En Sin filtro se aborda la cuestión de la verdad subjetiva, aquella en la que nos centramos los psicoanalistas: la verdad que conlleva la esencia del ser. Al decir de Lacan, no toda la verdad puede ser dicha, pero si no se pone en juego ésta verdad, la relación de pareja termina siendo un vínculo basado en la hipocresía. Lo que queda silenciado y escindido, trae consecuencias, como el sentimiento de extrañamiento de muchas de las parejas que nos consultan: el de haber convivido con alguien a quien jamás se conoció verdaderamente.
Así como en la obra teatral “Compañía” del genial dramaturgo Eduardo Rovner, trabaja sobre la problemática contraria, el “contarse todo sin filtro” donde se puede llegar a un no registro del otro que es avasallado por una verdad que no le concierne, sino que involucra un conflicto personal que afecta a la pareja, aquí el francés Florian Zeller nos habla de qué ocurre con lo que queda acallado. Es en ese delicado borde que se desarrolla la verdadera comunicación en las parejas, intentando mantener el equilibrio entre no caer en el decirse todo sin límites ni tampoco sostener no dichos permanentes que apunten a una relación de falsedad entre ambos. Hay dos parejas de las que se vale el autor de esta obra, una interpretada con la gracia típica de Gabriel Goity y con una maestría y gran fuerza escénica de Carola Reyna, un matrimonio de muchos años y por otro lado, un amigo separado de la mejor amiga de ella que viene a cenar con su nueva mujer muchísimo menor que él; aquí se destacan la bellísima Muni Seligmann y el actor Carlos Santamaría. Esta nueva relación de este amigo, interpela al matrimonio, los hace cuestionar su propio vínculo, despertando una gran inquietud y envidia en él que considera a su amigo más macho por haber obtenido semejante “trofeo”, una mujer joven y hermosa, y desencadena temores en su esposa, que intuye el deseo de su marido de cambiarla por un “modelo nuevo”. Ella se siente “la cincuentona” que puede ser desechable para su marido y él cree que no es lo suficientemente hombre al compararse con su amigo que se considera el “super macho”. Esta obra nos dice mucho del imaginario social actual donde se evidencia una pérdida total de la apreciación del valor de la singularidad de los vínculos de pareja, y que se fundamenta en la creencia que da lo mismo una persona u otra, siendo cualquiera reemplazable.
El autor utiliza un recurso interesante: aquello que se oculta, lo no dicho, los actores lo dicen, no al otro, sino que lo que piensan se lo dicen al público. Confrontar la verdad del otro, en este caso, los personajes con lo que en muchas situaciones todos podemos identificarnos, hace estallar de carcajadas a los espectadores, y nos hace tomar consciencia que aquello que no decimos y pensamos, si lo diríamos sin filtro, no habría relación que lo aguante. Además, lo que podría ser una fantasía, si se haría realidad, podría horrorizarnos, con lo cual, hay fantasías que no son compartibles en pareja, sino que están para ser trabajadas por cada uno. Toda esta temática está abordada a fondo en esta obra. Por ejemplo, que para el hombre la ficcional idea de que una mujer joven le pueda proveer una eterna juventud que nunca obtendrá, tiene un costo muy caro en todo sentido. Acaso, ¿se puede “comprar” la felicidad con un divorcio y haciendo borrón y cuenta nueva? ¿Se pueden pasar por alto los duelos en base a la creencia que lo que se pierde se puede suplantar como si el otro fuera un objeto? Esta obra evidencia los efectos que ejercen en el psiquismo una sociedad que apunta al consumo en su máxima expresión, un consumo que consume las relaciones.
Al finalizar esta comedia, salimos con algunas respuestas y reflexiones que nos hacen revalorizar la posibilidad de animarnos a nutrir los vínculos más profundos pese a que éstos nos enfrenten con conflictos que son inherentes a nuestro ser y a nuestra verdad subjetiva en relación a uno mismo y al otro. Esta obra nos deja un mensaje claro para pensar: cuidado con el engaño de esta cultura light, cuidemos las relaciones que nos alimentan con amor y estimulemos una mejor comunicación”.