Al salir de ver esta obra de teatro me acercó a felicitar a los actores: María Figueras, Mónica Raiola y Javier Fainzag y luego mantuvimos una charla muy interesante con la directora y dramaturga Inés de Oliveira Cézar que escribió esta historia con la dramaturga Ana Berard, y luego la actriz María Figueras nos aportó sus reflexiones.
“Goodbye Stranger” es una obra de teatro que en sólo 15 minutos, nos instala de movida en una situación típicamente femenina, y la reformula de manera aguda complejizando la problemática de la imagen y el deseo en la mujer. En tono de comedia, nos hace reír de una circunstancia dramática que termina siendo un elemento que nos hace repensar la relación de pareja. El factor desencadenante del conflicto que la protagonista, encarnada por la extraordinaria actriz María Figueras, se detona al encontrar el ticket de un hotel alojamiento en el auto de su marido, el gran actor, Javier Fainzag que también trabajó con María y además de la mano de la misma directora Inés de Oliveira Cézar en la película “La otra piel”. El desarrollo de la obra, se despliega a través de un diálogo de la protagonista con su amiga, interpretación excelente de la actriz Mónica Raiola, cuya peculiaridad física y psíquica la lleva a confrontar a su amiga consigo misma. La mirada y la perspectiva desde donde se ubica la amiga frente a este conflicto, sin caer en lugares comunes, la rescata de la victimización en la que se sume este personaje. La historia da un viraje inesperado y esto nos permite dar un giro hacia la reflexión psicológica de la subjetividad femenina.
Al salir de la sala, elogie la utilización del recurso de la proyección cinematográfica para insertarnos de lleno en “la otra escena “,con una dirección de actores impecable a cargo de Inés de Oliveira Cézar y la dramaturgia excelente en co-escritura con Ana Berard. Se allí surge esta charla con las dramaturgas que transcribo a continuación y con María Figueras.
Felicitaciones Inés, Ana y María por esta obra que aborda de manera muy profunda y en tono de comedia, algunos cuestionamientos femeninos que a esta altura son ineludibles para todas las mujeres. Me pareció muy interesante el tema de la imagen y como la imagen del cuerpo femenino de la tullida es a la manera de hablar algo que ella utiliza no para sentirse indigna sino todo lo contrario para singularizarse y hacer de ello un potencial, tal como analizaba Adler, hacer de lo que podría ser una debilidad, superar un sentimiento de inferioridad y transformarlo en una fortaleza.
Ana Berard: si, tiene que ver exactamente con esa ese tema: ¿qué tiene esa amiga para que la otra la elija?, y es que tiene que tener algo diferente a otra tipo de amigas. La protagonista busco a alguien que le haga un contrapunto y que la desafíe, eso sólo lo puede hacer una persona que ha superado las cosas a partir de enfrentar su propio obstáculo. Esta amiga tiene una visión diferente, porque al estar fuera de la norma, se la ve de una diferencia, incluso creyéndole incapaz de juzgar.
Lo difícil de entender es que que todos somos diferentes, todos somos únicos y tenemos miedo de ser juzgados.
Ana Berard: Sí, todos tenemos miedo a ser juzgados, pero quién está más lejos de la imagen de la perfección impuesta desde el imaginario cultural, ni siquiera desde lo aspiracional, me refiero a la gente que ni siquiera puede aspirar a ninguna pertenencia ni a ningún tipo de aprobación, entonces, es a partir de eso que puede ser libre de esa exigencia. No encajar en los mandatos culturales puede dar una forma de libertad. Claro que también te podés deprimir, pero si no hay insistencia en lo que no puede cambiarse, si se comprende como es, eso te libera de los limites normados.
Y todo lo contrario, la amiga hace de su diferencia, algo que le otorga una imagen valorizada de si misma. En cambio, la otra, la protagonista está pendiente de su imagen hasta con su propio analista; no quiere ir llorando a su sesión para que el analista no la vea mal.
Ana Berard: es que uno se constituye de acuerdo al cuerpo que tiene también, si una mujer tiene tetas puede decidir mostrarlas, o no, si siente que por eso se la va a juzgar. Fijate que la amiga que estaba con ese defecto físico se sentía mucho más libre que la otra. Y pienso que es el problema de la pertenencia, finalmente nunca vas a llegar pertenecer y ser aceptado.
Inés: por eso ella va a buscar a esa amiga porque no es como las otras amigas que le van a decir que su pareja es un hijo de puta y que ella tiene razón. Ella sabe que esa amiga confronta. ¿Y vos qué querés? Vos sabés lo que querés y de qué estamos hablando.
Centra en ella la problemática, no en él y ese movimiento me parece muy relevante. Además, el personaje fantaseaba con que su analista se iba a enganchar con que la pareja era un perverso y no que se iba a centrar en ella y cómo ella le estaba proyectando a él sus propios deseos.
Ana Berard: lo que también resulta interesante es que ella sigue pensando en el afuera, como vos señalas, en lo que le va a decir su analista y no va a terapia por miedo a lo que él le pueda decir y para que el analista no la vea hecha mierda.
Inés: Cuando en realidad uno va a su análisis para desplegar su angustia.
Ana Berard: es que ella ni siquiera es dueña de su espacio ni en su terapia.
Y por eso quién le puede romper esa imagen falsa de sí misma, es esa amiga.
Inés: porque es la que ya tiene su imagen rota y construida desde el deseo. Nosotras con Ana trabajamos juntas en la película “El recuento de los daños” y yo la extrañaba mucho a Ana porque después fueron años donde cada una trabajó en otras cosas y para mí poder trabajar en esta obra con Ana fue un gran reencuentro. Siempre las dos tenemos una cosa de sumarnos nutritivamente.
Es una obra muy enriquecedora y es muy bueno que la hayan realizado dos mujeres que desarrollan en profundidad, por un lado, una puesta en cuestión del lugar impuesto por la cultura de la imagen para la mujer, y por otro, ponen el acento en cómo necesitamos de la mirada de las amigas porque ante una situación similar de sospecha de infidelidad, un hombre directamente no le va a contar esto a sus amigos. Es una puesta en cuestionamiento a los parámetros culturales e imaginarios de la feminidad, de la sexualidad y del lugar que se le puede llegar a dar a la terapia.
Inés: y no poder mostrar la angustia en su terapia, ya nos marca algo loco, donde lo que gobierna es la imagen. Es ir a terapia para calmarse sobre una imagen que debe tener de sí misma, creerse que es una mujer psicoanalizada pero en realidad va y ni siquiera se permite angustiarse.
Ana: en cambio, la amiga así como está, tullida, va a buscar algo fuera del registro de lo que quiere ser o de la imagen que quiere alcanzar.
Es que el tema del cuerpo de la mujer está muy bien trabajado en la obra, las mujeres estamos muy atadas a un cuerpo formateado por la cultura. La pregunta típica si estás un poquito gorda, o te veo más flaca, viene siempre del lado de las mujeres. El hombre puede estar un poco gordo y sin embargo, no deja de sentirse deseado por la mujer, y mucho menos se le pregunta acerca de sus kilos demás.
Inés: y si no, toma Viagra y listo (risas)
Es que está todo armado para que el hombre sienta que puede coger con cualquiera y que siempre se le pueda parar bajo la garantía de una pastilla y con el mandato de que ni siquiera importa que no sea bajo la égida de su deseo.
Ana: es que hay mucho dinero invertido para que el hombre sienta esa especie de libertad, en desarrollo tecnológico y publicidad, no así es el caso de las mujeres; y de la vasectomía no se puede ni hablar. Y, es curioso, cuando, me parece, lo mejor que al ser humano le puede pasar, es la deconstrucción de todo eso. Creo que la gente se ríe porque se identifica muchísimo con el personaje.
Además, esta pieza teatral es una oda a la amistad.
Ana: es que… ¿para qué se tiene une amigue si no es para ser atravesado por lo diferente?. Aunque muchas veces se busca la amistades cómplices, qué es la que no te va a cuestionar nada y te va a dar la razón, justamente tener amigues así es estar al servicio de repetir los mismos patrones. Muchas veces hay encuentros fugaces y muy aislados que resultan muchísimo más significativos en el desarrollo de tu vida qué personas que están ahí haciendo de cómplices. Aquel que es muy diferente a mí me modifica y me hace salir de mi zona de confort. Lo que le plantea la amiga es el poder ser especial en la diferencia y en el fondo todos queremos sentirnos especiales, queridos y deseados.
Y poder realzar esa singularidad femenina y no deslizarse cómodamente en la culpabilización en los hombres, como bien lo muestra la obra, es poder hacerse cargo de una misma y a partir de allí, conectarse con lo que uno desea y no ponerlo en el otro o en el afuera.
María Figueras: es muy importante esto que remarcas porque esta obra saca al hombre del lugar de poder, por eso la mujer sale del lugar de víctima, ya que no es el hombre el que puede decidir si ella vale o si no vale, quien te puede aprobar o desaprobar. Ya al arrancar la obra, mi personaje está siempre afuera de ella misma, pendiente de agradar a otro, con lo cual, le daba un poder a su pareja. Porque ella está tratando de entender a ese hombre y de salvar la pareja. En el proceso que dura los quince minutos de la obra, veremos un proceso de transformación de ella a través del encuentro con esa amiga quien la rescata de ese lugar de mierda. Justamente porque se trata de una amiga políticamente incorrecta y así de tullida como está, es mucho más entera que ella. Mi personaje no podía estar centrada en lo que a ella le estaba pasando en esa situación, estaba afuera, pensando en él, y su amiga, que ya fue y ya volvió, le habla desde otro lugar. Esa amiga que parecería que no tiene un cuerpo deseable, lo termina haciendo deseable pudiendo trascender el propio límite y reconecta a mi personaje con su propio deseo. Esta obra habla del periplo que atraviesa una mujer que está fuera de ella, pensando en el deseo del otro a poder llegar a pensar y a cuestionarse cuál es su propio deseo.
Gracias a las tres por este intercambio y por una obra que nos invita a reinventarnos como mujeres.