
Si ves a mis niños, deciles que jueguen.
Si ves pasar a mis viejos, deciles que terminé mis tareas.
Si ves pasar a mis maestros, deciles gracias.
Si ves a mis amigos, deciles que estoy en la esquina.
Si ves a mis vecinos, deciles que robé el último trébol de la plaza.
Si ves pasar al cura, decile que pido por él.
Si ves pasar una cucaracha, decile que no la voy a pisar.
Si ves al turco, decile que mañana le llevo la plata.
Si ves pasar a la rubia, decile que todo pasa.
Si ves mi tristeza, decile que se quede y, si ves a mis alegrías, deciles que no mientan.
Si ves pasar a la muerte, decile que me espere, que estoy soñando.
Si ves mis escritos, ordenalos.
Si ves mis letras, pisalas.
Y, por último, si falta un renglón, complétalo.