál es el sistema ideal, no lo sé, no sé si hay alguno, sé que esto no es, ya que ellos no cumplen las reglas que ellos mismos proponen. Esto que llaman post-verdad, para mí es perversión pura. Subió más la denegación que la desmentida, estilo “está mal cruzar con luz roja, pero si yo cruzo, está bien”. Ahí es legal. Los otros no evadan pero yo puedo. La perversión a los neuróticos nos hace daño.
Freud señalaba que la perversión era el negativo de la neurosis. El neurótico fantasea lo que el perverso actúa, y esto puede explicar que para que triunfe esa perversión, habrá un deseo perverso en las masas, aunque esté reprimido.
Si el mensaje perverso explícito y famoso es, les hicieron creer que tenían derechos, pero cuando están diciendo eso, les hacen creer que su deseo era válido, pero el deseo es mío, entonces ustedes se someten. Como yo digo, las preguntas angustian y las respuestas tranquilizan y aunque sean respuestas psicóticas. Una socióloga, Paula Canelo, escribió un trabajo buenísimo y dijo que había 3 ítems, y el tercero es que prometió algo a la gente y ni siquiera es tan importante que lo cumplan, lo importante es la promesa.
La promesa da ilusión. ¿Y el humor te permite tolerar esta realidad?
No sé si ayuda a tolerar, pero sí a sostenerte. Tolerancia, suena a “bueno, lo tolero”, no la toleras, pero te sostenes vos.
Seguís manejando tu auto sin que te choquen.
Quizás los autos que van para el mismo lado que vos, no son tan fáciles de ver. Si vos vas caminando por la calle Florida, vos ves que todos vienen, pero es mentira, los que vienen hacia vos, también sienten que todos vienen. La sensación es que todos van para otro lado, no es verdad, pero es lo que uno percibe. Si trato de hacer un chiste y utilizas como recurso el tema del género para hablar sobre el poder y alguien que está de tu mismo lado, cree que estás banalizando el tema de género. Ahí o te bancas que al otro no le guste, o si tiene buena leche, lo podrás discutir, y si viene a los gritos, lo dejo pasar y que se estrelle contra su propio discurso.
El problema es que se estrelle contra tu auto.
No tengo auto yo. ¡Me la pasé tratando éste chiste y él chiste es que yo no tengo auto!
(Risas) Terminamos con este chiste que habla del reconocimiento de la falta. Es esa diferencia la que hace que puedas tratar con humor lo que te falta y que el otro se pueda reír de su propia falta.
DEL OTRO LADO DEL DIVÁN
Lo primero que me viene al espíritu cuando pienso en el motivo de consulta de Rudy es una frase del genial escritor Herman Hesse: “Quien no encaja en el mundo, está cerca de encontrarse a sí mismo”. En ese sentido, Rudy es un claro ejemplo de vida, ya que toda vez que pensaba que iba a contramano, se encontró con su deseo. Esto implica no sólo soportar las diferencias sino también la angustia de castración, saber que ese deseo, se instaura en una falta. La falta de un padre que ocupe ese lugar, le permitió ir en busca de otros que hagan que el exceso de madre se convierta en el humor con-sagrado a la “idishe mame”, y la búsqueda de su salida al mundo. Para encontrarse a sí mismo, tuvo que construir nuevos paradigmas familiares y sociales, eso lo transforma en un eximio humorista, escritor y comediante. Y para seguir en ese camino de su propio deseo, tiene que saber que ya no puede parar a su niño interno. Tendrá que continuar creciendo fiel a sí mismo, no quedando a merced de la alienación social, y saber que es esa mirada de niño con la cual la combate día a día, en cada una de sus producciones.
La consulta y el espacio del análisis es un dispositivo de poder indispensable para un artista como Rudy desde la perspectiva foucaultiano (y desde mi perspectiva para todo psicoanálisis que se precie), y desde lo más puramente deleuziano, podríamos deconstruir cada una las cuestiones que se fueron desarrollando en la consulta. ¡¿y si no te ven serio por ser humorista, qué?! ¿Y si dejás que le otro se estrelle solo contra su discurso y vos seguís con tu humor para contrarrestar el impacto? Y si pensas las cuestiones de género como lucha de poder y el otro te encasilla de un lado o del otro, ¿es tu problema o es el problema del otro que cierra sus pensamientos en falsas antinomias?
El humor de Rudy tiene además la particularidad de recuestionar esa alienación y eso es lo que lo hace inteligente, esa es y fue su manera de salir del “molde” y por lo tanto, de hacer que el otro se enfrente a su propio Inconsciente y a aquello insostenible Ya que si bien hubo mucho sentido del humor en la sesión, nunca dejamos de hablar en serio de temas muy serios. El final de la sesión habla por sí mismo: Rudy hace de su falta una oportunidad para expandir su deseo y dejar en evidencia que el otro puede también hasta reír de su falta e ir en busca de su propio deseo en lugar de tratar de encajar en el deseo del otro.