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MODELO VIVO MUERTO de Bla Bla y Cía. – Por Dra. Raquel Tesone / Rachel Revart

Este espectáculo teatral de Los Bla Bla, nos brinda la garantía de reír sin parar durante toda la obra. Confieso que llegué a saltar de la butaca, y mirando a mi alrededor,  descubrí que no era la única. Escuchar las risas a sala llena desde el pullman hasta la primera fila donde estaba ubicada en platea, y vibrar al son de los estallidos de las carcajadas del público acompañados con aplausos durante algunas escenas desopilantes de los tres actos de la obra, ya es toda una experiencia teatral inusitada. Y al llegar al final, comprobé que tampoco era la única, y que todo los espectadores estábamos aplaudiendo de pie contagiados por el clima de algarabía que nos envolvía, y esto es per se, un gran motivo para invitarlos a ser parte de esta fiesta. 

Los bla bla son un grupo de artistas de alto nivel que vienen trabajando en Varieté hace 10 años y que se lanzaron en esta obra a utilizar diferentes recursos teatrales dominando con maestría el manejo del clown, del grotesco llegando a lo caricatural en el extremo de la comicidad en que nos sumerge el absurdo. Logrando romper los esquemas de todo lo esperable a nivel género teatral en creativa  mixtura, hasta el suspenso y la trama policial a lo Agatha Christie está presente en la historia investigando el crimen del modelo que aparece muerto.  

Los actores son artistas multifacéticos. Hay escenas donde cantan a coro y solos extraordinariamente, bailan y todo lo hacen con excelencia y en el momento indicado ligado al argumento, por lo que no se trata de un musical y lo más interesante es que no podemos etiquetar el esta pieza teatral porque fusionan todas las herramientas de la teatralidad de manera acertada, provocando un efecto sorpresa en el espectador. Con un glorioso final con Sebastíán Fuman, quien interpreta al maestro de música de una escuela de arte, explota con una genial imitación a la vez, muy cómica, de la voz, la gestualidad y la forma de tocar el piano de Fito Paéz que lo honra en todos los sentidos por la calidad artística con que lo hace. 

En esta academia de arte, hay un profesor de artes plásticas, en la piel de Julián Lucero que aparece y ya verlo, da risa, sin necesidad de hablar, Manu Fanego encarna al modelo que los alumnos tienen que retratar, y tampoco necesita hablar para hacernos reír con sus poses, ya basta. Manu tiene una transformación admirable en el papel magistral de la Licenciada en Psicopedagogía de esta escuela que está caricaturizada en sus más exquisitos detalles. En el rol de los alumnos estresados por el examen final donde se les entregará el diploma, (si es que logran aprobarlo), está Carola Oyarbide, Tincho Lupus y Pablo Fusco, con un despliegue de todos y cada uno en el escenario destacable y muy dinámico. 

Una impecable puesta en escena, con una iluminación que da potencia bajo la dirección impecable de Francisca Ure y la dramaturgia de Gustavo Lista, hace de esta obra, una pieza teatral sumamente original. Y si a eso le agregamos, el grado de complicidad que se refleja en el elenco de manera permanente, otorgando un toque de humor extra a esa suerte de anticipación de los actores a lo que saben que a ellos mismos puede causarles una gran tentación de risa, el resultado es maravilloso. La salida y entrada de los actores en escena es sorpresiva, utilizando todo el espacio escénico con maestría, y la sobredosis de humor, ironía y humor negro, nos lleva a un éxtasis de diversión durante toda la obra. 

Logran hacernos reír de algunas convenciones del teatro tradicional, y sobre todo, se ríen de muchos aspectos que hacen al ejercicio de los actores, con lo cual,  se ríen de ellos mismos. Al mismo tiempo, la obra hace una reflexión profunda de los parámetros de la educación tradicional, de la estructura de la enseñanza y hasta del teatro, en tanto hay un principio, desarrollo y final, y de la estupidez humana de crear un sistema de competitividad que nos hace perder lo más maravilloso de la vida: el arte y las emociones que lo fundamentan cuando hay equipo, tal como queda plasmado este efecto emocional en esta obra. 

Funciones: viernes y sábados desde las 22:30 horas, Sala del Teatro Caras y Caretas, Sarmiento 2037.

FICHA TÉCNICA
Intérpretes: Pablo Fusco, Tincho Lups, Manu Fanego, Julián Lucero,
Sebastián Furman y Carola Oyarbide
Colaboración artística y dirección de actores: Francisca Ure
Música: Sebastian Furman
Diseño de escenografía: Sol Soto
Vestuario: Sandra Szwarcberg
Diseño de luces: Gustavo Lista
Colaboración coreográfica: Jorge Thefs
Diseño gráfico: Manu Fanego y Patricio Vegezzi
Redes sociales: Diego Bocha Fernandez
Colaboración en dramaturgia: Gustavo Lista
Producción: Maribel Villarosa
Una creación colectiva Bla Bla y cia

Duración: 60 minutos
EQUIPO CARAS Y CARETAS 2037
Coordinación de proyecto: Lucrecia Álvarez
Dirección artística y producción ejecutiva: Marcelo Melingo y Horacio David
Asistencia de producción: Giuliana Zinga
Diseño: Hernán Vargas y Patricio Vegezzi
Fotografía: Patricio Vegezzi
Comunicación y prensa: Mutuverría PR
Difusión y Redes Sociales: Juan Yacar
Luces: Emiliano Huala y Daniel Bonnani
Sonido: Matías Ganem
Escenario: Mariano Katz y Joaquín Montoro
Sala: Christian Perafan
Boletería: Juan Ignacio Barea
Auxiliares de sala: Estefanía Veira Darriba, Guadalupe Casal, Lucio Martínez y Willy Bestetti

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