En una función a sala llena se reestrena Bang Bang y somos historia de Martín Gervasoni y Willie Van Broock, con Luciano Cazaux, Pablo Razuk, Josep Rodríguez y elenco.

Tres hermanos en un atraco toman al público de un teatro como rehenes, en plena función donde un actor, que se las trae, declama un texto clásico.

Con el correr de la obra, conocemos a una familia muy italiana, que recrea la mafia siciliana, una mamma en casa esperando a los hijos que vuelven del golpe, un hijo mayor tomando el mando como líder siendo el primogénito, un hijo menor al que hay que cuidar y un hijo del medio, en el medio, intentando ser líder, ser apoyo y buscando su lugar.

Todo un cuadro que hace de esta familia, una familia como cualquier otra?

Con diálogos que podrían suceder cualquier domingo reunidos en un largo almuerzo, surgen los sentimientos, las dudas, las traiciones, las complicidades y el apoyo fraternal de las relaciones familiares de todos los tiempos.

Tres hermanos, que con sus Tocs, los hacen más cercanos, más humanos y más queribles, cuando logran reírse de ellos mismos. Dejando ver hasta donde estas condiciones pueden llegar a limitar a quienes las padecen.

La puesta en escena con el ritmo de una sitcom, incluye sorpresas que conectan el interior del teatro con el afuera buscando los deseados cinco minutos de fama para pasar a la historia. Corridas y mucho humor, convirtiendo la obra casi en una propuesta para toda la familia.

Si bien se rompe la cuarta pared, se incluye al público en la historia pero no resulta invasivo, sólo referencial y ameno.

Actores que sobresalen, cada uno con sus gestos y gags podrían ser una obra aparte, desopilantes.

Ganadora del Premio ACE al mejor espectáculo de humor en 1999, con una puesta independiente fue la gran sorpresa de esa premiación, en la que acompañaban la terna nada más y nada menos que a Los Macocos y a Les Luthiers.

Bang Bang cumple con la promesa de compartir un momento agradable, con buenas actuaciones y dejarnos ir con una sonrisa en el rostro.