
23 de Agosto de 1985, San Isidro, Bs. As – Argentina. Cae la familia Puccio: El Clan Argentino más peligroso de los años 80’. Para el barrio, una familia ejemplar, pero puertas adentro, esconden el secreto más oscuro. Realizaban secuestros extorsivos y una vez cobrado el rescate, asesinaban a sus víctimas.
La crueldad de la historia hacía dudar sobre cómo sería un musical sobre este tema. El libro de Ezequiel Encinas, las letras y música de Carla Ligouri despejan toda duda: es una tragedia musical redonda, de muy buena factura, hecha con profesionalismo y amor y, por sobre todo, hecha desde el ¡teatro independiente!
El autor del musical al finalizar el espectáculo comenta que cambió los nombres de las víctimas por respeto a sus memorias y a la de sus familiares; Ezequiel mientras avanzó el proceso de escritura se encontró con los familiares de las víctimas y del estreno participó Guillermo Manoukian junto a su familia, hermano de Ricardo Manoukian, primera víctima del Clan Puccio. La obra está hecha con todo el respeto que se merece el tema y es, casi un homenaje, a Ricardo, Eduardo, Emilio y Nélida (única de las víctimas que sobrevivió).

La escenografía de Laura Encinas y la carpintería de Ramón Encinas le dan al texto el perfecto apoyo que necesitaba para fluir en el escenario: práctica, sencilla, visualmente armónica. El diseño de iluminación de Damian Dángelo aporta climas a veces íntimos y a veces con toda la fuerza que necesita el show. La orquestación de Charly de Hoz es clara, precisa, contundente. Hay que destacar la hermosa coreografía de Melina Dalmeida, con la asistencia de Melanie Ivanov y Ruth Barreto; perfecta la idea de que, además de los bailarines, las “víctimas” rondaran constantemente los secretos del clan. Un destaque para la dirección vocal de Agustina Dangelo, con arreglos sutiles pero potentes para voces que, a veces, sólo son de actores que cantan bien.
Los actores que le ponen el cuerpo y las voces a esta tragedia, lo entregan todo: Juan Manuel Besteiro (Arquímedes Puccio) impacta con su voz y su presencia nos recordó a Hannibal Lecter por la negrura y el cinismo de su composición, Maia Barrio (Epifanía Puccio) lo hace con su composición más que correcta de esa madre de sentimientos confundidos. Ezequiel Encinas (Alejandro Puccio) acierta con un contenido dramatismo que le da más veracidad a su personaje, Franco Galante(Daniel “Maguila” Puccio) ofrece un combo de dramatismo, simpatía y buena voz, y por fin, Milagros Esquivel (Adriana Puccio): ¡lo mejor de la noche!, perfecta en su composición y el “transcurrir” de su personaje. Fue creciendo en dramatismo y estalló en el final. Un gran aplauso para esta actriz tan completa y tan joven.
Los otros personajes son abordados por Walter Fauve (Laborda) compuso una máscara exacta para ese monstruoso hombre con tintes de una oscuridad tan densa que le permitió lucirse como actor dramático en un musical, con muchos momentos perfectos junto a su compañero, Fernando Paladino (Díaz) se destaca por la energía de su composición. Ambos le dan a la historia los momentos de respiro a tanta variación coreográfica, y aportan dramatismo teatral al desenfrenado ritmo musical. Buenas voces, buenas actuaciones, buenos actores.

Cristian Zeballos (Raúl Márquez o Ricardo Manoukian) ofrece un doloroso retrato de ese inocente amigo que es defraudado y asesinado y, un párrafo aparte para Patricia Imbroglia (Noemí Paz) interpreta a la única víctima que sobrevivió a los Puccio: su voz, su dramatismo, su alma estaban en el escenario la noche del estreno; estuvo estremecedora.
Hay que destacar a los Covers / Swings: Luciana Corti, Melani Ivanov, Rodrigo Arias,Cristian Zeballos y a los bailarines: Candela Pozzo. Lara Atia- Melanie Ivanov- Daniel Alvarez- Gerardo Perez-Nick Moreno. Todos cumplen una labor magnífica, dándole un marco estético y dramático más que ideal a la historia contada.
Este maravilloso trabajo de equipo tuvo un capitán, creador e ideador al que hay que aplaudir de pié: Ezequiel Encinas. Escribe, produce, dirige y actúa con la fuerza de su profesionalismo y el desparpajo de su creatividad; fuimos partícipes del talento e iniciativa de una persona muy joven que tiene mucho para ofrecer, esto se vio reflejado la noche del estreno. Simplemente Magnifico. La dirección y puesta en escena con la asistencia de Brenda Galindo, apuntan alto con la simpleza de las cosas bien hechas. La concepción de todo el musical sólo tuvo chisporroteos en algunos pequeños inconvenientes de sonido, pero dejó a todos con las ganas de ver muchas cosas más de este creador y de este grupo creativo.
¡Un musical hecho a pulmón y para aplaudir!

EQUIPO CREATIVO:
Libro y Producción: EZEQUIEL ENCINAS
Letras y Melodías: CARLA LIGÜORI
Orquestación: CHARLY DE HOZ
Coreografías: MELINA D’ALMEIDA
Asist. Correo: MELANIE IVANOV y RUTH BARRETO.
Asist. Dirección: BRENDA GALINDO
Directora Vocal: AGUSTINA D’ANGELO
Diseño de iluminación: DAMIAN D’ANGELO
Escenografía: LAURA DEGUI
Carpintería: RAMÓN ENCINAS
Fotografía: FIORELLA ROMAY – NDS ESTUDIO
Diseño Gráfico: SEBASTIÁN D. MOLINA
Prensa y Difusión: MUSICALES BAIRES – DANIEL FALCONE
Dirección y Producción: EZEQUIEL ENCINAS
Obra sólida, dura! La utilización de la danza cansa en muchos momentos mecresultó molesta. Y un problema de sonido donde era más fuerte que la voz se los cantantes, hizo perder parte de las letras. El conjunto en sí fué muy bueno! Felicitaciones!
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Muchísimas gracias por tus apreciaciones muy atinadas sobre la obra!
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Gracias por tu mirada Miguel que coincide mucho con la nota de Rosana respecto al sonido y que pese a eso el resultado es óptimo
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