
Londres, 10 de septiembre de 1797.La última hora en la vida de Mary Wollstonecraft es la excusa para contar una historia de valor y optimismo. Considerada una de las pioneras del feminismo, se atrevió a defender la igualdad entre hombres y mujeres. Tuvo a Fanny, su primera hija (extramatrimonial) con el hombre que deseó, por el que tuvo dos intentos de suicidio. Finalmente, William Godwin, uno de los precursores más importantes del pensamiento anarquista, fue su verdadero y más profundo amor. Con él tuvo a Mary, su segunda hija, quien fue la autora de Frankestein. Mary Wollstonecraft murió a los diez días de dar a luz de fiebre puerperal.
En esta «última conferencia» a nosotros, público elegido para ser confidentes de este mensaje de Mary al mundo, a los hombres, a las mujeres, a su pequeña hija Mary, la autora despliega dolorosas y desgarradoras palabras y, tal como ella expresó alguna vez, si «empiezas callándote cosas de la vida por cobardía, por miedo a perder algo, al final terminas callándote al escribir. No dices nada que merezca la pena». La dramaturgia de Paloma Pedrero es contundente. No es casual que sea la autora española más representada en la actualidad y una de las dramaturgas españolas más importantes e innovadoras del teatro actual.

Pero volvamos a los momentos finales de Mary Wollstonecraft. Es esclarecedora, dolorosa, dulce y, se topa con el cuerpo de ELEONORA WEXLER y lo posee. Vivimos con Mary esos últimos momentos, somos testigos de toda su lucha, su dolor, su desesperación, el amor por su hija y su hombre, Las palabras a su hija hacen que cada espectador sea testigo de un legado de vida excepcional.
También somos receptores de un optimismo único frente a la vida, de una lección de respeto humano hacia el prójimo. Wexler está insuperable en la piel de Mary y cada palabra, cada gesto, cada sentimiento pasa por su cuerpo y estalla en distintas emociones hacia nosotros, su último público. Nosotros la acompañamos y vivimos junto a Mary su sentir, sentir que erizo nuestra piel y penetró hasta lo más íntimo de cada ser que estaba sentado en esa sala del Picadero, emociones manifestadas en lágrimas de amor, de dolor, de tristeza que emanaron durante y después de escucharla y verla. Sobre ese escenario Eleonora, brilla y despliega todo su profesionalismo, su talento. Un aplauso de pie para ella.

La escenografía de Micaela Sleigh nos adentra en la historia antes de que la misma comience. Un acertadísimo vestuario, significativo y funcional (Paloma Vieytes) sumado a un maravilloso calzado realizado por José Romero, ambientan esta obra con sutil delicadeza. El diseño de iluminación de Daniela García Dorato acierta en todo momento con el matiz justo. Un párrafo aparte para la asistencia de dirección y violines, Claudia Díaz, que remarcan, acompañan y subrayan los distintos climas de las escenas, que por momentos son protagonistas.
La dirección de Marcelo Moncarz impecable, demuestra experiencia, sensibilidad. La conjunción con la actriz y la autora confirman, una vez más, el mensaje de Mary en cuanto a que, tanto varones como mujeres, podemos defender una postura de justa igualdad.
Mary los está esperando, en el Teatro El Picadero, para compartir esta última hora de su vida. ¡No desperdicien la oportunidad!
Martes a las 20 Teatro El Picadero Pasaje Santos Discépolo 1857 – Cap. (011) 5199-5793 teatropicadero.com.ar Comprar entradas por Plateanet.

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FICHA TÉCNICA
Actúa: Eleonora Wexler
Escenografía y Vestuario: Micaela Sleigh
Realización de vestuario: Paloma Vieytes
Realización de calzado: José Romero
Fotografía: Alejandra López
Diseño gráfico: Nahuel Lamoglia
Prensa y difusión: Mutuverría PR
Producción ejecutiva: Nicolás Asprella
Producción general: Iván Javier Flores
Asistencia de dirección y violines: Claudia Díaz
Iluminación: Daniela García Dorato.
Música original: Mirko Mescia
Dramaturgia: Paloma Pedrero
Dirección y puesta en escena: Marcelo Moncarz