Basada en la obra de Fiedrich Von Schiller, Marcelo Silguero recrea con maestría y
elegancia la relación entre María Estuardo, reina de Escocia e Isabel I de Inglaterra,
la reina calva, hija bastarda de Ana Bolena y Enrique VIII.
En un mundo dominado por los hombres estas dos mujeres se enfrentan por el
poder y por el amor, en un contexto de guerras y luchas religiosas: María, católica e
Isabel, protestante.
¿Qué revela esta historia, excelentemente actuada por Victoria Aragón (Estuardo) y
Paula Cantone (Isabel)? Por un lado, todo lo que del deseo de Poder deriva: la
trama compleja de alianzas, contubernios y traiciones; por otro – y jamás desligado
de lo anterior- lo que del amor bajo sus formas diversas emana: Dios, el Trono, la
Verdad y la Mentira, lo oculto como arma poderosa.
Así María e Isabel, Isabel y María, cuyas historias conocemos, se revelan en sus
fortalezas y fragilidades y en el inmenso temor a perder lo que aman y creen tener.
La decapitación como condena y liberación, la calvicie como estigma ponen en
juego el tema de que el honor es también cuestión de mujeres.
Las envidias y la desconfianza embeben el aire del escenario, creando un clima
extraño, fascinante, en el que todos los personajes están inmersos, y en el que
resulta imposible tomar partido.

Conmueve Tobías Oliveira como Mortimer, el joven enamorado de María y
dispuesto a sacrificar todo.
El vestuario, las pelucas, el maquillaje, a cargo de Claudia Ábalos, Corina
Schevenberger y Carla Pereyra, con el asesoramiento de Juan Lucero ameritan una
mención especial ya que dan cuenta de un trabajo profundo sobre la obra y su
contexto social, histórico y político, con cuellos que asfixian y capas que encubren.
La original puesta de Silguero incluye y se sostiene en la presencia de tres monjas,
que, a modo del coro testigo shakespeariano, acompañan, anticipan y padecen el
devenir de esta narración.
Estéticamente bella, Las dos Reinas, su dirección, su puesta, su originalidad,
constituyen una apuesta a un teatro vigente y necesario que plantea que el Poder es
inherente a lo humano.
Las dos Reinas, una celebración de la potencia del Teatro.
Teatro Multiescena
Corrientes 1764, Caba
Funciones: Sábado 20 horas.