Texto y Fotos: Mariano Barrientos
Desde la majestuosa entrada del Grand Palais, a metros de Champs Elysées, en el corazón de la bella Paris, me encuentro con una gran cantidad de periodistas de diferentes cadenas de televisión y radio: fotógrafos, curadores y coleccionistas nos hicimos presentes con la finalidad de asistir al vernissage de prensa de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC). Cita ineludible, ya que este evento anual reúne las obras de las galerías más importantes del mundo.
Sin lugar a dudas, es un acontecimiento que se traduce para los porteños a la categoría equivalente de la Feria ARTE BA en Buenos Aires. La presencia de artistas renombrados y los que ya no están pero que, gracias a sus obras, el público no se las puede perder, entre ellos, Andy Warhol representando su pop en varios pabellones, así como el artista renombrado, Jeff Koons y sus populares globos metalizados.
Cabe destacar el protagonismo de animales como protagonistas principales de algunas obras. Desde el momento de llegada al evento, no dejé de cruzarme pulpos, venados partidos a la mitad con un televisor en su estómago, palomas muertas sobre una mesa, el conejo ebrio de Alicia en el país de las maravillas y hasta una rana crucificada.
El sarcasmo no quedó de lado, y una vez más, los artistas recurrieron a la sátira del consumo social, simbolizados en inodoros repletos de comida y pescados expuestos en vitrinas de colores primarios que formaron parte de esta muestra de arte en la FIAC que parecería que todo lo abarca.
Es interesante remarcar que uno de los recursos más empleados últimamente en el mundo del arte contemporáneo es la transposición. Me encontré con una réplica de Las Meninas de Diego Velázquez de la mano del artista Ernest Pignon realizada con enanos en fotografías que se dividían en cuatro partes, siendo ésta una de las propuestas más originales de la feria.
Si bien la obra completa esta expuesta en la Bienal de Venecia, Chiharu Shiota no pudo faltar con una pequeña degustación de su obra de las llaves colgando.
Otra figura más que icónica e infaltable en ferias de arte, es la de Marina Abramovic, que esta vez expuso dos fotografías. Por un lado, una imagen en gran formato en la que acarrea en sus espaldas una calavera con un fondo negro, como utilizando la técnica del claro oscuro del gran maestro de la luz, Caravaggio. Por otro lado, para que no se pierda la atención en su mirada teatral, se expuso un bello retrato tapado por una flor.
Un abanico importante de artistas se hizo presente en la FIAC. Hubo performances tanto dentro como en distintos puntos de la ciudad y de libre acceso para todos los parisinos. La feria estuvo ligada con la compañía de barcos sobre el Sena («Bateauxbus»), la cual te depositaba en las distintas sedes «Hors le murs». El recorrido iba desde la Place de la Concorde, pasando por el Museo de Louvre, el Museo de la moda y el Pompidou.
Ninguna persona que caminara por la ciudad, consciente (“o inconscientemente”), se perdió este regalo del arte que esta feria brindó una vez más, como lo viene haciendo todos los años, con el delicado fondo del arte arquitectónico parisino.