
El trabajo en/con/entre/para/sobre y las preposiciones que queramos, las escuelas es de una complejidad extrema. Escuelas que se declaran impotentes por no saber qué hacer con lxs niñxs y parámetros ligados a una supuesta normalidad hacen que, lo que se considera por fuera de lo hegemónicamente esperable, se convierta en una estigmatización de las infancias. Así, si Juan es disperso y no hace caso, o Lucas, de 3 años, es » muy corporal «, o Lara, de 7 años, no copia del pizarrón, o Vane, que no le sale la cursiva, necesitan de un acompañamiento personalizado.
Como en el Estado no hay recursos, tienen que ser privados. Y para que se logre, lxs niñxs deben tener su Certificado de Discapacidad para acceder a los múltiples tratamientos.
Entretanto, en Caba, por ejemplo, piden a equipos que armen un listado dw lxs niñxs que no recibieron atención psi, incluyendo nombre, Dni, problema, riesgo de vida, para elevarlo a salud sin la garantía de conseguir algo. Ni siquiera hay promesa. No hay trabajo intersectorial. La Educación se burocratiza, se convierte en planilla. Obviamente, lo más sencillo es criticar y echar culpas, como modo de posición subjetiva.
¿ Cómo podemos repensar el abordaje de estas grietas múltiples, que se entraman e impotentizan?
. Conversar, conversar y conversar
. Generar espacios intra e intersectoriales de intercambio.
. Asumir corresponsabilidades.
. El trabajo es trabajo, no es favor ni apostolado.
. Escuchar, sin tratar de convencer a nadie.
. Proveer de recursos, humanos y materiales.
. Propiciar una Educación que si no emancipa, no es Educación.
. La Educación es Política.
. Implicarse con las prácticas, generando pensamiento como construcción colectiva: niñxs, docentes, familias, profesionales. Todxs.
. Aprender no es reproducir ni copiar. Enseñar no es dar tareas.
. Sostener ( un poco de) amorosidad.
. Cuidar como política y como posición ética.
. Apostar no ya a un futuro mejor, sino a un presente en el que el respeto sea moneda corriente.
. Construir lazos de confianza, que siempre suponen riesgo.
. Sin etiquetas ni estigmas, preguntar(nos) qué le pasa al otrx, y no «qué tiene».
. Escuchar el padecimiento.
En definitiva, construir potencia haciendo del acompañamiento un verdadero trabajo artesanal.