
Esta obra, escrita por Anna Tamayo y Ángela Palacios, expone con crudeza el genocidio de 200.000 mujeres acusadas de brujería entre los siglos XVI y XVII en Europa.
Tres mujeres, encarnadas todas por Anna Tamayo, comadrona, curandera y campesina, comparten un destino común: el del miedo a ser acusadas de brujería.
Y cualquiera puede serlo. Depende de la voluntad de algún cazador de brujas, de algún alcalde, algún advenedizo al poder que quiera granjearse la simpatía de los señores feudales, devolviendo a su feudo tierras y animales de sus vasallos. O gestando, larvadamente, el poder capitalista, en el que esta masacre feminicida consolidó el tránsito del feudalismo a las primeras formas del capitalismo, que necesitaba a las mujeres disciplinadas, sólo cuerpos pariendo mano de obra para el futuro que estaba gestándose en las sombras.
Y las mujeres son vulnerables. Son cuerpos permanentemente apropiados, violados, torturados. Sobre todo, las mujeres que no tienen marido, o que tienen algún conocimiento que pueda disputar siquiera un átomo del poder de estos señores.
Una puesta en escena de una escenografía compacta, austera, dinámica y de enorme poder de síntesis, echa al aire una pregunta y hace nacer la duda inquietante: esas 200.000 mujeres torturadas y condenadas a muerte muchas veces por Tribunales Civiles, sin juicio, o en tribunales de dudosa transparencia, ¿eran brujas o simplemente mujeres?

Este proyecto cita el libro -imprescindible, sobre todo para mujeres y diversidades amantes de la verdad y la historia- “Calibán y la bruja”, y Mercè Alegre Bastida es quien, además, documenta el texto.
De esas 200.000 mujeres asesinadas, tres son honradas por Anna Tamayo, que con extraordinaria ductilidad y grandes (pero no grandilocuentes) recursos, le da vida a nuestras ancestras, mujeres luchadoras, mujeres independientes, mujeres perseguidas.
Documentación, escritura, dirección y actuación, así como la excelente música, vestuario, iluminación y escenografía, a cargo de la compañía catalana BADABADOC.
Las funciones se presentaron durante el mes de febrero. Ojalá las repongan para que más personas tengan la oportunidad de verla.