LAS FANTASÍAS COSMÉTICAS DE UNA CHICA INGENUA
Ser una revendedora de productos Avón es mucho más que un trabajo.
No importa la geografía ni la época en que una mujer decida investirse con esta jerarquía: la decisión en sí representa el despertar de una ambición dormida, la abrupta autoconvicción de que es posible eyectarse de una existencia gris y conseguir todo aquello que alguna vez pudo haber sido sólo un sueño inalcanzable.
Estrella ha caído bajo el hechizo de esa mágica promesa de felicidad que le han infundido con arengas de evangelizador. Ella misma reproduce en su relato las eufóricas exhortaciones al “¡tú puedes!” transformador que la llevará a codearse con nada menos que una revendedora “Categoría Diamante”.
En su vertiginosa narración Estrella entremezcla su vida aspiracional con las historias de su pasado, en las que presenta a su madre, su padre, su marido y su tía, desde la mirada un poco ajena de quien araña un sueño emancipador.
Sin embargo, la supuesta vida privilegiada que Estrella cree estar acariciando también le es ajena, por lo que su discurso aprendido de memoria por momentos se transforma en murmullos confusos y dubitativos que frenan su decir vertiginoso.
Con verborragia e histrionismo sobresalientes Juan Pablo Geretto le da vida –en un amplio sentido- a una Estrella que navega entre el absurdo, el dolor y la ilusión.
La idea y el guión denotan un agudo sentido de observación y el afán de exponer los efímeros destellos de felicidad de una vida sombría.