
Una obra del amor y la intimidad, de los sueños y las pesadillas, donde Pier Paolo Pasolini vuelve desde su tumba, desde la entraña de la tierra que desparrama a su alrededor, para poblar el recuerdo melancólico de Laura Betti, su esposa no carnal, según palabras del propio artista.
Coni Marino es quien, con sensibilidad y convicción, encarna a la bella y tierna Laura, a la mujer sensible que resignó lo corporal, para poder poblar la sensualidad y el amor desde la pura poesía y la vibrante rebelión a lo establecido que le proponía Pier Paolo.
Néstor Navarría, que lleva la vestidura del genial cineasta, lo hace desde un parecido asombroso, y una interpretación apasionada y creíble. Noche a noche se confronta con el sufrimiento de Caravaggio, y escucha su denuncia.
El pintor lo visita en forma de pesadillas: debemos recordar que pinta su obra “La cabeza de Goliat” para enviar un mensaje de sumisión y súplica a la autoridad y así poder regresar a Roma sin temer su decapitación por haber matado a un hombre. En la espada de David se lee una inscripción que identifica a David con la Humildad y a Goliat con la Soberbia.

El Caravaggio de Marcelo Sánchez es conmovedor tanto por su honestidad como por su violencia, afín a los tiempos que le tocó vivir, en los que sus feroces detractores eran sus admiradores secretos, los mismos que se adueñaron de sus obras.
Justamente Pier Paolo Pasolini, quien fue preso innumerables veces por sus escritos, su militancia antifascista y marxista, sus preferencias sexuales, es decir, por no someterse ni humillarse, fue asesinado -supuestamente- por un grupo neofascista, pero nunca fue aclarado el hecho, que muchos de sus seguidores y estudiosos adjudican a un poder más alto que el de un mero grupo de criminales.
¿Acaso la misma Italia que lo juzgaba duramente no es la que hoy lo reivindica como a uno de sus artistas más grandes?
Esta puesta de Enrique Dacal discurre en este dilema de manera sobria y emotiva, abordando los parecidos entre Pasolini y Caravaggio para que el pintor habite el sueño del cineasta como la fantasmática del ángel guía que lo lleva a no renunciar a un arte con contenido, a un arte revulsivo, contestatario, revolucionario, pero a la vez que lo conduce a la muerte.

En Teatro Tadrón, Cnel. Niceto Vega 4802, todos los sábados 18 hs.
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