En este pasado mayo se presentó Babasónicos en la Sala Apolo de Barcelona. Con un recorrido que incluyó temas de su último disco “Discutible” y por toda su discografía, la presentación de la banda incluyó sus temas más míticos y dejó a sus fans con sabor a poco ya que, como muchos manifestaron al terminar el concierto, hubieran seguido coreando sus canciones durante otro concierto más.
Espero el comienzo del concierto de Babasónicos y me pregunto con qué novedad sorprenderá este grupo musical, esta vez. En más de una oportunidad he escuchado o leído decir a Dárgelos que él cree que el rock tiene que ser provocador, cuestionador del sistema, y así ha sido siempre la impronta de la banda. Su último disco que presentan en esta gira, se titula “Discutible” y Dárgelos define lo discutible como una categoría de belleza, aquella que atrae por lo que no hay acuerdo, quizás incluso por la diferencia. Entonces, me pregunto: ¿Qué es ser provocador en estos tiempos en que todo parece permitido, facilitado o incluso legalizado por el sistema? ¿Cómo va hacer la banda para sorprender, provocar, o afectar, de alguna manera diferente al público, cuando todo parece posible y sabido?
La noche comienza al ritmo de “Ingrediente” una de las últimas canciones del grupo, incluida en el último disco y cuyo videoclip fue de hecho presentado con posterioridad a esta actuación. Para empezar, “Ingrediente” me parece un tema totalmente fiel al estilo de la banda. Un tema de amor que habla de lo mágico del misterio del amor, ese efecto mágico que produce un encuentro entre dos “against all odds” (contra todo pronóstico), y al que la banda ya abordó en tantas canciones. Me planteo entonces que quizás para la banda lo provocador en estos tiempos es continuar siendo fiel a un estilo, a las historias sobre las que ya se han interpelado. Y lo cierto es que ante el arrasador avance promovido en la actualidad por la industria discográfica de otros géneros musicales, más “homogeneizables”, ante el empuje a borrar todo estilo artístico singular, el mantenerse fiel a un estilo, quizás no sea poco…
Unos temas después, se escucha “Bestia pequeña”, también del nuevo disco, en lo que parece un alegato de quien todavía se busca a sí mismo y en su camino, ha hecho lo que ha podido, incluso alguna estupidez, perdido todavía en el niño del que todavía no salió. ¿Acaso eso no es lo más habitual en la actualidad? ¿Cuántos pueden decir que han podido responder a las dudas o a los miedos del niño que alguna vez fueron? Y desde esa búsqueda la banda contesta quizás a quienes le piden al artista que sea ejemplo: “No soy todo eso que esperás de mí. Tal vez sea algo mejor o algo peor…” En la misma línea, con “Cretino” vuelve a insistir “Tengo problemas, y los resuelvo mal. No soy un premio para nadie.”
Es decir, con “Discutible”, la banda se permite cuestionarse a sí misma, no como banda, sino desde el uno por uno de los artistas que la componen, como uno entre otros. Y de este modo, la banda plantea una música que puede representar a muchos en el momento de incerteza que les toca transitar. Lo hace, además, cuando la época exige desde un discurso alienante y falseado, que cada uno sea capaz de total certeza en la elección de las propias circunstancias, como si dependieran de cada uno, y sólo de cada uno, esas circunstancias. “Discute” de alguna manera el discurso de certeza de la época y plantea, haciendo lugar al límite en lo humano, que no siempre se tienen las respuestas, y a veces sólo se puede estar en la búsqueda de las mismas, lo que tampoco es poco.
Empiezan a sonar los temas de siempre de la banda: Vampi, Pijamas, Irresponsables. Todos con la misma temática: dos que hacen lo que pueden para encontrarse, muchas veces en contra de lo que se espera, de todas las convenciones, casi como irremediablemente, culpables de “un” amor escandaloso.
Y finalmente, sí, la banda entona una de sus canciones más populares, y con ellos todo el público: Putita. En lo que parece todo un atrevimiento en los tiempos que corren, la banda canta la canción menos políticamente correcta para la época. Había comentarios previos al concierto respecto de si la banda se atrevería a cantarla. Y yo me pregunto ¿Tendrían que haber renegado de una canción que fue tan popular y dejar de cantarla? ¿O en una suerte de guiño a la época, la banda debería haber introducido algún cambio a su letra? Lo cierto es que la canción le canta a una mujer que parece no poder vincularse con nadie, capturada por su propia imagen. Amores narcisistas de quienes enamorados del propio yo, creyentes en una omnipotencia inmortal y sin hacer lugar al límite del paso del tiempo, son incapaces de responsabilizarse por un deseo propio. La canción es entonces tremendamente actual, pudiendo ser entonada para hombres y mujeres, sin distinción de género.
Frente a la tormenta mediática, el grupo parece haber elegido aferrarse a su barco y mantener el rumbo. Aunque su último disco se llama “Discutible” y las letras de las canciones que el se incluyen parecen hablar de una búsqueda que los integrantes del grupo aún hacen como artistas y como sujetos, la banda, al menos en Barcelona, se mostró fiel a su estilo, a sus historias, a su música e incluso a una estética. No es poco en una época que va a favor de la homogeneización y en contra de la emergencia de la singularidad de cada uno. Y en ese punto se mostró fiel a su público. La banda le dio a su público lo que esperaba de ellos. Y el público los siguió. Encantados los asistentes al concierto entonaron cada canción que reconocieron y vitorearon todo el tiempo a los miembros de la banda. El tiempo dirá hasta dónde la banda se deja interpelar por la época o es capaz de interpelar a la época.