Mucho ruido y pocas nueces Versión y dirección: Jorge Azurmendi – Por Lic. Mariana Wassner

Mucho ruido y pocas nueces, de William Shakespeare, llega al Teatro de la Comedia de la mano de la Fundación Shakespeare Argentina en esta excelente versión de casi 3 horas que se pasan casi sin darnos cuenta ya que es disfrutable durante todo el tiempo.

Esta obra, escrita entre 1598 y 1599 gira en torno a los engaños, apariencias, rumores y habladurías en la vida palaciega y su entorno, y tiene como elemento central, una mirada muy aguda sobre el amor.

Don Pedro de Aragón y su comitiva, formada por Don Juan, y los nobles Benedicto y Claudio, regresan victoriosos de la guerra a la casa de Leonato, gobernador de Mesina. Allí, Claudio se enamora a primera vista de Hero y le pide matrimonio. Don Juan, despechado por el amor de Claudio y Hero urde un plan para separarlos y difamar a la joven Hero, pero fracasa, gracias a la casual habilidad de Dogberry, el alguacil, magistralmente interpretado por María Rosa Frega, con una gracia y solvencia dignas de mencionar.

Los músicos, testigos de la historia, son imprescindibles en este relato ameno, ágil y delicado.

Esta historia no es una comedia romántica más, sino una historia de amores varios, desopilantes, divertidos, variados, de manera tal que Claudio y Hero no son los únicos que se aman.

Benedicto y Beatriz, prima de Hero, con las excelentes actuaciones de Jorge Noguera y Maia Francia, descreen del amor, lo que hace que su relación esté cargada de ironías, y de una suerte de ping pong de frases y contra frases, aparentemente hostiles, pero que auguran la evidente atracción entre ambos. Quienes rodean a Benedicto y a Beatriz, los personajes centrales de esta comedia, planean el modo de acercarlos, a través de ardides y comentarios intencionados, hasta que se dan cuenta del amor que los une. Una mirada de Shakespeare sobre el amor muy actual en tanto nos habla del temor al compromiso y a la entrega.

Esta obra de Shakespeare, que bien podría haberse armado como una tragedia, da cuenta de cómo el amor triunfa por sobre las habladurías y las malas intenciones, trascendiendo el imaginario social y cultural aunque lo impregna y le pone obstáculos.

Esta adaptación, resulta ágil e inteligente y encantadora, apta para toda la familia. Con dos nominaciones al premio ACE bien merecidas a la mejor comedia y al mejor director, podemos afirmar que, en efecto, se destaca la versión, la puesta en escena, las actuaciones, los músicos, los tempos, y, sobre todo, la magnífica dirección de Jorge Azurmendi.