
A la memoria de su marido
Formamos un nido con cimientos de oro
para que cobije nuestro gran amor
Pasaron los años y hoy está tan firme
como el primer día de nuestra pasión
Fue una mañana bastante lejana
que con llanto tenue te acercaste a mí
coloqué en tus brazos un capullo rosa
con carita de ángel y piel de jazmín
La niña querida que anhelamos tanto
y aquella mañana llegaba por fin
Pasaron los meses
Pasaron los años
Alegrías, penas…

Todo nos llegó
pero siempre juntos
como tres soldados
le ofrecimos frente
y nos respetó
Hasta que una tarde oscura y lluviosa
una fría nota me paralizó
Era tu sentencia
Condenado a muerte
No pude creerlo
Fue inmenso el dolor
Comencé una lucha riesgosa y osada
entregando en ella completo mi ser
Me convertí en roble
en tronco
en quebracho
para darte vida
cubrirte en mis brazos
y todo fue inútil porque fracasé
Y llegó la intrusa…

Altiva
Malvada
Soberbia
Triunfal
No pude evitarlo
Te fuiste con ella
Me dejaste sola
destrozada el alma
de tanto llorar
Pero no, no es cierto
es solo un engaño
porque no te fuiste
porque estás acá
Estás en el aire que estoy respirando
Y en las rosas rojas de nuestro rosal
Por ello es mentira que no estás conmigo
aunque no te vea ni escuche tu voz
no te has ido nunca amor de mi vida
y yo no estoy sola
estamos los dos
seguís a mi lado y nunca te irás
así de sencillo
simplemente estás