El placer de asistir al Teatro Gargantúa radica en el ambiente que recrean de las milongas actuales los artistas que forman parte de esta propuesta original. Y esto es gracias a un equipo, formado por la cantante Shirlene Oliveira, con una voz que estremece el alma, los cantantes y guitarristas Diego Cicari y Jean Pouye, con sus innovadoras composiciones, el actor y bandoneonista Gaspar Pouye, pleno de una poética propia, el eximio bailarín de tango Mauro Holzmann de trayectoria internacional junto a su bella bailarina Claudia Caporaletti y la violinista, elegante y de grandiosa presencia escénica, Miriam Skotland y el director que ya nos ha regalado este tipo de obras donde la poesía, la danza tango y la poesía se combinan a las mil maravillas: Norberto Trujillo.
Hemos tenido una charla con este equipo tanguero y nos contaron los entretelones de “Clausurados”.
Gaspar, ¿cómo se gestó esta idea? Por lo visto, además de bandoneonista, sos un actor.
La idea surgió en medio de juntadas con músicos y cantantes amigos durante el verano pasado. Pensé en un concierto donde los músicos además de tocar puedan decir poemas, con el fin de crear una atmósfera, un mundo más rico y una obra más completa. Tenía que ser un repertorio híbrido, con temática urbana. Disfruto mucho los conciertos de tango, pero muchas veces percibo que -excepto en el canto- carecen de dinámica escénica, toda su energía está enfocada en la música. Creí que sería interesante agregar el elemento poético, lo hablé inmediatamente con Diego (el autor de los poemas) y él pudo plasmar la idea en poemas. Luego, la creación de la obra fue totalmente colectiva, con aportes significativos de todos los integrantes.
Soy bandoneonista y actor, empecé a estudiar el instrumento hace unos siete años…y en cuanto a la actuación, es algo que empecé en la adolescencia, dejé y luego retome: hoy estoy estudiando la carrera de actuación de la Universidad Nacional de las Artes.
Contame Gaspar, cómo surgió esta integración entre el bandoneonista, el actor, y el poeta.
¡De forma muy natural! Me gusta estar en escena, compartir con el público desde la actuación o desde la música. Tocando con mi grupo de tango suelo presentar los conciertos, y en esta obra fue una profundización del rol, un trabajo sobre la palabra y la expresividad, con la ayuda del director. En cuanto a la poesía, mi único aporte es la canción final “Caminante” que compuse (letra y música).
Norberto: si bien hace rato que estas en esto, ¿cómo es dirigir a un grupo de actores, músicos y bailarines?
En esta instancia, la característica central del proyecto fue la predisposición de los músicos para involucrarse con la actuación, en varios casos, iniciarse. Esto facilitó el trabajo. El trabajo en concreto consistió en armonizar el baile, la actuación, la música y la puesta en escena. No puedo dejar de comentar que lo que más me atrapó del proyecto que me propusieron, fueron los textos de Diego Cicari y la calidad de la música y del canto.
Mauro: ¿ya hiciste otras obras de esta naturaleza pero en un escenario? Aquí se reproduce lo que sucede en una milonga. ¿Cómo te sentiste de combinar parte de un universo tan conocido con la milonga con la ficción?
He participado en otras obras donde el Tango y la representación del espacio Milonga están presentes. En esta ocasión es especial porque por un lado, se observa la dimensión de la Milonga de manera muy natural, y el aporte de los músicos, cantantes y las poesías le dan un marco particular que se aleja de los estereotipos de representaciones teatrales acerca de la Milonga.
La cuestión de la proliferación de clausuras en las milongas se hace muy fuerte en una escena que hay apagón de luces y el público manifiesta la cólera que esto produce. Por otro lado, está la desazón de los artistas que sienten que todo lo que hacen puede clausurarse de un día al otro, y la lucha por sobrevivir en esta situación. También hay canciones sobre la corrupción en la policía y un rap que describe de manera potente los trastornos de nuestra ciudad. Podemos decir que este espectáculo, ¿es una forma de protesta, de denuncia y de búsqueda de cambio?
Diego: Hay una denuncia implícita efectivamente dentro del contenido, aunque en mi opinión lo más relevante de la obra es dar cuenta de nuestra visión sobre el mundo milonguero actual. Así como reflejamos las distintas vertientes musicales, procedencias y subjetividades de las que se alimenta el tango, es también fundamental mostrar algunas de las problemáticas que encuentra la gente que quiere promover un espacio para el baile y la música. Hoy por hoy es muy común que los artistas se autogestionen para organizar sus propios espectáculos, espacios de baile y demás. Muchas veces esto representa una lucha contra un sin fin de reglamentaciones que parecen más bien trabas. Todo esto hace al universo tanguero y se plasma en parte en las composiciones, poemas y demás que conforman la obra.
Shirlene: Clausurados expone la realidad de nuestro tiempo en el Tango. Es en sí misma, una obra que denuncia la injusticia de las clausuras, que impactan pésimamente en los organizadores, artistas, músicos, bailarines que se dedican al tango y una protesta contra la aniquilación cultural. Clausurados, proyecta el cambio a través de la reflexión, en tiempos de retroceso atroz, ningún ámbito está inmune a la imposición de los que no quieren perder el poder, con lo cual, hay que resistir y luchar vivazmente, en el caso de Clausurados el vehículo es el arte.
Juan: Clausurados es una visión poética del mundo tanguero porteño contemporáneo, en donde las clausuras de espacios culturales y milongas alternativas son mano corriente. La obra no sólo denuncia las clausuras: denuncia todas las políticas que consideran a la cultura un objeto meramente comercial. Esta forma de pensar el tango también es denunciada en Clausurados (tango for export, tango anticuado…). Sin embargo, los elementos políticos aparecen de forma sutil y la obra no deja de ser antes que todo un espectáculo poético y musical.
Gracias a todos por esta charla y por el maravilloso espectáculo que nos regalaron.