Basada en la novela “Cornelia”, de Florencia Etcheves, la película toca un tema muy delicado que nos toca muy de cerca en nuestro país: el secuestro de adolescentes para su explotación sexual. Este tema está bien trabajado a través de esta historia y este elemento ya amerita ver la película. Es una de las formas de hacernos tomar consciencia de la necesidad y obligatoriedad ética, moral y política de investigar estos casos que suelen no resolverse, justamente por sus complejas implicancias. Las redes del poder teje una enmarañada connivencia que la trama de esta historia la narra con toda minuciosidad.
Luisana Lopilato, interpreta a una policía Manuela Pelari que se implica en sus casos de manera emocional ya que lleva a cuestas una situación traumática vivida en su pasado en un viaje estudiantil con amigas. A pedido de la madre de su amiga, encarnada por con la sensibilidad y sutileza profunda de la gran actriz María Onetto, Manuela reabre el caso de su amiga Cornelia, desaparecida años atrás durante ese viaje al sur de nuestro país.
Si bien el director Alejandro Montiel tiene trayectoria y logra sostener la atención del público, las escenas de peleas no son verosímiles y por momentos, el suspenso no se mantiene constante, tampoco la composición de las reacciones psicológicas de personajes que sufren traumas de gravedad son consistentes. Por otro lado, los contrastes en las actuaciones son flagrantes.
Se destaca la interpretación de un gran actor de alta experiencia como Rafael Spregelburd en el papel de jefe de policía siendo el co-protagonista principal y de Amaia Salamanca quién logra transmitir el misterio que encierra en su vida y las características psicológicas de un personaje muy intricado y oscuro. Al igual que la actuación de Maria Onetto que, como ya señalamos, tiene una potencia escénica impresionante, y a mi criterio, hubiera sido interesante profundizar el dolor y la valentía de esa madre que ha perdido a su hija y no cede en seguir esperándola y hacer todo lo posible para que la encuentren. Es una película que nos deja con deseo de haber dado muchos más protagonismo a estos tres grandes actores y a desarrollar esta historia poniendo más el acento en estos personajes que son muy pujantes y por las emociones que desencadena los roles que han realizaron con maestría.
Perdida es una película que es indispensable ir a ver por el alegato contra este flagelo que aterroriza a la humanidad y que se podría llegar a desarticular con el compromiso social que requiere esta causa.
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